CAPITULO 1

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Muchos años después del reinado de los Pevensie o de los Telmarinos, surgió un pueblo unificado, entre humanos y Narninos, todos convivían en perfecta armonía.

Aquella mañana de otoño, Alana, una joven de diecisiete años, de pelo largo, rizado y prácticamente negro; de ojos azules y piel blanca, caminaba por los alrededores de donde se hallaba el castillo en el que vivía.

Alana caminaba junto a su arco, sabía que tras la desaparición de su hermana mayor el hecho de que saliera sin ninguna protección al bosque era arriesgado. Pero la joven, adoraba la libertad y la tranquilidad que aquel lugar la proporcionaba, ella sabia que no había nacido para reinar ni ser reina, ella había sido criada para luchar y ser un guerrero, no para estar en un trono y encerrada en un castillo. Pero tras los sucesos de los últimos años, el hecho de querer ser un guerrero, era muy lejano.

-¿En donde estamos?- Preguntó una voz femenina.

Alana camino cogiendo su arco y una flecha que coloco mientras caminaba. Se escondió, y vio a cuatro desconocidos, dos chicas y dos chicos. Los cuatro llevaban ropa muy extraña para la joven, ella comenzó a preguntarse, ¿quienes eran?

-Estoy seguro de que esto es Narnia.- Dijo el chico mas joven, este tenia el pelo negro, la piel pálida y los ojos oscuros.
-No lo parece.- Respondió una chica, ella tenia el pelo negro, y los ojos azules.

Alana miro a todos, y se dio cuenta de que podían ser enemigos, ellos podrían haber secuestrado a su hermana.

-¿Quienes sois?- Pregunto ella con el arco en la mano.
-¿Quien eres tu?- Preguntó el otro chico. Este era rubio y tenia los ojos azules.
-He preguntado antes, además, este es territorio de mi pueblo, vosotros sois intrusos. Darme una buena razón para que no os mate.- Alego Alana fríamente.
-Conocemos a Aslan.- Respondió la otra chica, ella tenia el pelo castaño, los ojos azules y la piel pálida.
-¿Aslan? Él se fue hace mucho tiempo.- Respondió ella con tristeza.
-¿Ha muerto?- Preguntó de nuevo el rubio.
-No, él se fue cuando los reyes murieron. Ahora decirme, ¿quienes sois?- Dijo con desconfianza Alana.
-Somos los reyes de antaño.- Respondió el chico moreno.
-Yo soy Lucy, y ellos son mis hermanos, Susan, Edmund y Peter.- Dijo la chica de cabello castaño.
-¿Cual es tu nombre?- Preguntó Susan con una sonrisa.

Antes de que Alana pudiera responder se escucho un cuerno.

-Seguir todo recto. Llegaréis al pueblo, si es cierto lo que decís, él os conocerá.- Alego Alana marchándose.

Alana corrió todo lo que podía, hacia muchos años que alguien nombraba a su abuelo, padre de su padre, y eso a la joven la causaba temor. Había muchas leyendas en Narnia, y el hecho que ellos, los hijos de Adán y Eva, hubieran regresado por cuarta vez, era algo extraño.

Alana llego al castillo y se metió en un pasadizo, corrió por él hasta su habitación, al llegar se puso un vestido de color blanco y guardo la ropa que había usado para ir al bosque. Tras estar lista, salio de su habitación como si no hubiera pasado nada.

-Alteza, no deberíais de salir del castillo.- Comentó una voz a su espalda.

Alana se dio la vuelta y vio a Edward, uno de sus mejores guerreros y consejeros. Él era un centauro, a su lado estaba el rey Caspian X, un Telmarino que apareció en la playa hacia ya seis meses. Caspian tenia unos dieciocho años, el pelo corto y de color negro; y los ojos oscuros.

-Edward, siempre te digo lo mismo. Que me llaméis por mi nombré. No saldré del castillo a hurtadillas, hasta que aprendáis todos a que no me debéis de tratar con tanta cortesía.- Dijo ella molesta.

Edward se fue haciendo una reverencia, mientras Alana negaba con la cabeza.

-Ha habido otro ataque al norte.- Comento Caspian.
-Si me dejaran iría yo y pararía esto, se usar cualquier arma. Fui entrenada para cazar y matar a las brujas que todavía creen en la magia negra y en el poder de Jadis. Esto podría haber terminado hacia ya meses.- Alego ella enfadada.
-Es mejor que no, eres la heredera al trono.- Comentó él.
-¿Y? Si voy a ser reina se supone que antes de mi seguridad, esta la de mi pueblo, no puedo ser un gobernante si no me dejan salir de aquí. En un año, seré reina, es la cuenta atrás. Si es cierto lo que esta sucediendo, ella ha regresado y puede que esta vez ni las profecías que una vez nos salvaron, lo hagan.- Respondió Alana enfadada.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora