CAPOTULO 63

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Los ojos de Alana se abrieron lentamente, un fuerte dolor de cabeza hizo que cerrara los ojos con fuerza, una estupidez, pero era un acto reflejo. Cuando el dolor disminuyó, miro a su alrededor, estaba en una pequeña habitación. Miro a su cuello y vio que tenia su collar, pero ella recordaba habérsele quitado. Alana suspiro, intentando relajarse.

"Tranquilizate. Ahora, lo importante es saber que ha pasado, donde estas y donde esta Alisa. Ella estaba grave, él la quiso matar. ¿Pero que sucedió? ¿Como conseguí lanzar una maldición en nombre del sol y la luz? Nada me une a esos dos elementos. ¿Que esta pasando? Arturo... ¡Encontré a Arturo! Él nos ayudara." Pensó Alana mientras salia acelerada de la habitación.

La Narniana salio corriendo y descendió las escaleras, en busca de su hermana y de Arturo, pero todo estaba vacío, no había nadie.

-¿Hola? ¡Alisa!- Dijo ella buscando por todas las salas, pero no había nadie. Ni tampoco, rastro de vida alguna.

Alana comenzó a asustarse, hasta que escucho la voz de su hermana en exterior, al oírla se tranquilizo y salió fuera, allí vio a Arturo y a su hermana.

-¡Alana, despertaste!- Grito Alisa abrazándola.
-Sí...- Dijo Alana abrazándola.
-Lo que hiciste contra el hijo de Jadis, fue peligroso. Acheron, jamas se había atrevido a conjurar una maldición invocando ambos astros.- Alego Arturo.
-¿Entonces porque lo hice? ¿Como fui capaz de hacerlo? Se supone que no tengo nada del poder de la luz y el sol, como, entonces, fui capaz de hacer algo así.- Dijo Alana con temor.
-Porque sois poderosas. Aunque poseais el poder de Acheron, también descendéis de una estrella, una bruja, de Aslan y de Allende. Todo ese poder, de todos ellos, esta en vuestro interior, esperando a salir. Por ello, y con un poco de practica y enseñanza, se que seras capaz de dominarlo. Tu hermana, ya ha concluido su entrenamiento, ahora te toca a ti.- Explico Arturo mirándola.
-Vale, ¿cuando empezamos?- Dijo Alana decidida.
-Ahora mismo. Alisa puedes irte.- Dijo Arturo mirando a la mayor.
-Suerte. Luego te veo.- Alego Alisa marchándose.

Alisa se fue y Alana empezó a jugar con su collar, estaba impaciente por empezar, por controlar algo de su poder.

-A diferencia que tu hermana. A ti te atormenta un suceso. Algo que hiciste en el pasado.- Dijo Arturo.
-No es que me atormente, simplemente me pregunto si hice bien. Hace unos años, viaje a un mundo, el hombre que decía ser, allí, mi padre, me maltrataba. Un día le mate. Pero el hecho es que no tenia un arma, simplemente le mire con odio y resentimiento, vi en su mirada, la mirada gélida de Jadis, y en aquel instante, él murió. Recuerdo la sangre, yo corrí a él para salvarle y cuando no pude hacer nada huí. Llegue a un parque, era de noche, lo recuerdo bien, porque era verano y había luna llena. En aquel momento, desee regresar a Narnia, a casa. Segundos después escuche un rugido, el rugido de mi abuelo, y aparecí en casa de nuevo. Pero con una condición, todo aquel que yo hubiera conocido y lo que hubiera vivido lo olvidaría, y todo aquel que allí me hubiera conocido me olvidaría. Acepte aquella condición, porque únicamente quería regresar a casa.- Explico Alana mirándole.
-¿Que sentiste al ver la mirada de Jadis?- Pregunto Arturo mirándola.
-Miedo, desprecio, ira, resentimiento, venganza. Por alguna razón quería venganza hacia ella, el motivo no le tenia muy claro, pero creo que porque mi subconsciente sabia que ella tenia a Alisa, que había matado a mis padres y a mi abuelo, y que mataría a mi hermana. También por todos los Narnianos que murieron por su culpa.- Explicó Alana mirándole.
-¿Como sabias que era su mirada?- Preguntó él.
-Mis sueños. Desde pequeña he soñado con sucesos que ocurrieron en Narnia. Un día, antes de la muerte de mis padres, dibuje el rostro de Jadis. Mis padres se preocuparon al verlo y me preguntaron insistentemente que donde la había visto. Yo les decía una y otra vez que en mis sueños, pero jamas me creían. Hasta que un día mi abuelo apareció, y me dio la razón. Narnia me hacia verla, me hacia ver lo que hizo y lo que volvería ha hacer si regresaba. Por ello me convertí en Guardiana de Narnia.- Explico Alana cabizbaja.
-Es muy extraño. Nunca, en mis muchos años de vida, había odio que alguien tuviera un vinculo tan fuerte con Narnia. Lo único que parecido han sido historias de gente que moría poco después se nacer, y que rogaban a la luna, a las estrellas y a la tierra. Haciendo que el bebé resucitase con un poder tan inmenso como peligroso.- Explicó Arturo mientras Alana palidecía.
-Yo morí poco después de nacer....- Empezó a decir Alana con miedo en su voz.
-No sabia eso. Vale, eso explica tu unión con Narnia. Ya que siempre sabrás lo que la suceda. Tus enemigos pueden usar eso en tu beneficio, y tu en el tuyo. Ahora, es mejor que empecemos.- Dijo Arturo mirándola.

Alana se detuvo y sintió frío, rápidamente hizo una esfera y comenzó a observar a Narnia. Esta estaba siendo invadida por el invierno, un invierno mágico.

-Es Jadis. Esta desatando su invierno.- Alego Alana alarmada.
-Escucha, concentrate, cierra los ojos y piensa en Narnia, en su estación mas calurosa.- Dijo Arturo mirándola.

Alana asintió e hizo las indicaciones que este le había dado. Pensó en el sol, en las flores y el calor. Las noches de verano donde podía ver las estrellas, hacer fogatas y divertirse viendo bailar a los faunos y escuchar sus canciones; al igual que oír los aullidos de los lobos en luna llena, el mar en calma y las carreras de centauros que estos organizaban todas las semanas. También recordó cuando sus padres las llevaban, a ella y a Evangeline, a las montañas o hacían excursiones. Lentamente la nieve comenzó a desaparecer, el cielo se nublo y la luna salió junto al sol, Arturo observo aquello y sonrió.

"Esta niña es poderosa, jamas había visto tanto control en algo. Pero tanto control hace que su verdadera personalidad no surja, lo que puede ser un problema, ella debe de ser tal y como es, y se que se debe a algo, no a lo que ella me ha contado, sino, a algo que vivió, algo que ella misma se hizo a sí misma olvidar. Sera difícil saber el que, pero lo conseguiré. Le prometí a Acheron ayudar al ser que debió ser uno, y ambas necesitan de mi ayuda, de diferente forma. Alisa, debe de dejar de ser tan asustadiza y confiar en los demás, y Alana debe de dejar de sobreproteger a todos y volver a ser la que fue. Sera difícil, pero lo conseguiré, no hay nada imposible, simplemente se necesita paciencia, interés y seguridad en uno mismo." Pensó Arturo, mientras Alana abría sus ojos y sonreía al ver a Narnia, de nuevo, sin aquella capa de nieve.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora