El nombre que aparece en este capitulo, Acheron, se pronuncia Aqueron o Akeron.
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Sus ojos se abrieron de golpe, seguido de un leve quejido debido al dolor que sentía, no solo en el brazo, sino, en la cabeza. La noche cubría de sombras todo a su paso. La luna al igual que las estrellas eran tapadas por las nubes, mientras el viento movía las ramas de los arboles arrastrando sus hojas, indicando de esa forma la llegada del inminente otoño a la isla del Agua.
Alana suspiro y se estiró, al cerrar sus ojos recordó lo que había sucedido. Había permitido que sus sentimientos negativos la invadieran, haciendo que saliera su verdadero lado animal y de Bruja. La Narniana se cambió de vestido y salió al exterior, debía de encontrar a su abuelo ya que debía de pedirle disculpas. Alana recorrió el castillo como un alma en pena, mientras su mente abandonaba aquel mundo y viajaba al suyo propio. El castillo al igual que el exterior estaba a oscuras, haciendo que las sombras reinaran en la oscuridad y todo aquello que podría causar temor llegara hasta allí.
-Alana, ¿que haces levantada?- Dijo Aslan tras ella. Alana se detuvo y se dio la vuelta mirando a la sombra del león.
-Siento lo sucedido antes. No era mi intención gritarte.- Dijo Alana bajando la cabeza en símbolo de arrepentimiento. El león río y la miro con cariño, mientras recordaba a su hijo.
-No te preocupes de ello, pequeña. Se que lo que sucede no es lo que esperabas. Pero comprendo que estés enfadada, eres igual a tu padre.- Rió el león poniéndose a su lado.
-¿Mi padre? ¿Identica a él? Lo dudo.- Alego Alana mirándole.
-¡Claro que sí! Eres igual de terca que él y el mismo carácter.- Rió Aslan haciendo sonreír a su nieta.
-¿Hay alguna forma de traer a Alisa?- Preguntó Alana mirándole.
-Sí, se puede. Y la única que puede eres tú. Comprendo que tras lo sucedido y el dolor que sientas al usar tus...- Empezó a decir Aslan cuando Alana le corto.
-Lo haré.- Dicto ella con seguridad.
-¿Segura?- Preguntó él preocupado.
-Prefiero sufrir yo que saber que mi hermana esta encerrada.- Dijo Alana mirándole.Al oír aquello, Aslan supo que su nieta pequeña se había convertido, no solo en adulta, sino, en un líder. El león comenzó a caminar, guiando de esa forma a su nieta hasta donde estaba la bola de nieve de cristal. Al llegar, Alana cogió entre sus manos la bola y sintió un escalofrío que recorría todo su cuerpo.
-Esta aquí. La siento.- Dijo Alana en voz alta.
-Así es. El hechizo es complicado, pero solo una Gran Bruja Blanca puede romperlo.- Dijo Aslan mientras los Pevensie se quedaban en la puerta.
-Deje de serlo. Renuncie a toda magia que me involucrara con ellas.- Alegó Alana mirando al león.
-Aunque renunciarás, lo sigues siendo, y eso en muchos casos te va a beneficiar.- Alego el león.Alana asintió mientras su vista se centraba en la bola de nieve. La Narniana se sentó en el suelo, dejando la bola de nieve a unos centímetros, con un rápido movimiento con su mano iluminó la sala, mientras su vista, seguía puesta en su objetivo. Alana cerro sus ojos y levanto sus manos, de ellas empezaron a salir pequeños destellos rojizos que empezaron a envolver a la piedra. Aslan observaba con atención lo que ocurría, al igual que los Pevensie, quienes apenas observaban algo.
Un pinchazo recorrió por completo el cuerpo de Alana, lo que la causo que se quejará, pero continuo, el hecho de poder salvar a una de sus hermanas, y recuperar a alguien de su familia era mucho mas importante que cualquier dolor en aquellos momentos, y ella lo sabía mejor que nadie. Lentamente la bola de nieve comenzó a agrietarse, pero aquello, todavía, era innecesario, debía de romperse por completo para liberarla.
-Lo estas haciendo bien.- Dijo Aslan observando a su nieta.
-Duele.- Respondió ella con una expresión de dolor y esfuerzo.
