Capítulo 75 |Final|

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Días después

―¿Se dio cuenta de todo? ―abrí mis ojos con sorpresa ―¿Que te dijo?

―Él...―sollozo ―...no sabe que hacer.

Mi mejor amiga puso sus manos y cubrió su rostro, estaba destrozada.

―¿Se arrepiente de haberse casado contigo? ―pregunté deseando que el no hubiera dicho eso.

Alisa hipo y asintió.

―Ese bastardo ―apreté mis dientes ―lo voy a matar.

―No T/N, él no tiene la culpa ―me miro con sus ojos llorosos ―¿Quien quiere casarse con una prostituta?

―No, Alisa. No lo eres, eso fue parte de tu pasado y el no tiene derecho a juzgarte ―me levanté de la mesa furiosa, dejando a Alisa soprendida ―ese pedazo de...No es un santo.

Camine por toda la casa hecha una bola de fuego, necesitaba encontrar a Gun o iba arrancarme los pelos. En ninguna de parte de la casa estaba así que ignorando los llamados de Alisa subí a la terraza, ahí estaba cerca al barandal.

―Te voy a matar ―gruñi. Gun se volteó con una cara de confusión.

Aunque era un poco más bajita que él, pude tomarlo del cuello de su camisa y empecé a sacudirlo.

―¡¿Cómo fuiste capaz?! ―grite. Gun sólo sostenía mis manos pero no me alejo.

―¡Calmate! ¡¿De qué hablas?! ―fruncio su ceño.

―¡¿Cómo puedes hacerle eso?! ―golpeé su pecho. Está vez Gun trato de tomarme las manos pero seguí golpeandolo con furia.

―¡Detente T/N! ―quito mis manos con fuerza, mi peso ganó ante si fuerza y caí al suelo ―T/N...―abrió sus ojos e intento ayudarme pero me levanté antes de que tomará mi mano, intente irme con toda pero me esquivó a toda costa ―¡Estás loca! Basta ―grito ―¡No quiero golpearte!

―¡Poco hombre! ¡¿Cómo puedes arrepentirte de haberte casado con Alisa?! ―grite y me lancé a golpear su pecho.

―¡¿Qué?! ―Gun fruncio el ceño y me tomo con fuerza de las muñecas ―¡Claro que no! Pero que...¡No joder! Ella ha interpreto mal las cosas.

―¿Que? ―ahora fui yo la confundida.

―Sólo me decepcione al enterarme que a mi mujer la habían tocado muchos hombres en el pasado, pero es eso, pasado y no me arrepiento de haberme casado con ella. También hice cosas malas, como ayudar con tu secuestro y trata de muchas más chicas, así que no la juzgo ―explicó.

―¿Entonces...?

―No me arrepiento ¡Tonta! ―soltó mis manos ―no dejas de ser una loca.

―Hmm...―trate de sonreír con incomodidad ―¿Lo siento?


(...)

La luna de miel de los recién casados se había atrasado por el pequeño inconveniente. Aunque a los dos días de hablar su vuelo salió hacia las islas Marianas en Estados Unidos, y aquí estaba Jungkook y yo acompañandolos, mi novio y el de mi mejor amiga ya no se odiaban tanto.

Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora