CAPITULO 72

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Cuando ya amaneció Alisa y Morgana intentaron hablar con Alana. La menor de las hermanas intentaba mantener la calma, pero era imposible, ya que era ilógico lo que estaban diciendo. No había ningún otro caso de hija de una estrella, era prácticamente imposible.

-Alana, por favor. Entra en razón.- Pidió Alisa mirándola.
-Esta bien. Entrenaré con ella y me creeré todo lo que diga.- Alego Alana cruzada de brazos.

Alana y Morgana se dirigieron al exterior y fueron a uno de los acantilados. Estar cerca del mar las ayudaría a ambas, ya que el mar estaba en todo momento en contacto con la luna.

-No quiero hacerte daño. Yo también poseo oscuridad, mi madre me lo explico, pero gracias a ella pude controlarlo, de veras que pretendo ayudarte.- Alego Morgana algo nerviosa.
-No se porque pero te creo. Espero que ese lado oscuro que afirmas tener no vuelva, se que es difícil luchar contra él. Pero es el miedo el que le alimenta. Sin miedos, la oscuridad no posee poder sobre nosotras.- Aclaro Alana llegando hasta el acantilado.
-Mi madre decía lo mismo. Os parecéis bastante.- Rió Morgana.
-¿Sabes que mientras dormía anoche era consciente de lo que tu y mi hermana hablaban?- Pregunto Alana cruzándose de brazos.
-Sabes todo entonces.- Alego Morgana bajando la cabeza.
-Sí, de todas formas supe que compartíamos poder. Deberías de habérmelo dicho a mí en primer momento. Lo bueno es que ya sabemos como derrotar a Jadis. Si vas a luchar a nuestro lado deberás de aprender que no solo con magia se puede ganar.- Comentó Alana haciendo aparecer sus Sais.
-Se usar una espada.- Rió Morgana haciendo aparecer una.
-Bueno, a ver si eres tan buena como crees.- Rió Alana colocándose.
-¿Que sucederá si te gano?- Preguntó la pelirroja.
-Habrás ganado a una cazadora. Además, Morgana, no puedo obsequiarte con nada. Porque no podrías llevártelo.- Comentó entristecida Alana.
-Tampoco iba a pedirte nada material. Únicamente que volvieras a ser feliz. Se que sigues en una depresión y que sigues teniendo pesadillas. Deja a un lado el miedo a que pueda suceder algo por tu culpa, no lo ocurrirá. Confía en mi.- Alego Morgana mirándola.
-Lo intento. Pero llevo muchos años creyéndolo y pensándolo, no puedo cambiar de opinión de un día a otro. Creeme desearía hacerlo, y cambiar muchas cosas, pero simplemente no puedo. Soy capaz de matar a alguien, no con un arma o con magia, sino, con mis propias manos. No puedes llegar a imaginar de lo que soy capaz de hacer.- Explico Alana cuando sentía la sensación de que Alisa la llamaba. -Debemos de irnos, Alisa nos necesita. No digas que lo se. Se preocuparan mucho menos. Por cierto, ¿has tenido tu transformación?- Añadió Alana transformándose.
-No, aún no.- Comentó Morgana algo avergonzada.

Alana rió e indico a Morgana que se subiera sobre ella. La pelirroja sonrió y se subió en la leona. Rápidamente Alana comenzó a correr por los bosques. La joven reina no tardo mucho en llegar al castillo, allí Shiary junto a Susan, Caspian y Edmund se acercaron a ambas chicas.

-Un grupo de estrellas rebeldes han secuestrado a Dominic, Peter, Lucy y Alisa. No ceden.- Dijo Susan alarmada.
-Quedaros aquí. Morgana, ayudales a que esas rebeldes no vayan hacia los Narnianos.- Ordeno Alana entrando al castillo.

Alana entro en él, sabia que si entraba por la puerta principal sería peligroso, así que debía de usar, de nuevo, los viejos pasadizos. Tras meterse en uno, se dirigió de inmediato a la sala del consejo, allí vio a tres mujeres, las tres de la misma estatura y vestidas igual, de negro, sus rostros eran difíciles de ver, ya que llevaban máscaras. Tras fijarse en ellas, miro a los rehenes. Lucy, Dominic y Peter estaban atados y Alisa inconsciente.

-¡Soltarnos!- Dijo enfurecido Dominic.
-¡Que gracioso!- Exclamo una de ellas riéndose. -No saldreis de aquí hasta que la otra hermana aparezca.- Añadió riéndose aun más alto.
-Hasta entonces, vosotros seréis los que clamaréis nuestro enfado. Espero que soportéis bien la tortura.- Rió otra acercándose a Lucy.
-Ni se te ocurra hacerla algo.- Grito Peter intentando proteger a su hermana menor.
-Sera mejor empezar por él.- Alego la otra.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora