CAPITULO 26

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Tras unos insufribles minutos unas imágenes comenzaron a surgir, pero no eran claras. De nuevo, Alana sintió una punzada, haciendo que en la imagen apareciera un pequeño pueblo Narniano en llamas. Su respiración se corto por un momento y observo desde otra perspectiva, como Jadis, iba conquistando partes de Narnia, y como a algunos Narnianos y descendientes de los Telmarinos eran asesinados. Al ver aquello Alana grito diciendo "no". Ella estaba enfadada, no solo con Jadis por hacer aquello, sino, consigo misma, por permitir aquello.

Shiary se acerco a Alana, ya que la habían oído gritar. Y al igual que la Narniana, ella grito. Alana se puso de pies.

-Me voy.- Alego ella.
-¿A donde?- Preguntó esta vez Isabella.
-Narnia esta siendo atacada.- Respondió ella.
-Es más importante buscar los Legendarios.- Alego Sam.
-No pienso abandonar a mi pueblo.- Alego ella tensando su mandíbula.
-Pues ayudanos a buscarles. Narnia esta siendo atacada, sí, pero buscándoles podremos evitar que Jadis siga.- Añadió Peter intentando convencerla.
-No lo entendéis.- Negó Alana asustada.
-Pues explicalo.- Alego Shiary.
-Si Narnia muere yo lo hago, si yo muero Allende regresara. Mi Alma, lo que queda de ella, esta unida a Narnia. Por ello Jadis no me la a quitado del todo.- Explicó ella sintiendo otra punzada.
-¿Porque estas unida a Narnia?- Pregunto Isabella mirándola.
-Soy la Guardiana de la Nación de Aslan, como a ella solo acceden quienes mi abuelo quiere, me nombro Guardiana de Narnia, al nacer fui nombrada Guardiana, desde entonces estoy unida a ella.- Explicó Alana mirándola.
-Por eso, cuando hacíamos las rondas sabias donde estaban las Brujas.- Comento Shiary mientras Alana asentía.
-¿Y que hacemos?- Preguntó en ese momento Peter.
-Lo que habéis dicho, buscar los Legendarios.- Alego Alana molesta.

La Narniana se coloco la capucha y comenzó a caminar dirección a la espesura del bosque.

-¿A donde vas?- Pregunto Isabella.
-A buscarles.- Respondió Alana con frialdad.

Todos suspiraron y se prepararon para seguirla, no era bueno que se alejara sola y menos cuando buscaban a los Legendarios.

Alana mantenía la cabeza agachada mientras sus pensamientos se centraban en Narnia. El sentimiento de culpa la recorría por dentro, al igual que el odió. Una cosa era una lucha entre Jadis y su familia, otra muy diferente, era que Narnia, los Narnianos y los descendientes de Telmarinos, estuvieran involucrados en ello. Su guerra era entre ella y Jadis, nadie más.

-No eres responsable de lo que Jadis esta haciendo.- Comentó Lucy mirándola.
-Sí que lo soy. Soy su Guardiana, mi deber es protegerles a todos, y evitar lo que esta sucediendo. Una cosa eran los ataques de Brujas, otra muy diferente es matar a inocentes.- Alego Alana con un nudo en la voz.
-¿Y quien te protege a ti? Aquí entre Guardianes se ayudan, pero ¿y tú? No estas sola, puede que seas Guardiana, pero todos intentamos ayudarte. Cada uno de nosotros hemos visto y vivido una época diferente de Narnia, ahora a llegado el momento de no solo ayudarla por ultima vez, sino, de devolver el favor a Aslan y a tu familia.- Alego la pequeña de los Pevensie.
-No tenéis la obligación de arriesgar vuestra vida, Lucy. Ya lo hicisteis, más de una vez.- Alego Alana mirándola.
-Si que la tenemos. Aslan nos lo dijo: "Quien ha sido rey o reina de Narnia, siempre lo sera." Somos reyes, y mientras estemos con vida lo seguiremos siendo, y ayudaremos a Narnia siempre.- Explicó Lucy con una sonrisa.

Al oír aquellas palabras, Alana recordó a sus padres cuando la enseñaban algunas cosas. La Narniana sonrió y siguió caminando.

Conforme avanzaban, la vegetación cambiaba, los arboles se volvían mas frondosos y su verde se volvía oscuro, impidiendo que la luz pasase y todo se volviera negro, como la misma noche.

-No podemos seguir, apenas se ve algo.- Comentó Edmund deteniéndose.

Todos se detuvieron y comenzaron a pensar en alguna forma de seguir. Alana se puso de pies y cogió varias ramas. Y con un poco de concentración consiguió crear, en sus dedos, pequeñas llamas. Uno a uno, acercó los palos y les prendió.

𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 𝐘 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora