CAPITULO 28

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Al día siguiente los nueve chicos llegaron hasta la cuarta isla. La del Agua. Allí fueron recibidos por las Ondinas, Guardianas del elemento junto a los Hipocampos.

La isla del Agua, estaba caracterizada por sus verdosos bosques, sus playas de arena blanca y sus aguas claras de un hermoso color azul turquesa. Sus Guardianes no se alejaban tanto de aquella belleza. Los Hipocampos eran de vivos colores, y se camuflaban a la perfección con los corales, las rocas o con el mar. En cambio las Ondinas eran similares a las sirenas, poseían una gran belleza y una hermosa voz. A diferencia de las sirenas, las Ondinas no tenían la capacidad de hipnotizar a los demás con su voz, pero sí compartían una misma característica. Cuando el agua dulce, en el caso de las Ondinas, las rozaba, su piel cambiaba de color a tonalidades azuladas o verdosas y sus cabellos adquirían el color azul, verde o amarillo.

Los ocho chicos, a excepción de Alana que ya lo conocía, se quedaron maravillados ante aquella belleza, pues nunca habían visto un paisaje tan hermoso como aquello.

La Narniana sonrió y miro hacia el mar. Alana respiro profundamente, permitiendo que el particular olor del mar inundara sus fosas nasales. Un reducido grupo de Ondinas se acerco a la playa recibiéndoles. La nueva reina, la cual había sido coronada hacia unas semanas, era una mujer de piel morena, de ojos oscuros y de una melena negra, a su lado había otra Ondina. Ella era rubia y de ojos azules, a diferencia que la nueva reina, su piel era, prácticamente, blanca.

-Bienvenidos. Soy la reina Lyria y ella es mi hermana, Catalina.- Dijo la de piel morena haciendo las presentaciones.
-No os parecéis mucho.- Comentó Sam mientras Isabella le fulminaba con la mirada.
-Las Ondinas nacen de un rayo de luna.- Explicó Alana mirándoles.
-Así es. Mi hermana y yo nacimos del mismo rayo de luna, pero ella es la mayor debido a que manifestó primero sus habilidades como Ondina.- Explicó Catalina mirando a todos.
-¿Que hacéis aquí? Pensábamos que Jadis se había marchado.- Alego Lyria mirándoles.
-Buscamos los Legendarios.- Respondió Shiary mirándola.
-¿Los legendarios? Pero se perdieron hace años.- Comento Catalina mirándoles.
-Pero con ellos se puede evitar que los Fuegos Faustos sigan intentando tener un control sobre todas las Islas. Y con ellos, podremos destruir a Jadis definitivamente.- Explicó Alana mirándolas.
-Buscar el Legendario es peligroso, y más poner a los tres juntos.- Comentó Lyria.
-Pero es la única forma de evitar que todo desaparezca.- Alegó Susan mirándolas.
-Hace años derrotasteis a Jadis, ¿porque no lo hacéis de la misma forma ahora?- Alegó Catalina mirándoles.
-Posee hechizos poderosos. Y si muriese de la misma forma que hace años, podría volver a la vida, sabiendo de todos vosotros.- Respondió Alana mirándolas.

Ambas hermanas se miraron, intercambiando una mirada de temor y complicidad.

-Seguirnos. Sera mejor que os llevemos al castillo. La marea no tardará en subir.- Advirtió Lyria comenzando a caminar.

Los nueve chicos empezaron a caminar, mientras la vista de Alana se distorsionaba, al sentir aquello, se dio cuenta que algo bueno no iba a suceder, no con relación a Narnia, sino, con el hecho de que no tuviera parte de su Alma.

Al llagar al castillo, las dos Ondinas guiaron por él a sus invitados, mostrándoles las salas y asignándoles sus habitaciones. Todos se dirigieron a la suya respectivamente, mientras que Alana se acerco a uno de los balcones donde solía estar. La Narniana solía tener debilidad por todas las hermosas vistas, tal vez se debía a su infancia, cuando su padre la mostraba aquellos lugares tan hermosos en Narnia, desde los cuales había vistas tan hermosas e indescriptibles.

-Vaya, sigues viniendo al mismo sitio.- Comentó Lyria junto a Catalina.
-Supongo que hay cosas que nunca cambian.- Rió Alana mirando el mar.
-Hemos visto que has perdido el Alma...- Empezó a decir Catalina.
-Las visiones, ¿cierto?- Alegó ella mirándolas.
-Así es, pero no te robo toda, no por el hecho de que Jadis no quisiera o por las teorías que tenéis sobre tu descendencia de estrella, sino, por tu hermana gemela. Alisa.- Explicó Lyria mirándola.
-¿Que tiene que ver mi hermana con todo esto?- Preguntó ella desconcertada.
-Es difícil de explicar. Pero la Alma que únicamente iba a tener un sujeto se dividió a la mitad, y así surgisteis. Ninguna de las dos tiene completa vuestra Alma, solo estando juntas, seréis una única Alma.- Explico Catalina.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora