Capitulo 48

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Narra Ana:

- ¡Ana! - Sophie se levanta y me abraza, Edward la acompaña, odio mi estómago que sigue haciendo lo mismo cada vez que lo ve. Escucho un teléfono.

- Chamita te espero en el estacionamiento, - no alcanzo a responder, ya Alex va hablando por teléfono camino al estacionamiento, Edward se me queda mirando.

- Hola Ana, - lo pronuncia tan suave que mi corazón se conmueve.

- Que bueno verte Ana, - estoy paralizada, - ya regreso, - no respondo, ya Sophie se ha alejado también y no puedo moverme.

- Que alegría verte, - asiento y mis pies responden para irme, cuando siento su mano tomar mi brazo, - no te vayas por favor.

- Debo trabajar Edward, - soy una idiota, pero no quiero irme.

- ¿Podemos cenar juntos hoy? - su agarre se hace más fuerte y no hago nada para evitarlo, - paso por ti a... - no lo dejo terminar.

- ¿Dónde? - ni siquiera me reconozco.

- En el restaurante de Sara, en la colina, - recuerdo la primera vez que me llevo allí, - paso por ti a las siete.

- Nos vemos allá, - sin ganas me deshago de su agarre y sin mirar atrás avanzo.

- Te estaré esperando.. - alcanzó a escucharlo y quisiera retroceder y abrazarlo, estoy completamente idiotizada.

Camino al estacionamiento en medio de una felicidad que no debería sentir, subo a la camioneta, Alex aún habla por teléfono, ¿Por qué acepte ir a comer con el?

¿Acaso enloquecí? No me canso de meter la pata y caer a sus pies cada vez que el quiere.

- Tierra llamando a Ana.. - Alex me habla, lo miro sin entender, - ¿Dónde andas?

- Lo siento, me distraje.

- ¿Qué está pasando por esa cabecita? Hace un rato no estabas así, - es muy evidente.

- No es nada, - no le quiero contar y tampoco le quiero mentir, - gracias por la comida, el lugar, la conversación.

- Gracias a ti por acompañarme, - no puedo sacar a Edward de mi mente y el por qué acepte verlo.

Rápidamente llegamos a la constructora.

- ¿Cuando te vuelvo a ver? - no apaga la camioneta, se detiene frente a la constructora.

- No lo sé, ¿No vas a entrar?

- Tengo algo que hacer, te escribo luego, - nos despedimos, al pasar por recepción Katy me dice que el jefe quiere verme en media hora.

Subo a mi oficina, preparo todo lo que tengo de la obra y tomo un café sin poder concentrarme.

Narra Edward:

- Tu cara me dice que no lograste nada, - Sophie regresa a la mesa.

- Hoy vamos a cenar juntos. - la emoción se refleja en su rostro.

- ¿Entonces por qué esa cara?

- Anoche ví a ese hombre salir de la casa de Ana, - Sophie no dice nada, solo abre la boca asombrada, - necesito recuperarla.

- Si acepto cenar contigo es porque no pasa nada entre ellos, - lo dice convencida y yo también lo siento así, - la conozco y sé que te quiere.

- Sophie no quiere meter más la pata, verla con otro es muy duro, - sus ojos reflejan tristeza.

- Te entiendo, - se queda callada unos segundos, - es muy duro. Bueno, bueno a lo que vinimos.

Narra Ana:

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora