Capitulo 15

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Al despertar son más de las nueve de la mañana, hoy debo hacer varias cosas, entro al baño, al estar lista reviso que me pondré para ir a la cena de cumpleaños de mi abuela, hace tiempo compré un vestido ceñido al cuerpo de color gris plomo, es hasta la rodilla y tiene un bordado en la espalda, consigo unas sandalias altas a juego, espero no me cansen, porque no estoy acostumbrada, es buena ocasión para estrenarlo. Lo dejo listo para la noche y voy a la cocina por algo para comer.

Preparo un sándwich y jugo de naranja. Al terminar recuerdo el mensaje misterioso, será que esta persona quiere hacerme dudar o simplemente sabe lo que sucederá cuando Edward se canse? Es difícil pensar en que sucederá, cómo le dije a Sophie toca disfrutar hasta donde dure.

Al salir mamá viene de camino a mi casa. Nos sentamos en el porche.

- Hola mi amor!!! - Me abraza como siempre. - Te espere hasta tarde, a qué hora llegaste? - Su instinto protector otra vez al acecho.

- No recuerdo la hora mamá, solo sé que era tarde. - Me mira y sabe que le estoy mintiendo, pero me sigue el juego. - Que quieres saber mamá? - Ya se dió cuenta que estoy molesta.

- Fuiste a una fiesta? - hace una mueca que simula ser una sonrisa.

- No fui a ninguna fiesta, - está sorprendida, - fui a la casa de Edward, estuve con el. - Ahora se dió cuenta que me saco de mis casillas.

- Pensé que ya no estaban juntos, - si, gracias a que fuiste a pedírselo pienso, - no los he visto juntos.

- Está semana estuvimos un poco ocupados, - su cara es de impacto, - teníamos días sin vernos y anoche lo sorprendí en su casa.

- Hija debes tener cuidado, recuerda lo que le sucedió a Elizabeth.

- Entiendo perfectamente tu preocupación, pero se muy bien quién es mi prima, - solo asiente, - me están pasando cosas que nunca con nadie, tal vez no tuve adolescencia y ahora la estoy viviendo. Solo que madure primero.

- No quiero verte sufrir. - Me toma las manos.

- Te entiendo, pero no puedes meterme en una cajita de cristal para que nadie me haga daño, tu has tenido tropiezos y te has levantado, - aprieta mis manos, - yo quiero que me des tu confianza y entiendas que debo vivir como tú ya lo has hecho.

- No puedo evitar pensar en quién es el. - Siento su preocupación.

- Quedate tranquila mamá, en este momento estoy siendo muy feliz. - Nos abrazamos y me da un tierno beso en la cabeza.

- Que te vas a poner hoy para la cena de tu abuela? - Cambia de tema radicalmente y se lo agradezco. Le comento sobre mi vestido y me habla de su indecisión por dos vestidos.

Conversamos bastante y la acompañó a preparar el almuerzo. Comemos juntas y recibo un mensaje de Edward.

"Cómo ha pasado el día mi nena? Yo extrañándote mucho, esperando verte más tarde"

Sonrió porque me hace feliz saber de él, las mariposas inundan mi panza y es una sensación maravillosa.

"Bien, pero extrañándote mucho, espero la cena sea normal para poder verte"

Mamá me saca de mi burbuja de felicidad. Me devuelve de golpe a la realidad.

- Elizabeth estuvo hablando con tu papá y tus hermanos, - eso ya lo imaginaba, - mucho cuidado esta noche.

- Me lo imaginaba, pero como ya te dije no voy a dejar que nadie me dañe mi felicidad. - Me regala una sonrisa tímida. - Elizabeth no es lo que aparenta.

- Que te parece si le dices a Edward que desayune con nosotras mañana? - La noto sincera.

- Voy a preguntarle y te aviso. - No sé si sea buena idea.

