𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎

CAPITULO 20

Isabella llevo a Alana hasta el Santuario, al llegar allí observaron como la herida se curaba sola. Lentamente surgió una nítida imagen de Aslan. El león se acerco a su nieta y sonrió con orgullo.

Aslan se puso frente de Alana y poso una de sus patas sobre el cuerpo de ella.

-Informa a las Brujas, que ella a renegado de la magia de Bruja, únicamente aceptado ser una Elemental.- Explicó el león mientras Alana comenzaba a respirar.

Aslan desapareció y Alana abrió sus ojos, observando a Isabella ante ella.

-¿Que a sucedido? Me duele la cabeza.- Alego ella sentándose.
-Nada.- Rió la Gárgola abrazándola.

Alana miro a su alrededor y miro hacia la playa, la Narniana se puso de pies y camino hacia ella, en el exterior, los Pevensie observaron, incrédulos, como Alana caminaba y respiraba.

Al mirar hacia la playa, Alana vio a una mujer, la Narniana se detuvo y sonrió sin poder apartar la mirada. Rápidamente corrió hacia la playa y se dirigió hacia la mujer.

-Mama...- Dijo Alana con lágrimas en sus ojos.

La mujer sonrió y miro a Alana.

-Mi niña.- Alego la mujer abriendo sus brazos.

Alana corrió hacia ella abrazándola, mientras comenzaba a llorar.

-Has crecido.- Rió la mujer limpiando las lágrimas de su hija.
-Han sido muchos años...- Respondió Alana bajando la cabeza.

Tras ella, Isabella y los reyes de Antaño observaban, todavía, incrédulos, a la mujer, que en teoría debía de estar muerta.

-Siento lo que sucedió. Se que viste lo que sucedió, pero creía que hacia bien.- Alego Sigrid mirándola.
-Luchaste por protegernos, a mi, a Evi, a los Narnianos e incluso a papá. Entiendo lo que hiciste, yo también lo haría, así me lo habéis enseñado, tú, papá, el abuelo, mi hermana, y todos aquellos con los que me he instruido. Ahora, Evi se ha ido...- Comento Alana con la voz rota.
-Todavía hay esperanza. Aunque hayas renegado de tú parte de Bruja, sigues sabiendo de los hechizos que el libro te mostró e incluso todavía te pertenece. De lo único que has renegado ha sido de tus poderes, pero todavía posees mi sangre. Sangre de una Bruja.- Alego su madre con una sonrisa.
-Reina Sigrid.- Alego Isabella haciendo una reverencia.
-Gracias por cuidar de ella.- Rió Sigrid mirando a la Gárgola.
-En realidad fue ella quien a cuidado de nosotros.- Rió Isabella haciendo sonrojar a Alana.

Sigrid miro a los cinco reyes y se inclino ante ellos en modo de reverencia.

-Siento mucho, lo que mis hermanas os han hecho.- Pidió disculpas.
-No tiene la culpa de sus actos. Ellas sabían perfectamente lo que estaban haciendo, cuando traicionaron a Narnia.- Respondió Edmund mirándola.
-Hija, el cuerpo de tu hermana todavía esta presente, esta en Narnia, escondido y todavía hay una pequeña esperanza de que este viva. Debes de encontrarla, y evitar que Narnia sea destruida, sabes que si eso sucede, Allende regresara. Al igual que tú hermana esta libre, Jadis también lo esta, y a vuelto a tener una forma humana.- Explicó Sigrid a su hija.

Alana asintió mientras miraba a su madre.

-Si la Luna de sangre la ha hecho invencible, puede que la Luna Azul la debilite, ¿no? Ya que la de Sangre era la sagrada para las Brujas de Magia Negra y la Azul es sagrada para las Brujas de Magia Blanca.- Alego Alana mirándola.
-Enefecto, la Luna Azul debilita a las Brujas Oscuras, pero también es peligrosa para nosotras. Por ello siempre debes de recordar una cosa: "Para la materia Oscura, arde el fuego Oscuro, y del fuego Oscuro los poderes de todos nacen. En el mundo de las Brujas, de la Oscuridad y la Luz. Todos los poderes unidos hacen el poder y del fuego Oscuro nacerá la gran Oscuridad y la gran Luz. Cualquier poder es Oscuro, y al mismo tiempo, es Luz."- Dijo Sigrid mirando a su hija.