Narra Edward:
- Llegó con el mismo tipo grandote de la otra vez, - siento la furia subir a mi cuerpo cuando mi cómplice llega pasada la media noche a contarme sobre su ronda.
- ¿Se fue de una vez? - el pilluelo niega con la cabeza mientras se relaja en mi sofá.
- Cuando me vine estaba dentro con tu novia, - no lo soporto más, rompo un jarrón que está junto a mi, - Calmese jefe.
- ¿COMO ME PIDES QUE ME CALME? LA RUBIA TENIA RAZÓN, LA HE PERDIDO. - relajo mi postura al darme cuenta que lo he tomado por el cuello y veo su cara de susto, lo devuelvo al sillón de donde se para de golpe, - lo siento digo para tratar de calmar su susto.
- Será mejor que me vaya... - se encamina a la salida de mi anexo, - eres demasiado peligroso.
- Espera, - le hago señas con las manos al frente para que no me abandone, - no fue mi intención asustarte. - voltea me muestra su dedo corazón y se va dando un portazo.
Si salgo a buscar a Ana lo más seguro es que la policía me siga.
¿Valdrá la pena perder lo único que me queda?
Mi libertad sin ella no vale nada, busco mis llaves y me lanzo a la calle.
Narra Ana:
- ¡Papá! - al ver la mirilla de la puerta me quedo asombrada, son poco más de las dos de la mañana. Papa entra como un huracán cuando abro.
- Siento mucho llegar a esta hora, pero.. - esta tomando, lleva la botella en su mano y al besarme siento el olor a alcohol, pero detiene su mirada en Ale que está de brazos cruzados en medio de mi pequeña sala, - ¿El quien es? - me mira esperando mi respuesta, como no obtiene reacciona con humor - hola yerno, no es buen momento para conocernos, - le estrecha la mano y Ale le sonríe.
- ¡Papá estás tomando! - le recriminó.
- Es natural que me preocupe, eres mi niña, - levanta la voz, le vuelco los ojos, - Ya se que estás grande para estas cosas, pero soy tu padre y... - se bloquea, niega con la cabeza y se sienta en mi mueble, - ...necesito ayuda, necesito que me escuchen, - nos hace señas para que nos sentemos, su voz es de súplica, - venga yerno, - muero de vergüenza mientras Ale lo disfruta.
- ¿Que sucede? - le digo mientras me siento a su lado tratando de ocultar mi rubor, Ale se sienta frente a nosotros.
- Tu mamá se casa mañana, - toma un trago de la botella.
- ¡Por Dios! Llevan casi diez años separados. - veo como le pasa la botella a Ale.
- Nunca es tarde para darte cuenta que perdiste a la única mujer que valía la pena, - Ale se queda con la botella, pero no la prueba, - para rematar el tipo es un santo, hasta mis hijos lo adoran, - lo miro cuando compruebo que habla de su papá.
- ¿Y eso es malo? - hace la pregunta calmado, papá lo mira y casi que explota.
- ¡Terrible! - Ale está serio y temo por lo que papá pueda decir, - nunca podré recuperarla, la gano limpiamente y no va a ser tan estupido como yo para perderla, - Ale sonríe y baja la mirada, - yerno mirate en este espejo, no cometas el mismo error, - Ale está fijo mirándome y el rubor estalla en mi.
- Papá por favor déjalo tranquilo...
- ¡Sssssh! - papá me manda a callar, - en mi mundo hay dos mujeres que valen la pena, - le quita la botella a Ale y toma un trago, - Alice, mi ex mujer a la que ya perdi y mi princesa que no pienso dejar que nadie me le haga daño, - pone la botella a un lado y lo señala, - así que coje consejo, mirate en este espejo.
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Enamorada Del Peligro
RandomAna es una chica de su casa, estudiosa y de nobles sentimientos, se enamora de Edward todo lo contrario a lo que ella es, comenzarán una relación llena de mucho amor, pero con muchos impedimentos, empezando por su familia y un pasado muy pesado en l...