Capítulo 42 |Quieras o no|

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Estos días habían sido una locura:

1. Jungkook ha estado demasiado extraño conmigo, y siento que estas vez no son sólo dramas.
2. Shin y yo nos hicimos casi las mejores amigas.
3. La he estado ayudando con su barriga, pasaron cuatro meses, cuando ellas nos dio la noticia su hermoso bebe tenía tres meses.

Amo...―toque la puerta de su despacho.

―¿Que quieres?

―¿Puedo pasar? ―inquiri tomando la manija de la puerta.

―Pasa ―abrí la puerta y me encontré con el rostro de Jungkook ―¿Ahora que quieres? ―bajo su atención al todos los papeles que tenía.

―Quería decirte que voy a salir con Shin ―hable nerviosa.

―¿Querias decirme? ―me miro serio.

―Q-queria, queria pedirte permiso.

―Ahora sales mucho de casa, no creo que sea buena idea que vayas.

―Pero no he intentado nada ―hice un puchero.

―Lo se pero eres muy astuta y no se que puedas estar pensando ―dijo.

―No intento nada, te lo juro ―me acerqué a su escritorio ―sólo quería salir, estoy aburrida aquí cont...―susurre pero Jungkook interrumpió.

―No saldras ―suspiro ―ahora retirate ―tomo nuevamente su boligrafo y regreso a su trabajo.

―Pero prometí ir hoy, está en sus últimos meses de embarazo y quiero ir.

―Dije que no ―no despegó la vista de su trabajo.

No me iba a rendir.

―Hoseok dijo que no estaría, tengo miedo de que rompa fuente y nadie este con ella, por favor amo ―me acerque y puse mis manos en su escritorio.

―T/N ya te lo dije, retirate.

―Pero has estado raro, no quiero seguir aguantando tus malas caras ―hable más sería ―iré quieras o no.

―¡MIERDA T/N! ¡Te dije que no saldrás! ―su repentino grito hizo que me hiciera hacia atrás. Se levantó de golpe azotando sus puños en el escritorio ―¿No entiendes lo que es 'No'? ¡Aquí no haces lo que quieres! ¡¿Entendido?! ―soltó una bocanada de aire.

¿Que le hice? Dios, me había gritado como nunca. Él..., él había cambiado. Siempre fue un malhumorado pero nunca se descargo así conmigo. En todo este maldito año que había pasado el nunca había estado así fuera de control.

«T/N no llores. No llores» me dije a mi misma. Pero al carajo, no pude y las lágrimas rodaron por mis mejillas.

―N-no...No llores ―hablo tratando de calmarse ―no vas a salir, vete a tu habitación ―se sentó y sin dudarlo salí de allí.

―Imbécil ―dije para mi misma.

Fui a la cocina. Preparé un té ya que era lo único que podía calmarme en estos momentos. Era una mierda sentir más mierda, no entendía en que momento sus gritos y todo de él me afectaban tanto ¡Mierda! Me estaba volviendo débil ante él, como antes...¿O nunca fui fuerte y él fue amable? ¡Dios! T/N ¡Eres su puto juguete sexual! Te lo dijo desde un principio.

Bien, bien. No hay nada más que rabia entre nosotros dos, nada más que eso, la lujuria hace que nos comportemos como imbéciles.

―T/N ―escuche la voz de Jungkook acercarse. Quise correr y esconderme en algún lugar pero no pude, él ya estaba a mi lado ―llame a Shin..., dice que te espera para la cena.

No me des fuerza porque si lo mató voy a la cárcel.

―No quiero ―dije sin mirarlo. Tomé un sorbo de té.

―No la dejes esperando, ve. A las 11:30 PM iré por ti ―se retiró sin decir más.

Si él es así conmigo entonces también lo seré con él, por un momento pensé en no ir pero rápidamente cambie de pensamiento, quedarme con él era un horror así que me puse una falda verde a cuadros, una camisa manga larga corta (mostraba un poco mi ombligo) y unos botines negros. Tomé un taxi y le di la dirección de la casa de Shin.

(...)

―No digas eso T/N ―puso los platos.

―¿Qué quieres que te diga? ―puse los cubiertos ―es un idiota.

―Tal vez solo tuvo un mal día ―trajo unos platos con la cena.

―¿Uno? ―reí con sarcasmo ―eso no es ni la mitad de los que ha tenido ―traje el jugo de naranja.

―Dejalo, Hoseok también se pone así ―nos sentamos en el comedor ―parece que les llegara la menopausia ―reí por su comentario ―así me gusta, esa sonrisa grandota.

―Siempre que vengo aquí alegras mis días ―sonreí.

―Me encanta que sea así.

Después de comer le ayude a Shin con la cocina, terminamos y nos sentamos en la sala a hablar de todo un poco. Adoraba cuando la barriga se movía, ella decía que a la bebé le gustaba mi voz.

―¿Que hora es? ―me preocupé.

11:25 PM ¿Tienes que irte? ―cuestionó.

―Si ―me levanté del sillón ―gracias por la cena.

―Te llevaré a tu casa ―intento levantarse así que la ayudé ―¡aigo! Peso mucho ―soltamos una carcajada.

―Ese bebé esta creciendo mucho. Oh, y no te preocupes, Jungkook viene por mi.

―¿Segura? No tengas vergüenza, puedo llevarte.

―¡Dios no! Shin, es peligroso que conduzcas. Tranquila.

―A veces se me olvida, vamos, te acompaño a la puerta.

―Tranquila, puedo esperar un momento mientras llega Jungkook y si tu esposo no llega pues me quedo contigo ―dije.

―Que dices. Sabes como es Jeon, vamos
―y como si ella lo hubiese llamado, una bocina se escucho ―y ahí está tu Romeo.

―No me perderé ―ignoró lo que dije y me acompaño a la puerta. Al abrirla mire a Jungkook, el levanto su mano y saludo a Shin ―¿segura que estarás bien sola?

―Si, Hoseok dijo que llegaría a las doce, tiene mucho trabajo estos días ―palmeo mi espalda.

―No estoy muy segura de dejarte aquí.

―T/N basta, Jeon está esperando por ti.

―Esta bien ―le di un abrazo y me despedí.

Camine hacia el auto de Jeon, él se subió e hice lo mismo con una cara sería.

―Hola ―me miro.

Con mi vista en frente respondí cortante: ―hola.

Jungkook puso en marcha el auto. La ciudad de noche era una maravilla, gracias al cielo este imbécil bipolar condujo despacio y así pude apreciar la ciudad.




(Editado)

Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora