Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |

Capítulo 9 |Nana Hyo|

Sali de mi trabajo y casi siempre salgo tarde, no hay transporte que me lleve cerca de la casa de Jain, él me habia estado llevando estos dias ya que me he estado quedado en su casa, no se que paso con Alisa, creí que se disculparia pero no. Jain me dijo que se fue de la ciudad, nunca me imaginé que esto fuese para tanto. Al menos una disculpa y todo estaría bien pero no.

Iba caminando por la calle, estaba muy sola y oscura, el camino era muy largo asi que tome un atajo, sabia que no era muy seguro ya que quedaba por un callejon pero no puse mucho drama. Despues de varios minutos sentí una presencia; como si alguien me siguiera. Me alarme así que empece a caminar un poco mas rapido, tal vez era sólo mi imaginación pero tenía que prevenir algo malo, por suerte llegue a la casa y saque las llaves para abrir rápidamente la puerta.

―Woah eso fue extraño ―cerre la puerta ―¿Jian esta aqui? ―me pregunte mientras subia las escaleras. Apenas mi cuerpo toco el colchon, el sueño invadió mi cuerpo. La verdad estaba muy cansada para siquiera aquitarme la ropa.

La luz se colo por las cortinas lo que indicaba que el amanecer había llegado, me removi al escuchar unos toques en la puerta.

―¿Quien? ―dije con pereza.

―Jian ―hablo el chico.

―¿Que pasa? ―abrí mis ojos y mire a la puerta aún sin levantarme.

―Queria asegurarme de que estuvieras bien ―respondió Jian.

―Si, estoy bien. Tranquilo ―di un pequeño bostezo.

―Esta bien ―escuche sus pasos alejarse.

JUNGKOOK POV

Acostado tranquilamente en mi cama hasta que senti los rayos del sol asomarse por el ventanal, me levante para cerrar un poco las las cortinas, pero mi casa estaba hecha un desastre. Soy hombre y nunca me ha gustado limpiar así que contrato empleadas, me duche y me vestí para luego sentarme en mi computadora y publicar en un sitio web que necesitaba una persona que pudiese hacer aseo. En menos de media hora varias me dieron su curriculum, ninguna cumplia mis espectativas, solo muchachas jovenes y no necesitaba una puta en mi casa que me provocara, solo una que dejara limpio el lugar. Solo una llamo mi atencion era bastante mayor, pero se veía profesional en el ámbito.

La señora no tardó más de una hora en llegar a mi casa, eso sí que era responsabilidad, al tenerla de frente fui educado ya que era una ahjumma.

―¿Como dice que se llama? ―pregunte respetuosamente.

―Me llamo Hyo joven ―respondió amable.

―Mucho gusto Hyo ―hice una reverencia ―Soy Jeon Jungkook.

―Mucho gusto ―sonrió.

―¿Sabes por que te contrate?

―Supongo que leyo mi curriculum ―dijo.

―Si, me llamo la atencion que allí decia que usted era de busan ―recordé al leer el documento.

―Si señor ―asintió ―¿por...? ―se quedo mirandome fijamente y yo di una mini sonrisa, ella parpadeo unas cuantas veces y susurro: ―Jungkook...

Esta señora sentia que la habia visto en algun lado pero no sabia donde, trataba de pensar en alguien pero podria ser tal vez algo erróneo, se parecia muchisisimo a mi nana, era como una madre para mi. Ella tambien se llama Hyo, me cuidaba mientras mi padre siempre estaba de viaje. Crecí y me separe de mi padre para empezar una vida solo, con la capital de mi padre, perdí contacto con Hyo y aproximadamente han pasado casi dos años.

―¿Hyo? ―me atreví a preguntar nuevamente.

―Joven...―se quedo viendome ―¿puedo ver su cuello?

―¿Ah? ―me confundí. Pero no, mi instinto no podía fallarme sabia que era ella. Volteo mi cara dejando mi cuello al descubierto, sentí sus dedos y frunci el ceño pero luego recordé el lugar que tenía allí. Por eso hacia eso, ella amaba ese lugar pero yo lo he odiado siempre.

―No puede ser ―puso sus manos en su boca sorprendida ―Jungkook...¡Joven jungkook!

―Na..nana Hyo ―dije con tartamudeo y alegría con sorpresa.

―Creí que nunca te encontraria ―sollozo ―mi niño...―se lanzo a darme un abrazo.

―Oh.. No puedo creerlo ―correspondi al abrazo.

―Estas grande. ―Mi nana acaricio mis mejillas ―¿creces mucho! ―sonrió.

―Nana ―la mire de arriba abajo ―la extrañe mucho todo este tiempo.

―¡Ay mi niño! ―analizo el area de mi departamento ―sigues siendo el mismo desordenado.

―Por eso habia contratado una empleada ―metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón.

―¡Bueno! Entonces manos a la obra ―aplaudió en forma de rapidez.

―¡No! No nana, usted no trabajara ―me adelante a decir.

―¿Pero por qué? Me dijiste que estaba contratada ―enarco una ceja.

―Si pero voy a contratar a otra que se encargue de la limpieza, usted podría solo cocinar ―sonreí.

―¡Claro que no! ―protestó ella.

―Claro que si.

―No mi niño ―negó con su dedo.

―Si, ustedes no va hacer nada más aquí ―dije serio.

―¿Vas a pelear conmigo? Eres un malcriado ―se cruzó de brazos.

―Pero..nana ―me interrumpió.

―Pero nada, no digas nada. Soy mayor que tu ―puso cara sería. Recordé cuando era un chiquito y ella siempre me amenazaba con esa cara.

―Esta bien nana ―bufe.

―Mira en quien te has convertido ―desordeno mi cabello ―tienes muchos guardias en la entrada de aquí.

―Soy un empresario importante ―dije con orgullo.

―Te volviste igual a tu padre, por eso nunca te reconocí. Ademas que no se usar esos aparatos que se mueven con el dedo ―negó con su cabeza. Solté una risa por su falta de conocimiento en el manejo de esos "aparatos"

―Son celulares ―sonreí.

―Como sea, no los utilizo son malos para la vision ―hizo una mueca. Sólo negué con la cabeza, a ella no le gustaban pero eran el pan de cada día en estos tiempos.

―Ok nana, voy a salir un rato vuelvo pronto ―avise.

―Si puedes demorarte mucho hazlo, asi me daras tiempo de ordenar todo ―dijo mirando a todos lados.

―Vuelvo pronto ―repetí de nuevo para luego salir de la casa e ir hacia mi auto, puse los audífonos de Bluetooth y le marque a Jimin, empeze a conducir y el celular a marcar.

―Que sorpresa Jeon ―contestó la otra línea.

―¿Donde estas? ―pregunte.

―En mi casa ¿Por qué?

―Estoy aburrido ―hice una mueca como si el pudiese mirarme.

―¿Qué quieres que haga? ―respondió cortante.

―Dentro de quince minutos nos vemos en el cafe que está en el centro comercial de Hongdae.

―Aish olvidaba que eres mandon.

―¿Iras o no?

―Si, hombre.

―Esta bien, no tardes ―dije antes de colgar la llamada.