Me voy a casa y llamo a Edward, al contrario de mi le encanta la idea de venir a desayunar con mi mamá mañana.

Quedamos para vernos esta noche a la hora que sea. Ya quiero que comience y terminé esa cena, no por mi abuela, sino que no quiero estar cerca de Elizabeth, me imagino todo lo que debe de haberle dicho a papá y mis hermanos.

Regreso con mamá y le comunico que Edward si viene mañana a desayunar, le parece bien.

La ayudo con su vestido y le pido que me ayude a peinarme, aliso mi cabello y hago rulos en las puntas, reviso cómo se ve y me encanta. Ayudo a mamá con su cabello y nos maquillamos.

Hora de vestirnos y mamá se ofrece a llevarme, me parece bien porque cuando esté lista le pediré a Edward que pase por mi. Estoy lista y voy por mamá, también está lista y se ve preciosa.

Llegamos a casa de mi abuela, el jardín está lleno de mesas, la decoración está como siempre con muchas flores, ya se nos hizo tradición el cumpleaños de mi abuela.

En la parte central está una mesa más grande y hay un sin fin de bocadillos y bebidas, gran parte de mi familia ha llegado, mis tías se acercan a saludarnos y nos anuncian cual es nuestra mesa, está cerca a la de mi abuela que aún no ha salido, nos sentaremos nosotras y mis hermanos, papá va en la de mi abuela.

Alcanzo a ver algunos de mis primos. Todas las mesas están llenas, mi tía Laura anuncia por micrófono la llegada de mi abuela, nos ponemos de pie y aplaudimos.

- Gracias por compartir conmigo esta noche, - nos señala a todos, - pásenla bien. - está viejita, pero aún es muy fuerte, mi papá la abraza, se puede decir que es su hijo favorito.

Los mesoneros comienzan a repartir bandejas de vino para brindar con mi abuela.

- Está noche levantamos nuestras copas en tu honor, - comienza el brindis mi padre, - Dios permita que sean muchos años más a tu lado mamá. Te queremos. - Todos aplaudimos.

Cada quien se sienta en su mesa y comienzan a servir la comida, voy con mi madre a felicitar a la abuela, cuando regreso a la mesa está sentada Elizabeth, está esperándome.

- Hola primita, pensé que no vendrías. - Lleva puesto un vestido de seda rojo, con una abertura que deja ver su larga pierna derecha.

- No veo porque, siempre he estado presente en los cumpleaños de mi abuela. - Sabe que me molesta su presencia.

- Debe ser difícil para ti no poder traer a tu.. - hace un ademán de pensar, - cómo lo llamaríamos? - chasquea sus dedos haciendo un gesto de pensar, - para ti tu novio, para el cualquier cosa mientras dure.

Cuando voy a responderle llega mi mamá y me abraza para hacerme sentar, mi tía María se la lleva a ella. Aliviando la tensión del momento. Siento mucha rabia, lo cierto es que ha dicho algo muy parecido a la persona de los mensajes. No me extrañaría que fuese ella.

Es muy poco lo que como, se me quitó el apetito y las ganas de estar aquí.

- Que fue eso con Elizabeth? - siento preocupada a mamá.

- Es especialista en molestarme, no la soporto, - me desahogo con mi madre.

- Está logrando lo que quiere. - Me hace volver a la realidad. - Ignorala mi amor. - Me toma la mano y me la aprieta.

- Quiero ver a Edward, te molesta si me voy? - Le pido permiso, aunque no debería.

- Solo te pido que no hagas nada imprudente. - Continua tomándome la mano.

- Descuida mamá, se cuidarme muy bien. - No sé porque pero siendo que todos se parecen a la persona de los mensajes, incluso mi madre.

" Este capítulo se lo dedico a mi querida RossiEvi una niña espectacular, talentosa y excelente persona, gracias a ella la excelente portada de mi historia, visiten su perfil y admiren su trabajo"

Enamorada Del PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora