CAPITULO 8

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Llegada ya la mañana, los reyes de antaño y el centauro llegaron al castillo de los elfos.

Allí fueron recibidos y atendidos por la reina. Ella tenia el pelo largo, negro y rizado; los ojos azules y la piel pálida. Al igual que todos los elfos, la reina era mas alta que los humanos y poseía muchos años. La hermosa reina, se hacia llamar Shiary.

-Alteza.- Dijo Edward inclinándose ante ella.
-¡Edward! Que grata sorpresa. ¿Donde esta Alana?- Dijo la reina con una sonrisa.
-Es largo de contar.- Alego el centauro. -Alteza, ellos son los reyes de antaño.- Añadió el centauro.
-Lo se. Todos los Narnianos sabemos de vosotros cinco. Espero que vuestra estancia aquí sea de vuestro agrado.- Rió la reina.
-Alteza. Varias brujas están atacando un punto en concreto en el bosque.- Dijo un elfo de pelo rubio.
-Poner en marcha las salvaguardias. Y que un pequeño grupo se dirija allí. Ya sabéis los protocolos, atacar y luego preguntar.- Alego la reina con preocupación.

El elfo salió corriendo para llevar acabo las ordenes de la reina.

Mientras, Alana luchaba contra las brujas, bueno, en realidad, se protegía de ellas. En un despiste una de ellas la había atacado, provocándola una herida no muy profunda, pero sí larga y de la que manaba bastante sangre. Gracias a su colgante, los hechizos, en su mayoría no la afectaban. Pero ella sabia que aquel escudo pronto desaparecería, al igual que sus fuerzas.

-No os molestéis en malgastar vuestras energías. Ella acabará por malgastar las suyas, un hechizo de protección debilita, incluso, a la mas poderosa de nosotras.- Rió la Bruja de pelo puntiagudo.
-Tan poderosa afirmas ser, ¿porque no luchas contra mi, maldita Bruja?- Grito Alana llena de odio.

La Narniana se intento poner de pies, pero cayo al suelo tosiendo. Las Brujas comenzaron a reírse, al ver, como Alana estaba incapacitada.

En el instante en el que el escudo comenzó a ceder, los elfos, enviados por Shiary llagaron, atacando a las Brujas. Estas huyeron, mostrando en el suelo, a Alana inconsciente. Los elfos la cogieron, junto a su yegua y las armas, que ella se había llevado.

Los guerreros llegaron al castillo, donde la reina les esperaba en solitario. Ya que los reyes de antaño y el centauro habían sido llevados a las que serían, sus respectivas habitaciones.

-¡Por Aslan! ¿Que a pasado?- Dijo Shiary alarmada.
-No lo sabemos con exactitud, alteza.- Respondió el elfo que la llevaba en brazos.
-Llevarla a la enfermería y curarla de inmediato. El collar que lleva del cuello, dármelo.- Dijo ella preocupada.
-Además con ella estaba esta espada y otra que estaba hecha añicos, y una yegua con armas para matar a Brujas.- Dijo otro elfo.
-Quitarla a la yegua las armas y darla comida y agua. Las armas llevarlas a la habitación de Alana.- Dicto la reina.

El elfo y la reina se dirigieron a la enfermería, allí la pusieron en una cama, donde la empezaron a examinar y a curar sus heridas. La reina cogió el colgante de Alana y se le llevo a la biblioteca, allí hablando estaban los reyes de antaño junto a Edward.

-Ese colgante es de la princesa.- Alego Edward.
-Alana estaba siendo atacada por un grupo de Brujas, y este colgante creaba un escudo protector para ella. Es extraño, pero tal vez estas piedras, sean mas importantes de lo que se cree.- Explico ella mientras mostraba un libro con unas letras doradas.
-¿Que idioma es?- Preguntó Caspian con curiosidad.
-Elfico.- Respondió Edward mirando el libro.
-Así es. Muy pocos saben el idioma. No se lo enseñamos a cualquiera.- Rió la reina.
-¿A quienes se lo habéis enseñado?- Preguntó Peter con curiosidad.
-El último Narniano, fue Alana cuando vivió aquí.- Dijo la reina mientras habría el libro.

Allí vio una piedra similar a la que estaba en rojo en el colgante.

-¿Que habéis encontrado?- Preguntó Edward mirándola.
-La piedra roja, es la piedra mas poderosa para las brujas que practican la Magia Negra. Aquí, pone que adquiere la forma que necesite la portadora. Se perdió cuando Jadis fue derrotada... -Leyó Shiary alzando la vista.- Por vosotros.- Añadió mirando a los Pevensie.
-¿Que hace Alana con esa piedra?- Pregunto Edmund con curiosidad.
-No creo que la haya encontrado. Tal vez, Sigrid la encontrase y se la diera.- Alego la reina buscando la otra piedra.
-¿Y la otra piedra que puede ser?- Preguntó Lucy mirando el collar.
-Por la forma y el color, tal vez podría ser la legendaria piedra Blanca.- Comentó Edward mirando a la reina.
-¿La piedra Blanca?- Preguntaron Edmund y Peter a la vez.
-Es una piedra tan poderosa como mítica. Según las leyendas, las Grandes Brujas pueden controlarla.- Explicó Shiary mirando a Edward.

El centauro asintió, antes de que la reina pudiera formular su pregunta.

»Si Alana es la Bruja que hablan las leyendas. Estas dos piedras, en su poder, pueden ser tan poderosas como peligrosas. Me cuesta entender, como su madre pudo darla estas piedras.- Alego la elfa con temor.
-Podria contarnos sobre la leyenda.- Pidió Susan mirándola.
-Hace muchos años, surgió la primera Gran Bruja. Ella poseía el don de materializarse en un elemento, el fuego. Elemento al cual las Brujas aborrecen. Una Bruja la mato y otra evito que usara su corazón para el fin que tenía. Con su corazón y su último aliento, las dos Brujas forjaron una espada que fue oculta al ojo humano. Únicamente, su legítima dueña podría usarla. Se dice, que una Bruja, nacida del rey de las bestias, poseerá un poder mayor. Pero al mismo tiempo, una Bruja renacida de la muerte, podrá dar fin a su vida.- Narro Shiary a todos.
-Alana es la Bruja nacida del rey de las bestias. Su abuelo es Aslan. Y la Bruja renacida de la muerte es Jadis. Si es cierto esa leyenda. Habría que evitar que la enfrentara.- Alego Peter.
-Buena suerte para intentarlo. Nadie puede evitar que ella busque venganza. Y mas cuando sabe quienes mataron a sus padres. Antes de ser princesa es una cazadora. Hace ocho años hizo un juramento, el cual ninguno de nosotros hemos roto.- Dijo Shiary mirándoles.

Mientras la reina resolvía las incógnitas que tenían los reyes de antaño. Jadis miraba con odio a las brujas.

-¿Como es posible que esa niña tenga esas dos piedras y la espada...?- Preguntó ella gritando.
-Tal vez sea una Gran Bruja Blanca.- Comentó otra bruja.
-Imposible, habría manifestado ya sus poderes. Tal vez, ese colgante se active por Sigrid. Os recuerdo que era muy poderosa.- Alego Jadis mirándolas.
-¿Sigue en pie, ir al castillo de los elfos?- Preguntó una bruja con la capacidad de transformarse en un animal.
-Por supuesto. Una cazadora no nos impedirá ir a por lo que es nuestro.- Dijo Jadis riéndose.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora