Soy Tu Dueño |Jungkook Y T/N |

Capítulo 34 |Hermosa vista|

Me encontraba en la orilla de la terraza viendo las maravillosas luces de la ciudad, el paisaje urbano frente a mis ojos me hacia olvidar un poco por lo que estaba pasando. Lamentablemente siempre tenía que llegar él y arruinarlo todo.

―¿No piensas suicidarte o si? ―se puso a mi lado contemplando la vista.

―A veces quisiera...―dije con nostalgia ―pero no puedo.

―Fácil. Te pones aquí ―señaló el barandal ―te volteas para que así cuando caigas no sientas nada y la muerte sea rápida

¿Así de fácil era? Pues lo iba hacer, si el quería eso lo haría.

―Bien ―seguí sus instrucciones. ¿Él sería capaz de detenerme o sólo me dejaría caer?

―¡Hey, hey! ―me agarro de la cintura ―¿Que mierda haces? Bajate de ahí ―me tomo con fuerza y me tiro haciendo que terminaramos en el suelo.

Había estado tan cerca, no quería hacerlo pero mi mente me gritaba que lo hiciera. Jungkook me había tirado con fuerza impidiendo que pudiese acabar con mi vida. No había tenido miedo o alguna tristeza cuando estuve parada detrás del vacío.

―Estas loca ―se levantó del suelo.

―Me dijiste que lo hiciera ―limpie mis rodillas.

―No te dije que lo hicieras, te di una opcion y, fue una broma ―me fulmino con su mirada y se volvio a poner al lado del barandal.

―Pues lo hubiese hecho ―me acerque de nuevo pero Jungkook me empujo hacia atrás.

―Si vuelves hacerlo otra vez, te dejo caer ―me dio la espalda para así él seguir contemplando la ciudad.

―No lo hare ―me puse cerca a la baranda. Mi abdomen estaba apegado a ella mientras mis codos se sostenían ―¿Por qué eres tan raro? ―suspire y lo voltee a mirar.

―¿Por qué eres tan preguntona?

―Porque quiero saber.

―¿A qué te refieres con "raro"? ―hizo comillas.

―¿Por qué me compraste? ¿Que más quieres de mi?

―Porque si, no quiero nada de ti más que placer ―respondió con frialdad.

―¿No podias conseguir otra mujer que no fuera yo?

―Fuiste la unica que se cruzó en mi camino cuando necesitaba mucha actividad sexual.

―Habían más chicas en la subasta..., mejores que yo.

―Fuiste la única que llamó mi atención ―se encogió de hombros.

―¿Algún dia me dejaras ir? ―murmure.

―Tal vez ―me miro serio.

―Quisiera poder salir como una persona normal, ¿Al menos podría?

―Cuando confie en ti, y sepa que no trataras de escapar, lo hare ―me guiño un ojo.

―¿Por qué un dia te comportas tan bien y otro pareces un monstro? ―solté un suspiro.

―Deberías empezar acostumbrarte, pero si prefieres mi versión agresiva entonces la tendrás.

―Prefiero que sigas así...―solloce ―...bueno ―unas pequeñas lágrimas se me escaparon ―es más agradable ―con rapidez las limpie.

―N-no...se ―me miro con el ceño levemente fruncido ―¿Por qué lloras? Me irrita que llores y te quejes.

―Lo siento amo ―agache mi cabeza.

―¿Quieres comer algo? ―negué ―entonces vamos a quedarnos aquí.

Mi momento nostálgico se había ido debido a mi gran atención por las luces que alumbraban la ciudad, con los minutos empezaban hacerse escasas ya que la gente se iba del trabajo hacia sus hogares. Suspire y de reojo volví a mirar que Jungkook tenía su atención en mi.

―¿Por qué me miras tanto?

―¿No puedo mirarte o que? ―espetó.

―Me incomoda.

Escuche un bufido de su parte, me quedé callada por unos segundos hasta que él volvió a interrumpir el ambiente.

―T/N...―respondí con un sonido gutural ―¿alguna vez has besado a alguien? ―abrí los ojos pero no lo voltee mirar. ¿Estaba escuchando bien? ¿Que carajos pasaba con este hombre?

―Si ―respondí.

Gun. A él lo besé.

―¿Quien? ¿Tenías novios cuando paso todo esto?

Alto, alto. ¿Estaba preguntando por mi vida antes de todo este infierno? ¿Era preocupación o que mierda?

―Bese a un chico muy lindo y supongo que iba formar parte de mi vida pero creo que ya no ―dije ―...y nunca he tenido novio.

―¿Fue tu primer beso?

―Si, fue tan corto que ya ni recuerdo el momento ―lo mire ―¿Por qué preguntas eso?

―Sólo quería y ya ―hablo con seriedad.

―Eres muy raro, tus cambios de humor me dan es...

Mis palabras fueron calladas por él, sus labios estaban pegados a los míos, mis ojos estaban tan abiertos que podía ver todo su rostro, él trataba de seguir un beso pero yo no correspondía ¡No sabía que estaba pasando! Cerré los ojos poco a poco y me deje llevar, Jungkook tomo mi rostro en sus manos y seguimos con aquel beso, majestuoso y sorpresivo, el viento frío choco con nuestras pieles pero se sentía bien ya que sus labios me brindaban una calidez divina. Me separé de él y lo mire con sorpresa, necesitaba asimilar lo que había pasado.

―Tu...tu ―me toque mis labios con la mano, no podia creer que ese loco me había besado ―¿Q-que hiciste? ―dije nerviosa.

―Te bese ―volvio su vista a la ciudad con tranquilidad ―ahora este es tu segundo beso, conmigo.

―Eso creo...―miraba confundida su rostro.

―Deja de mirarme así ¿acaso no beso bien? ―enarco una ceja.

―No, es solo que...¡Ah! ―salí de allí.

No sabía el por que me había puesto tan nerviosa, ni siquiera dar una explicación podía. Corrí subiendo las escaleras, podía oir los pasos de Jungkook detrás de mi, cuando pensé que podía estar libre de él me equivoque al sentir un fuerte jalón; me volteó hacia él y plantó otro beso entre nosotros, un beso suave que se fue convirtiendo en rudo, sus labios se movían con rapidez y era difícil seguirle el paso, me separé un poco para tomar aire pero él volvió atacar mis labios.

―Es-espera...

―Shh-Shh ―acaricio mi mejilla y siguió besandome.

Hizo que mis piernas se enredaran en sus caderas, me besaba con rudeza. Empezó a caminar hacía una habitacion, poco despues sentí el suave colchon tocar mi espalda. Jungkook se puso sobre mi sin dejar caer su peso, dio caricias leves en todo mi cuerpo, sus manos frías se adueñaron de mi piel, una de ellas se coló debajo de mi bolsa y acaricio mis pechos sobre el sostén. Quería detenerlo pero no podía, era como si mi cuerpo y mente me estuvieran jugando una mala pasada, no queríamos que el se detuviera. Mi amo empezó a dar besos húmedos en todo mi cuello, mientras que sus manos hacían de las suyas, con lentitud me quito la blusa pata luego bajar sus manos a los botones de mi short, los empezó a quitar con lentitud y luego bajo la prenda por mis piernas. Solté algunos jadeos cuando paso una de sus manos sobre mi intimidad, se alejó un poco y observe como se deshacía de su camisa y pantalón.

Se acercó a mi y hablo: ―Quiero estar dentro de ti ―dicho esto atacó mis labios y empezo a tratar de quitar mi sostén.