Capítulo 68 |Urgencias|

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―¡Eres un loco! ―Eun golpeó el hombro de su acompañante.

―¿Que querías que hiciera? No queria llevarnos ―se defendió Ken.

―Pobre señora, debe ir incomoda allí atrás.

―No los iba llevar aquí adelante, se portaron mal ―agregó Ken ―casi me atropellan.

Y así como dijo Ken lo de robar un auto si era necesario, se cumplió. Necesitábamos llegar vivos a Seúl y siendo un alma amable no lo íbamos a conseguir, él se asomó a la carretera y pidió ayuda pero el señor y la señora no quisieron y casi lo atropellan, así que tuvimos que optar por el plan 'robar auto'. Eun y Ken subieron a los señores amarrados en la cajuela y así era como íbamos sanos hacia la ciudad.

Aunque no del todo, Eun y yo nos habíamos quedado dormida pero los fuertes suspiros y toses que daba Jungkook me despertaron.

―Jungkook. ¿Estás bien?

―Ten...Tengo frío ―siguió tosiendo.

―Él clima esta caluroso ¿Cómo que tienes frío?

―No lo sé, sólo tengo mucho frío ―carraspeo su garganta.

―No puedo encender ma calefacción ―comentó Ken ―nos cocinamos aquí.

―Está bien, no te preocupes ―respondió Jungkook.

Lleve mi mano hacia su frente para tomar su temperatura, estaba ardiendo en fiebre.

―Jungkook...Estas ardiendo en fiebre ―me preocupe.

―Estoy bien, sólo duerme ―me acerco a su pecho, lo abrace para darle un poco de calor pero en realidad el estaba demasiado caliente.

Jungkook se durmió a mi lado pero yo no quería hacerlo, quería estar pendiente de la carretera y esperar a ver la ciudad, Jungkook necesitaba de un médico.

―¡Oigan! Hemos llegado ―aviso Ken con alegría después de unos minutos.

Eun no tardó en pegar un brinco: ―No puedo creerlo ¡Por fin!

―Estamos a salvo...Por fin ―sonreí. Mire a Jungkook y lo moví para despertarnos pero ni se movió, supuse que estaba muy cansado ―Jungkook llegamos, despierta ―volví a moverlo, tenía una sonrisa inmensa en mi rostro.

―Aún tiene un sueño demasiado pesado, pensé que no seguía siendo un flojo al dormir ―comentó Eun.

Sabía perfectamente a lo que se refería, un sentimiento extraño creció en mi y sólo trate de ignorarlo, mientras que Ken sólo le daba un pequeño regaño. 

―¡Eun!

―¿Qué? Sólo decía ―soltó una risa ―golpealo, tal vez así despierte.

―Seguro esta muy cansado ―respondí.

―¿Donde podría dejarlos? ―preguntó Ken.

Las calles de Seúl ya se veían con muchos autos, no conocía este lugar.

―No...lo se, no conozco nada de aquí ―me encogi de hombros.

―¿Como que no conoces? ―me miro confundido ―¿Acaso no eres la novia de Jungkook? El debe enseñarte en donde está todo.

―Es...complicado, tengo muy mala memoria ―reí nerviosa.

―Despiertalo, tenemos que huir porque si ese loco nos encuentra nos matará ―dijo Ken.

―Jungkook ―lo moví un poco más fuerte pero no se levantó ―¡Jungkook! ―casi grite su nombre y lo sacudi, pero él no despertaba, era como si estuviera...―¡Jungkook! ―me asusté al ver que su camisa estaba con sangre más fresca, levanté un poco y vi que su herida sangraba mucho, tenía demasiada fiebre ―está muy mal...Necesita un hospital ―tartamudeé con nervios.

Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora