Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |

Capítulo 36 |Una chica|

―¿Una chica? ―dije sorprendido mirando a Jimin ―Jimin...¿ustedes...?

―Yo...―la chica trato de cubrirse más ―perdón ―hizo reverencia y se fue casi corriendo a la habitacion.

―Woah ¿Que paso en mi ausencia? ―pregunte burlón.

―Jungkook. No es lo que piensas, ella no tenia donde dormir y me pidio quedarse aquí ―dijo nervioso.

―Si claro y yo nací ayer ―reí ―pero que bajo caes, Park.

―Deja de decir tonterías y no cambies el tema.

―No, tu no me cambies el tema. Cuéntame que pasó.

―Aigo, nada solo...me la folle ―susurro lo último ―ahora si sigamos con lo de la empresa.

―Bien. ¿Dime que pasó?

―Que las ganancias bajaron este mes ―me miro serio ―¿sabes por qué?

―No.

Mierda si, era todo lo que habia gastado desde que la mocosa llegó.

―¡Tu! Tu eres el causante ―se tomó la nariz ―Jeon por favor, nunca habías gastado tan mal tu dinero.

―Sólo fueron unos pequeños cambios pero se solucionaran, tranquilo.

―Eso espero, no podemos caer en banca rota, nuestra empresa es una de las mejores en casi toda asia.

―Eso ya lo se, nada va pasar por unos pequeños gastos en exceso.

―¿Y qué hay con lo otro?

―¿El que? ―lo mire confundido.

―La chica.

―Oh...ella, está bien.

―¿Te la follaste? ―pregunto. No sabía que responderle, era mi amigo pero no quería decirle todo lo que hacia con la niñata.

―¿Eso es todo lo que tienes que decirme? ―me levanté del sillon.

―Si, eso era todo, espero no sigas y nos mandes a la quiebra ―él entendio que no quería que tuviese sus narices metidas en mis asuntos.

―No exageres ―abrí la puerta ―nos vemos luego y la proxima vez dile a la chica que no se quede sin lugar para dormir, no sabe a que depredador se enfrenta ―solté una risa. Salí de la casa y me dirigí a mi auto, lo puse en marcha hacia mi casa.

Al llegar busque a T/N, estaba tumbada en el sofá durmiendo, no quise despertarla y me fui a mi habitación a descansar.

T/N POV

Tenía ganas de poner unas cortinas debido a que todas las malditas mañana me despertaba por el sol, con un poco de irritación me levanté y me di una ducha. Luego de eso busque a Jungkook pero no lo encontré, la noche anterior lo había escuchado hablar por teléfono de que ido a a su empresa y si, tal vez lo hizo temprano. Era la hora de almuerzo pero sólo corté unas frutas y las comi, no tenía mucha hambre pero si demasiada calor; opté por la opción de ir por un traje de baño e ir a meterme a la piscina.

Estaba nadando, habían pasado algunas horas y aún seguía allí dentro, mi piel estaba como la de un abuelo. Salí un momento a la superficie y sentí a alguien mirándome, me asusté un poco pero luego me relaje al ver que era Jungkook.

―¿Hace cuanto estas ahí parado? ―me cubri con disimulo.

―Lo suficiente para verte nadar.

―Oh...am..., ya voy a salir.

―Bien, hazlo o te dará un resfriado ―se quedó en el mismo lugar.

―¿Podrías voltearte?

―¿Por qué haría eso? ―fruncio el ceño.

―Porque no quiero que me veas ―dije con incomodidad.

―Ya te vi de otra manera, sal de una vez.

―No.

―Entonces si no quieres que te vea ¿Por qué te pones vestido de baño? ―soltó serio ―¿sabes? A veces pieso que no tienes cerebro.

―Agh ―salí del agua y subí las escaleritas dándole una mirada fría, podía sentir su vista en mi trasero. Llegue a mi habitación y me cambie, me puse una pijama de short corto y camisa manga larga ya que me sentia cansada de tanto nadar.

―Estaré en mi cuarto, no me molestes ―dijo detras de la puerta a lo que yo asenti con un sonido gutural.

(...)

Estaba distraída viendo el techo de mi habitación, aunque estaba a oscuras podía ver un poco. La concentración y el silencio fueron invadidos por unos ruidos, los cuales hicieron exaltarme un poco, con un poco de valentía me levanté de la cama y salí a ver que estaba pasando, los ruidos venían del despacho de Jungkook...¿Se había lastimado y necesitaba ayuda? ¿debería ir? ¿o está arreglando algo y no quiere ser interrumpido? Negué con la cabeza y fui hacia allá, con cuidado puse mis manos en la puerta y recoste mi oido, sólo se escuchaba una cosa:

Gemidos.

¿Estaba tendiendo sexo con una mujer? ¿en qué momento la metió a la casa? Me quedé por un tiempo escuchando como el jadeaba pero en ningún momento escuche lo de una mujer.

«Es una locura, debo irme» pensé. Pero tal vez fue demasiado tarde, mi corazón se tuvo y un frío paso por todo mi cuerpo.

―Se que estas detrás de la puerta, pasa ―me quedé en silencio ―hazlo o te castigare ―entre a la habitacion, estaba un poco oscura pero la luz de los pasillos me dejaron ver.

Estaba sentado en la silla de su escritorio y tenia su...,pene afuera y su mano derecha en el, no tenía todo el pantalon abajo ni la camisa de su traje. Un viento frío paso por todo mi cuerpo queriendo obligarme a salir corriendo de allí.

―¿Sabes? ―metio su pene, apuntó su pantalón y se levantó yendo hacia mi ―mi Nana me enseñó que no se debe mirar detrás de las puertas ―pasó su mano detras de mi cerrando la puerta y quedando a ocuras ―y los que lo hacian eran niños rebeldes ―se aproximó a mi oido ―y los niños rebeldes se deben castigar.

―Amo no era mi inten...―puso su dedo índice en mi boca.

―Shh ¿Qué te dije sobre interrumpirme? ―Me dio una nalgada haciendo que pegara un saltito ―veamos si mereces un castigo ―acuñó mis nalgas en sus manos.

―¿Me vas a pegar con el cinturón? ―soltó una carcajada.

―Me encanta que seas asi ―con fuerza me apego hacia él, sentía su respiración en mi oido ―tal vez te castigue con el cinturon, pero de otra forma ―empezó a dejar besos húmedos en mi cuello. Quería negarme pero mi cuerpo no respondía aquello ―eso es...―me robo un corto beso y luego fue directo al lóbulo de mi oreja, con sus manos se encargaba de recorrer mi cuerpo ―dejate llevar ―me levanto del suelo y fuimos hacia su habitación ―acuestate en la cama ―me indico quitandose su cinturon.

―Espera...no me golpearas con el cinturon ¿o si? ―me asuste un poco pero él negó.

―Este castigo será placentero y muy tortuoso ―tomó mis dos manos y las subió a mi cabeza para luego atarlas ―abre un poco la boca ―se quito su corbata y la puso para que no pudiese hablar o hacer mucho ruido ―ahora por ser una niña mala, te voy a castigar ―puso una venda en mis ojos.

(Editado)