-Descansa.- Alegó Aslan con preocupación.
-No.- Dicto ella conteniendo el dolor y prosiguiendo.Aslan la miro con temor y observo a los Pevensie, estos miraban con curiosidad lo que sucedía. Alana miraba la bola de cristal, mientras sentía que se debilitaba, así que con algo de dificultad se puso de pies y se concentró. Lo que provoco que la ráfaga rojiza la envolviera, levantando un poco de aire. La Narniana cerro los ojos y alzo la cabeza, permitiendo que algunos recuerdos vagarán hasta su mente.
-Te quiero.- Recordó Alana.
Aquello la pareció extraño, ya que aquella voz no era de Derek, y ella no se había vuelto a enamorar, lo que la pareció raro, pero siguió haciendo lo que hacía, ya que sabia que aquello era mas importante que un estúpido recuerdo. De nuevo se escucho como algo crujía, la bola de nieve empezó a agrietarse más hasta que se rompió por completo soltando nieve. Todos se cubrieron la cara, a excepción de Aslan, quien la escondió. Alana observo a una chica tendida en el suelo y lentamente todo la empezó a dar vueltas y el dolor se incremento. Sin importarla, se acerco a ella, y la observo.
La chica era de su misma altura, la piel blanca y el pelo era de un castaño tan oscuro que parecía negro. Alana la miro, y se dio cuenta de que eran idénticas, era como mirarse en un espejo. Alana se arrodillo mientras se tambaleaba, al acercarse un rayo de luz salió y el dolor desapareció. Segundos mas tarde Alana se desplomo al lado de su hermana. Aslan corrió hacia sus nietas, y vio que las finas venas negras que ambas tenían desaparecían y que una pequeña ráfaga dorada y plateada envolvía a ambas.
-Lo ha conseguido.- Dijo Aslan sin creerselo.
-¿Que ha conseguido?- Preguntó Lucy mirándole.
-Algo que solo Jadis podría hacer. Liberar a alguien de una prisión como esa no requiere únicamente de poder, sino, de valentía. Y mas cuando ella no sabia que si no podía liberarla podría morir. Pero sabia que podía, ambas son las reencarnaciones del poder de Acheron.- Explicó el león.
-¿Quien es Acheron?- Preguntó Susan mirando al león.
-Según las leyendas fue un ser que vivió en vuestro mundo, alguien muy antiguo y que os doto de sabiduría y forma, una forma idéntica a la de los Guardianes. Por ello os parecéis a ellos, pero lo que Acheron no quiso daros fue poder, ya que sabia lo peligroso que podría ser.- Explico Aslan a los Pevensie.
-Entonces, ¿porque ellas tienen su poder?- Preguntó Edmund con curiosidad.
-Su madre, Sigrid, era descendiente de Acheron y él mismo dijo, que cuando un Alma en dos se rompiese su poder regresaría. Creo que es por ello, que Jadis quiere sus Almas.- Aclaro el león acercándose a ambas.El león, con ayuda de Peter y Edmund, llevó a ambas hermanas hasta la habitación de Alana, allí las dejaron y observaron como el collar de la Narniana comenzaba a desaparecer, era como si se desintegrase sin que nadie le tocara.
-¿Porque se desintegra?- Preguntó Peter al león.
-Aquellas dos piedras, tenían el deber de unir a ambas hermanas. Sí, eran piedras de Brujas, porque Acheron fue, el primer hechicero. Muchas leyendas, narran que su poder residía tanto del sol como de la luna, y es por ello que creo que Alana y Alisa tienen esas cicatrices.- Aclaro el león marchándose.Cada uno tomo un camino diferente, dejando en la habitación a ambas hermanas, de nuevo juntas tras tanto tiempo separadas, haciendo que una nueva era se alzase sobre todos. Ya que ambas poseían tanto poder que con un solo pestañeo podrían destruir todo a su paso.
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𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎
FanfictionLa Bruja Blanca ha regresado. Los reyes de antaño también. Y junto a ello un poder que se creía extinto. ☆ portada realizada por: @DreamsGraphics ☆ #9 peterpevensie (15/9/2019) #1 pevensie (27/9/2019) hasta el (28/10/2019) // (21/11/2020) #4 pevensi...