Al abrir la puerta ahí esta el, se le ve cansado, pero no deja de acelerar mi corazón.
- Discúlpame no sabía qué hacer para verte. - Es tan hermoso, - pensé en pedirle tu número a Adrian, pero hubiese sido más imprudente.
- No te preocupes, entra, - lo tomo de la mano y me abraza. - No sé porque no te pedí tu número.
- Desde ayer cuando me fui a casa estamos en el hospital. - Su cara es de preocupación.
- Que pasa, estás bien? - No lo puedo creer, yo no sabía nada, lo reviso de pies a cabeza.
- Es mi padre, tanto trabajar lo tiene estresado. - Su padre es dueño de una constructora y trabaja en ella hace bastante tiempo.
- No lo sabía. Discúlpame por no estar contigo. - Siento pena de no haber estado con el.
- Pasamos la noche en el hospital mientras se estabilizaba y ya está en casa. - Se ve agotado. - Tranquila solo es cuestión de cuidados y ya está con la experta en eso, mi madre. Te extrañe mucho.
- Yo también te extrañe, estaba ideando un plan para poder saber de ti. - Me muero de pena con el, - Debes descansar.
- Necesitaba venir a verte. - Nos fundimos en un beso interminable, lo único que evidencia es que nos necesitámos.
No quiero perder tiempo, intercambiamos números telefónicos y me cuenta de la situación de su padre, sentados muy juntos, tomados de mano.
Hablamos de su padre, quien lleva años dirigiendo la constructora y mucho tiempo sin tomar unas vacaciones, necesita un relevo.
Le cuento que ya mi madre sabe de nosotros. Llevámos solo un día sin vernos y nos han pasado cosas importantes.
- Si quieres te llevo a tu casa para que descanses, te ves muy cansado.
- Descuida, quiero estar contigo, - toma mi cara entre sus manos y me da un dulce beso,- luego puedo descansar.
- Ponte cómodo mientras te doy algo de comer. - Me levanto para que se acueste en mi sofá.
Me voy a la cocina a preparar pasta, para que coma, me giro a decirle y noto que se ha dormido, no es para menos se ve agotado.Cocino bastante tranquila, lo dejo descansar, el lo necesita. Al terminar lo llamo para que coma y se ve un poco mejor.
- Necesitas descansar, - me siento a su lado, para despertarlo, llevaba rato mirándolo, - pero debes comer.
- Me acostumbraría muy rápido a que me despiertes así todos los días. - Me besa y se siente lindo y necesitado. - Préstame el baño primero.
Se levanta y va al baño mientras yo termino de servir, de repente llaman a la puerta. No espero a nadie y ya es un poco tarde. A penas abro la puerta Elizabeth entra sin que siquiera la invite.
- Necesito hablar con alguien, voy a enloquecer. - Se ve desesperada y ojeroza. - Creo que llegue en mal momento. - Mira mi meson donde estan los dos platos servidos. Antes de que pueda explicar nada Edward sale del baño.
- No puede ser!!! - esta hablando casi a gritos. - Ustedes están juntos, cómo pudiste Ana? Te pedí ayuda. - Se gira y lo incrimina a el. - Está es tu manera de vengarte de mi?
- Elizabeth este no es el momento para que hablemos. - En algún momento debemos hacerlo, pero no en presencia de el.
- Que me vas a explicar? Que no te importe y te lo trajiste a revolcarte con el? - Sus palabras me duelen, pero yo se muy bien que eso no es verdad.
- Diga lo que diga no me creerás y de verdad piensa lo que quieras, eres libre de hacerlo, pero vete de mi casa. - esta furiosa, puedo verlo en su cara, pero más lo estoy yo.
- Cuando mi tío se entere que su hijita se revuelva contigo no quiero ni imaginar su reacción. - Va camino a la puerta cuando se voltea. - Si piensas que podemos recuperar lo nuestro vámonos, sé que está no significa nada, solo fue tu venganza. Te perdono Edward. - Es realmente repugnante escuchar eso, hasta donde es capaz de llegar mendigando amor?
- Ya Ana te pidió que te vayas, - lo dice muy tranquilo, - y te pediré que no nos molestes mas.
- Se van a arrepentir de esta humillación, sobre todo tu. - Me señala con mucho odio.
Termina saliendo y se siente muy feo quedar como la mala. Se cierra la puerta y yo me dejo caer sobre uno de los muebles.
- Agradezco esto que haces por mí. - Levanto la mirada y lo interrogo sin hablar. - Cosas cómo está me demuestran tu confianza en mí.
- Solo te pido paciencia, no será fácil, ahora comienza lo bueno. - Se acerca con miedo y me abraza. - Necesitas comer, ven.
No tengo ganas de comer, con lo que ha pasado hemos perdido el apetito, solo comemos un poco y estamos muy en silencio. Tal vez Elizabeth tenga razón, debí decirle, pero si ella y yo no somos las mejores amigas que se diga!!! Yo no tengo porque explicarle nada, es mi vida. Que piense lo que quiera.
- Por tu puño cerrado debe ser malo lo que piensas. - Edward interrumpe mis pensamientos.
- Que piensas hacer con lo de tu papá?
- Necesito cambiar de tema y el lo entiende.- Mi padre siempre ha querido que me haga cargo de la empresa, pero yo lo que tenga me lo quiero ganar, no porque el me lo regale.
- Disculpa que me meta, pero no te va a regalar nada, tu vas a trabajar. - Se pone muy serio y no se si es buena idea entrar en problemas familiares.
- De verdad quiero ver a mi padre bien y debo pensarlo bastante. - Me toma de la mano y me dice. - Si acepto voy a poner mis condiciones. - Esta frotando su mano con mi mejilla. - Tú puedes opinar lo que quieras, ahora estás en mi vida. - Es tan lindo y diciéndome esto me gusta más.
- Bueno espero tu decisión sea la mejor tanto para tu padre como para ti, - nos abrazamos y ahí es mi refugio, en este momento es lo que más necesito.
No debo ser egoísta, necesito descansar y lo mejor es llevarlo a su casa. Ya mañana podremos estar juntos.
No quiere que lo lleve, pero de verdad no tiene opción, quiero certificar que llegara bien y sin más empieza a conocer mi lado obstinado, es mejor enseñarle todas mis facetas.
Ya frente a su casa debo dejarlo ir a descansar.
- Gracias por traerme, - se voltea a mirarme con esos ojos que me matan, - gustas pasar?
- No es buen momento, te veo mañana. - Ya estoy bastante cerca y me esta besando. - Será mejor que me vaya. - No se aleja y sonrie muy cerca de mi cara.
- Por favor avísame cuando estés en tu casa, - no quiero irme, es mejor encender el carro y arrancar de aquí.
Termino asintiendo. Por fin baja y yo me voy. Solo son unas cuadras las que nos separan.
Al arrancar mi teléfono anuncia un mensaje, sonrio al pensar que es el.
"Tan linda y tan ingenua, no dejas de gustarme. Ese hombre te hará sufrir"
Es el mismo número de la noche anterior. Al entrar a casa miro en todas direcciones, quien es me esta viendo. Siento escalofríos.
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Enamorada Del Peligro
De TodoAna es una chica de su casa, estudiosa y de nobles sentimientos, se enamora de Edward todo lo contrario a lo que ella es, comenzarán una relación llena de mucho amor, pero con muchos impedimentos, empezando por su familia y un pasado muy pesado en l...