My Slave App (+18) (Sonadow, Infirokie, Silvephiles, Scourgexfletxmanicxzonic)

Extra 10 (infinite)

Nos encontramos atras de la escuela, en una de las aulas abandonadas donde se rumorea hay fantasmas por eso nadie viene. Yo no me creo ese cuento, y por eso lo tomé para mi refugio mientras estamos en este maldito encierro llamado escuela.

- y bien zero...- habla uno de mis compañeros de pandilla

-como me has llamado?- lo veo friamente, el se asusta y tiembla levemente

-di..digo, infinite, que aremos hoy?- habla mas calmo

Miro al frente, pensando, mientras tiro mi cigarro que terminé de fumar. Suelto el humo por mi nariz y volteo a verlo.

-lo de siempre, hacerle la vida imposible a todos- sonrio mostrando mi colmillo

Desvio la mirada al oir como abren la puerta abruptamente.

-oigan! Ya se enteraron?- entra otro chacal, mas claro que yo, con su telefono en la mano

-ahora que paso?- le prestamos atencion

-me acaba de llegar esta fotografia, esperen se las enviaré- teclea y al instante llega una notificacion a nuestros celulares

Saco el mio y reviso lo que es. No puedo evitar reirme como idiota al verlo.

-con que sonic the hedgehog le gusta la verga- rio con mas intensidad hasta ya no poder respirar

Sonic, la rata azul mas popular del lugar. El perfecto, inigualable y guapo, segun muchas, de todo este encierro. Lo detesto, es una molestia en mi trasero. Su estupida sonrisa y espiritu libre de que nadie puede doblegarlo ha hacer lo que quieran con el. Ni la más puta y codiciada amy rose pudo.

-esto es oro, sonic dejará de ser el popular y podremos desquitarnos varias cuentas pendientes con el- sonrio viendo el telefono

Tengo distintos asuntos con esa rata azul. Varias bromas y otras cosas han salido mal solo por su precensia. Es hora de que me las pague. Ademas, desde hace rato quiero borrarle esta tonta risa blanca de su boca. Quizas sacandole un diente?

-vamos a buscarlo- salgo de la clase con todo mi grupo en busca de ese idiota.

Todos se apartan al verme, claro que deben hacerlo. Soy el rey de este lugar. El que se meta conmigo termina en el hospital. Soy el terror de esta escuela y de sus pesadillas si asi lo quieren.

Seguimos hasta encontrarlo, aguardando sus cosas en su tonto casillero, como todo un niño bueno, jajajaja. Que estupido.

Lo rodeamos y cuando cierra su casillero nos ve a todos, sin poder salir ni escapar.

-vaya, vaya, vaya pero si aqui tenemos al gran sonic, a quien le gusta que le den por detras- rio acompañado de mis camaradas.

-vaya, vaya, vaya pero si es zero, el chacal loco, como pasaste la semana en prision?- me contrataca. Tsk, este idiota

Gruño levemente siendo una llamada de advertencia para que se callé o lo dejaré en cama. 

-como sabes eso?- resoplo, nadie debia saberlo, a demas de el grupo de lacayos que tengo. Cuando encuentre al traidor me lo pagará.

-en esta escuela, todo se sabe- sonrie con la tipica sonrisita presumida y burlona de siempre.

-por lo menos no soy la burla de la escuela- sonrio, tratando de borrarle ese estupido gesto de su estupida cara.

-por lo menos yo tengo futuro- contrataca sin borrar esa sonrisa que me enoja aún mas.

Lanzo un golpe y termino dandole a su casillero, lastimandome un poco los nudillos. Y el bastardo ni se inmuta.

-eres una escoria, que le gusta la verga y ahora nadie te dará su respeto, lo has perdido- susurro con rabia, no me dejaré vencer por un chupa verga maricon de mierda.

-en primera, es algo que no es de tu importancia, deberias pensar en que demonios haces con tu vida. Segundo, no me importa el respeto de nadie, mientras no me fastidien como tu. Mi meta es acabar la preparatoria he ir a la universidad para enorgullecer a las unicas personas que me importan. Tu deberias hacer lo mismo- aparta mi brazo que esta a lado de él de un golpe lo suficientemente fuerte para apartarlo y se va sin más.

Todos los mirones comenzaron a reir, y/o a burlarse de mí, por culpa de ese maldito erizo.

-Cierren la maldita boca o ahora mismo les saco un diente!!- todos aguardan silencio y se van de allí asustados. Además de que sono el timbre infernal.

Gruño y golpeo a uno de mi grupo, mas por desquite que por otra cosa. Resoplo y me largo de allí a tomar mis estupidas clases.

Entro sin avisar, abriendo la puerta. Ignoro los regaños del profesor de literatura. Solo voy a mi lugar y me recuesto en la silla y los pies en el escritorio, creando equilibrio. Haciendo como si no pusiera atencion en clases. Aunque claro que lo hago solo que nadie debe saberlo.

Luego de varias horas de tortura, que les hice pasar a los profesores. Me voy del lugar aun fastidiado. Carajo, necesito desquitarme. Pero primero debo hacer algo importante.

Camino por los callejones algo peligrosos de la ciudad hasta llegar a mi destino, donde con solo verme me dejan pasar. Aunque el exterior sea horrible, en el interior es hostentoso, paredes rojas de terciopelo, muebles de piel y varios adornos que parecen ser caros. Al fondo, se encuentra un zorro pelirrojo. Vestido con traje blanco, fumando un abano.

-traes lo que pedí?- habla sin siquiera verme

-si señor- le entrego un paquete

-excelente, aqui tu paga, te llamaré cuando te necesite de nuevo- me entrega un fajo de billetes dentro de un sobre

-si, con permiso- asiento y tomo lo mio, saliendo de allí.

Camino de regreso, escondiendome hasta llegar a casa, no es tan grande, ni tan moderna, pero es mi casa. Entro con cuidado y cierro con llave.

-ya llegué!- anuncio dejando mis cosas a un lado

-hermanito!- saltan tres bolas de pelos sobre mi y yo correspondo el abrazo

-hola bolas de pelo, ya comieron?- saludo a mis pequeños hermanos. Sonriendo. Adoro a estas bolas de pelo molestos

-no aun no, pero ya vamos a comer- asiente contento el mayorcito

-de acuerdo, lavense las manos- los mando soltandolos

-si!- se van los tres

Sonrio y sigo mi camino hasta las habitaciones, solo hay dos. Abro la primera y veo a mi madre dormir en esta.

-hola mamá- susurro y me acerco a tomar una de las inyecciones. Para colocarsela en el brazo, en eso ella despierta.

-hola zero, mi pequeño- sonrie contenta y alza un poco la mano, la tomo para que no se esfuerze tanto acercandola a mis labios para besarla y luego colocarla en mi mejilla, acariciando esta contra su mano

-como te sientes madre?- hablo bajo

-un poco mejor, gracias a ti- responde con su voz raspoza

-me alegro, sigue descansando- pongo su mano en su lugar, la arropo y beso con cariño su frente. Ella asiente y cierra los ojos. Duermiendose al instante a causa de la medicina.

Apago la luz, y salgo de allí.

-que tierno- escucho desde mi telefono

Lo saco y enciendo, encontrandome con un lobo pelirojo, amarrado estilo bondage con cuerdas.

-cierra la boca- gruño y le coloco una pelota roja para que se caye. Aguardo mi telefono y me voy a comer con mis hermanos.