Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |

Capítulo 44 |Nunca te vayas|

Acostaba en mi cama mirando el techo, no tenía nada más que hacer. Levante un poco la cabeza cuando escuche el timbre, frunci el ceño me senté en la cama, era extraño ya que no esperaba a nadie...Jungkook llegaba en cuatro horas más. Me levante y fui hacia la puerta, tal vez había salido más temprano.

No abrí la puerta y pregunte tras ella: ―¿si? ―mire por el agujero a un chico con un sobre en mano; un repartidor.

―¿Señorita Lee T/N?

―¿Quién la necesita?

―Un paquete para usted, necesito que firme ―respondió. No estaba muy segura pero finalmente abrí la puerta, firmé y me entregaron el sobre. Cerré la puerta y camine un poco mientras abría el sobre.

Hola T/N. Mi hermosa dongsaeng.
hay alguien que amas y esperaste
mucho, que quiere verte. Necesito
que nos veamos hoy a las 5:00 PM
en el centro de Gangnam, hay muchas cosas por contarte. No puedo escribir más pero por favor ve, tu unnie Alisa
necesita darte un gran abrazo.

Era un poco extraño lo que esa carta decía, no podía creerme tan fácil las cosas ¿y si no era ella? ¿qué tal si era una prueba de Jungkook? ¿o de los mismos malos? ¡Dios! Necesitaba creer que era mi mejor amiga.

Tomé una bocanada de aire y me arme de valor, corrí a la habitación para ponerme ropa cómoda y salí en busca de aquel centro comercial.

(...)

―¿T/N?

No debí creer, soy una idiota. Suspire y por ultima vez mire a todos lados, no había nadie.

―¿T/N? ―Tomé con fuerza el pequeño bolso que tenía y me voltee, rápidamente mis ojos se cristalizaron y no aguante las ganas de llorar.

Alisa estaba allí. Ella estaba viva.

―Alis...―corrí a sus brazos ―si eres tú ―la mire con atención ―no sabes cuanto te extrañe.

―Mi T/N, yo también te extrañe..., mucho ―me abrazo fuerte ―¿Donde estuviste todo este tiempo? ―me miro fijo ―¿te llevaron con ellas? ¿lograste escapar?

―Te explicare todo, pero aquí no.

Encontramos un lugar seguro según Alisa, le conté la mayor parte de lo que me había pasado a Alisa pero ella parecía no entender todo. Claro, olvide decirle la parte en la que yo soy la idiota que no quiso buscar ayuda en la policía y sigue al lado de esa bestia.

―¿O sea que después de que te secuestraron te vendieron en una subasta?

―Si.

―¿ Te trajeron aquí, te tenían encerrada pero tu dueño por arte de magia te dejo salir? ―fruncio el ceño.

―Hmm algo así.

―¿Y qué te enamoraste de él? ―abrí mis ojos y me atragante con mi saliva, nunca mencioné eso.

―Yo, yo no me enamoré de él..., creo que no.

―Estas libre, te dejo salir y no sólo una vez ¿Por qué no buscaste ayuda en la policía? ―bufo.

―Tu no lo entiendes, Alis.