CAPITULO 15

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Alana caminaba por los pasillos del castillo elfico, en las últimas horas todo había estado calmado, los Pevensie no habían vuelto a intentar quitarla algo y las Brujas estaban mas calmadas, y eso era motivo de preocupación, ya que eso significaba que estaban planeando algo.

Alana se paro enfrente de un tapiz hecho hacia años, en la que salia su abuelo derrotando a Jadis. Al ver aquella imagen, Alana sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

-Alteza, tiene visita.- Comentó Edward poniéndose a su lado.
-¿Visita? ¿Ha sucedido algo?- Preguntó alarmada Alana.
-Es mejor que ellos se lo expliquen.- Alego el centauro.

Alana miro desconcertada al centauro, preguntándose quienes eran los desconocidos que querían hablar con ella. Al llagar a la sala del trono, Alana observo tres siluetas, dos femeninas y una masculina. Los tres desconocidos se dieron la vuelta, al notar de la presencia de Alana.

La Narniana pudo identificar a los tres desconocidos, el hombre se trataba de Sam, él tenia el pelo corto y rubio, los ojos claros y era alto; a su lado estaba Valeria, ella era mas mayor que los otros dos, ella tenia el pelo rubio y los ojos de un tono miel; y por ultimo estaba Isabella, ella tenia el pelo oscuro, la piel bronceada y los ojos color miel. Las dos mujeres eran madre e hija, ambas soberanas de uno de los mundos mágicos a los que Alana pensaba pedir ayuda.

-Alteza.- Dijeron al unisono los tres haciendo una reverencia.
-Basta de reverencias y cortesías. Hemos luchado juntos.- Alego Alana con una sonrisa. -Pero, decirme, ¿a que se debe vuestra visita a Narnia?- Alego ella mirándoles.
-Jadis.- Respondió Valeria.
-¿Que a sucedido con ella?- Preguntó Alana alarmada.
-Nos ha atacado, muchas Gárgolas han muerto, y las que han sobrevivido se han escondido o han ido a prevenir a las Hadas, a las Brujas y a las Ondinas.- Explicó Isabella alarmada.
-Me temía que esto sucediera.- Alego Alana dando vueltas.
-¿Que es lo que sucede?- Preguntó Sam preocupado.
-Jadis a poseído el cuerpo de mi hermana mayor, Evangeline y resulta que yo soy la mítica Bruja de una antigua leyenda. Temo deciros que esto es por mi culpa, el hecho de que os ataque a todos. Es porque quiere que me entregue. Jadis a indagado en la mente de mi hermana, y sabe que para hacerme daño, debe herir a todos aquellos a los que apreció. Jadis esta descontrolada, todas y cada una de las Brujas que practican la Magia Negra quieren mi muerte y la de todos, no solo buscan venganza hacia mi familia o a Narnia, sino que, buscan venganza hacia todos los Cazadores, incluidos Elfos y Gárgolas.- Explicó Alana haciendo una parada. -No os he advertido de ella, porque pensaba que no podría acceder, el portal de ida se cerro hace tres años.- Añadió Alana mirándoles con una mirada de complicidad.
-Se ha vuelto a abrir, y temo decir que tienes que venir con nosotros. Los tres objetos mas poderosos y capaces de dar mas poder a Jadis, están allí, y seguramente les este buscando, por eso ha ido.- Alego Valeria alarmada.
-La reina de los elfos también esta en peligro.- Alego Alana mirándoles.
-Que venga con nosotros.- Respondió Isabella.
-Hablare con ella, y con los reyes de Antaño.- Dijo Alana mientras ponía sus ojos en blanco.
-¿Los que derrotaron y abandonaron Narnia?- Preguntó Sam molesto.
-Si, y el Telmarino que finalizo la masacre contra mi pueblo.- Añadió Alana con una falsa sonrisa.
-Ellos deberían de quedarse.- Aconsejo Valeria.
-Claro.- Respondió Alana sarcásticamente, haciendo que Isabella sonriera.

Alana se despidió de las tres gárgolas y fue rápidamente a buscar a Shiary, tras explicarla lo sucedido Alana se dirigió a su habitación, se acerco, de nuevo, al baúl y le vacío por completo.

Sobre el suelo de madera, de la habitación, había ropa y armas rotas, Alana cogió su vieja capa de color verde y cogió un vestido de manga larga de color verde claro. La Narniana se recogió su larga melena en una gruesa trenza de espiga y cogió su espada y los dos libros, los cuales, gracias a un hechizo podía agrandar o empequeñecer, ambos se colocaron en el cinturón de su vaina.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora