Habían pasado varios días desde el ataque al muelle, desde entonces Alana apenas había hablado con alguien o hablaba del tema. La princesa se pasaba todos los días entrenando, desde que salia el sol hasta que se ocultaba en el horizonte.
Alana siempre había sido alguien muy reservada, nunca la gustaba hablar de sus padres, de su abuelo o de su hermana, y mucho menos de su vida. Ella era la primera que guardaba secretos, y ahora que sabia que descendía de Grandes Brujas Blancas, aquello hacia que hablara mucho menos, haciendo que todos se preocupasen.
La preocupación que Alana tenia era mayor, hacia mas de diez años que no se convertía en un león, apenas recordaba como se corría o como se cazaba. Pero debía de aprender, además, ser un león tenia sus ventajas.
Aquella mañana, la nieta del León, miraba el bosque que se cernía a los pies del castillo, desde hacia años, siempre había querido vivir aventuras, iguales a los antiguos reyes, pero con el paso de los años, comprendió que algunas aventuras podrían traer desgracias. Miro al cielo, y observo que todavía era perceptible la luna creciente, era cuestión de minutos, horas o días que se transformase en una leona. La nieta de Aslan, no sentía temor como sintió Evangeline, la morena sentía curiosidad por saber como seria.
Alana miro el colgante que caía por su cuello, no entendía que conexión podrían tener aquellas dos piedras, pero sabia una cosa. Las Brujas que usaban la Magia Negra la habían buscado por siglos. Ahora solo tenia que esperar, a que sus poderes se manifestasen y empezar a usarles.
Alana descendió de la torre y se dirigió a su habitación, al llegar se cambio. Sustituyendo el vestido azul que se había puesto, por unos pantalones y una especie de camisa. Se coloco la capa alrededor del cuello y se dirigió a los establos, allí cogió su caballo, una yegua de color blanco, y salio al galope a los exteriores del castillo y del pueblo.
La princesa recorrió los bosques de Narnia, hasta llegar a lo que una vez fue el castillo de Jadis, su intuición la decía que algo no iba bien. Algo estaba sucediendo y era peligroso, mucho mas que el hecho de que Jadis hubiera vuelto de la muerte.
Alana descabalgó del caballo y camino mirando a todas partes, el frío en aquella zona era más intenso que en otras partes de Narnia, y eso era extraño, ya que el invierno le habían dejado atrás hacia unos meses.
Lentamente los arboles comenzaron a congelarse, Alana retrocedió y cogió su espada, miro a todas partes asustada. De entre la maleza surgió una mujer, llevaba un traje grueso blanco, su pelo era blanco, sus ojos eran azules como el hielo y su piel era pálida.
-¿Quien eres?- Pregunto Alana alzando su espada.
-Soy conocida como la Bruja Blanca.- Rió ella acercándose.Alana entrecerro un poco los ojos, y pudo reconocer aquel brillo gélido. No era la primera vez que le había visto.
-Jadis.- Respondió ella.
-Vaya, todavía soy conocida en Narnia. Dime, ¿quien eres tu, hija de Eva?- Dijo ella acercándose.
-¿Que le has hecho a mi hermana?- Respondió ella con una mirada de odió.
-¿La pequeña Evangeline? No te preocupes, ella esta perfectamente. Al unir mi alma y su cuerpo, su apariencia cambio. Solo necesitó un corazón para volver a ser yo.- Rió ella acercándose a la nieta de Aslan.
-¡Vete de Narnia y deja en paz a mi hermana!- Grito Alana mientras sus ojos se volvían dorados.
-¿Que eres?- Pregunto Jadis mientras miraba el colgante que caía sobre el cuello de la princesa.
-Mi nombre es Alana. Tal vez recuerdes mejor el nombre de mi abuelo, Aslan.- Respondió ella mirándola con odió.
-Vaya, la nieta del Gran Gato. Le recuerdo muy bien, al igual que a su hijo. Fue muy divertido verle morir. Oí, que una de sus hijas se convirtió en una cazadora de Brujas. Y aquí esta, frente a mi.- Rió ella.
-¿Crees que te temo? ¿Que el hecho de que matases a mi padre o a mi abuelo hace que te tenga miedo? ¡No me hagas reír, Bruja!- Rió Alana con sarcasmo.
-Vaya, tienes sentido del humor. Pero, estas muy equivocada, yo no soy una Bruja Blanca cualquiera. Soy una Gran Bruja Blanca.- Alego ella acercándose.
-Equivocada que estas. Mi madre, me enseño que toda Gran Bruja Blanca, que se deja corromper por la magia negra, deja de ser una Gran Bruja Blanca. Hace años que dejaste de serlo.- Alego Alana alzando su espada.
-Vaya, sabes bastante de mi y los mios. Es extraño, pues ningún cazador sabia tanto de nosotras.- Comento ella acercándose.
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𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎
FanfictionLa Bruja Blanca ha regresado. Los reyes de antaño también. Y junto a ello un poder que se creía extinto. ☆ portada realizada por: @DreamsGraphics ☆ #9 peterpevensie (15/9/2019) #1 pevensie (27/9/2019) hasta el (28/10/2019) // (21/11/2020) #4 pevensi...