CAPITULO 51

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A la mañana siguiente un gran ajetreo había invadido todo Narnia. Todos los Narnianos querían ver la coronación, y todos venían desde puntos diferentes, unos del norte, otros del sur, oeste y este. Todos para ver a sus nuevas reinas.

Alisa estaba con Shiary repasando algunos detalles para la coronación que seria a mediodía, mientras que Alana estaba en una de las torres mirando a la nada. Ambas hermanas eran muy diferentes, pero era claro, ya que cada una veía la vida de forma muy diferente. La menor de las hermanas, llevaba en la torre desde altas horas de la madrugada, jugando con sus armas o con el anillo que reposaba en su dedo corazón, aunque también leía de vez en cuando los libros que había cogido. Cuando leía era el único momento, en el que huía del mundo real, en el que dejaba de ser aquello que debía de ser para embarcarse en diferentes mundos y ser diferentes seres o personajes.

-¿Que haces aquí?- Preguntó Peter junto a Lucy, ambos todavía no se habían arreglado para la coronación, la cual seria sobre el mediodía.
-Nada.- Respondió Alana cerrando el libro. -¿Y vosotros?- Añadió ella con algo de curiosidad.
-Alisa nos hablo de las vistas que había desde aquí.- Explico Lucy.

Alana no dijo nada, miro al exterior algo alarmada. Había algo allí, en el exterior, que esperaba a entrar. Como si estuviera acechando a la espera de poder atacar. La Narniana empezó a jugar con su cadena mientras su mirada buscaba algo sin saber lo que realmente buscara.

-¿Que sucede?- Pregunto Peter dándose cuenta de que buscaba algo.
-¿No os sentís observados? Como si alguien os mirara desde el exterior.- Dijo ella mirándoles.
-No, ¿porque?- Respondió Lucy mirándola.
-Hay algo ahí a fuera, algo que quiere entrar.- Explicó ella mientras soltaba la cadena y cogía el libro.
-¿Estas segura?- Pregunto Peter algo alarmado.
-No lo se. Sera mejor comprobarlo.- Respondió ella saltando al vacío.

Mientras caía se transformó en león y salió corriendo adentrándose en la maleza. Los dos hermanos se tranquilizaron al ver como, al caer, se transformaba en animal. Alana examino los alrededores del castillo sin hallar aquello por lo que se sentía incómoda. Pero sabia que se hallaba allí, en las sombras, esperando. Sabia que algo malo estaba sucediendo. La Narniana regreso al castillo y se dirigió a la biblioteca. Al llegar Shiary la asaltó con una expresión severa.

-¿Donde estabas?- Preguntó ella.
-Ya sabes por ahí.- Respondió ella mirando un libro.
-La coronación es en una hora y media. ¿Pretendes ser coronada vestida así?- Alego ella enfadada.
-No quiero ser coronada. Pero haré lo que se me pida por mi pueblo.- Respondió ella fríamente.
-Pues por lo menos estate decente. Venga, vamos, debes de arreglarte.- Alego ella cruzándose de brazos.
-¿Para que? Por muchos vestidos elegantes que me ponga seré siendo la misma Narniana.- Respondió ella.
-¿La misma Narniana? Desde que te conozco hasta ahora has cambiado, antes no actuabas de una forma y ahora sí. Puede que para ellos hayas cambiado, pero para mi, sigues siendo la misma niña que no se dejaba intimidar por nadie y que solamente obedecía a un ser, a ella. Ahora, te pido que vayas y te arregles, porque entonces deberás responder ante tu hermana.- Rió Shairy abrazándola.

Alana suspiro y se dirigió a su habitación cabizbaja y ensorta en sus pensamientos como de costumbre. Al llegar a ella, vio sobre su cama un hermoso vestido de color morado claro, con dibujos dorados y una especie de chaqueta de color azul claro, sobre él había una nota. La Narniana la cogió y la leyó.

"El vestido iba a ser el que Evangeline iba a usar.
Aslan".

Alana dejo la nota a un lado y observo el vestido, era realmente hermoso. Sin perder ni un minuto mas se le puso. Este le quedaba perfectamente, tras ponerse unos zapatos, los cuales no eran de su agrado, una ninfa entró para peinarla. Dejándola con un simple recogido.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora