Silver 34

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Miro el peluche de mephiles en mis manos sin levantarme de la cama a pesar de ya haber pasado la hora del desayuno.

Me siento confundido. No dejo de pensar en el doctor y en los pequeños detalles que ha tenido conmigo últimamente. Sus caricias, su sonrisa, sus detalles, sus abrazos, su amabilidad, todo de él hace que mi corazón lata de prisa, que mi oreja tiemble ante los nervios de su cercanía y un calor envuelve mi pecho.

Es algo que sentí tiempo atrás. Cuando conocí a mephiles poco a poco esos sentimientos también me invadieron.

—mephiles, ¿Qué está sucediendo?— le pregunto a mi peluche, esperando una respuesta que sé no me lo va a dar.

Quiero pensar que lo que estoy sintiendo es producto de mis memorias. Me apego al doctor porque me recuerda a él. Pero ¿será esa la razón? ¿enserio es por mephiles?

O

¿me estoy volviendo a enamorar? ¿es correcto enamorarme de alguien mucho mayor que yo? ¿es correcto enamorarme de mi doctor? ¿sentirá algo por mí? ¿tendrá familia? ¿una esposa? ¿una vida fuera de aquí y lejos de mí?

Cierro los ojos acariciando mi cabeza, no quiero pensar más, todo es un caos en mi mente.

Miro de nuevo al peluche y lo dejo en la cama, decido que es mejor levantarme y decido ir al jardín con mi nuevo libro, el cual me acaba de traer el doctor por terminar el anterior. Aunque yo le dije que no era necesario.

Me gusta verte feliz con tú pasatiempo

Recuerdo que me dijo al dármelo junto a una sonrisa encantadora.

Resoplo sacudiendo mi cabeza. Salgo de mi habitación y llego al jardín, hoy está nublado y con algo de viento, pero no creo que llueva parece ser solamente frío.

Tomo asiento donde siempre comenzando mi lectura desde donde la dejé, sin embargo, me cuesta concentrarme en lo que leo. Constantemente los pensamientos que me han atormentado llegan a mí como un huracán, obligándome a cerrar mi libro y respirar fastidiado por todas las preguntas en mi mente.

Decido mirar el cielo y el movimiento de las nubes grises, mi mente sigue volando con preguntas sin que le pueda dar una buena respuesta. Ni siquiera conozco la vida del doctor. Cuando hablamos solo hablamos de mí, no sé nada de él, ni su edad, aunque parece tener unos 25 años.

—agh, esto es desesperante— restriego mi rostro tratando de borrar mi sonrojo que ha vuelto a aparecer en mis mejillas

—¿silver?— alzo mis orejas al escuchar mi nombre pero de una distinta voz a las habituales.

Volteo rápidamente con los ojos bien abiertos, no pensé volverlos a ver y mucho menos en este sitio, y sinceramente, verlos no me hace feliz.

—¿qué hacen aquí?— me levanto de mi lugar frunciendo el entrecejo, mirando a mi madre, padre y hermana llegar frente a mí.

—mi niño, nosotros... yo— parece estar nerviosa y realmente se ve demacrada. Sin embargo, en esta ocasión, me da igual su estado.

—venimos a ver cómo te encuentras— respondió papá por ella

—bien— respondo de forma seca mirándolo a él —no gracias a ustedes, claro—

—nosotros tratamos de educarte lo mejor posible— mi padre siempre ha sido de temperamento fuerte.

A mi memoria viene de golpe que el doctor me dijo que en algún momento me enfrentaría a lo que me causa dolor y malestar, liberarme con ellos ayudaría a sanarme. Supongo que este es el momento. Aunque realmente no quería volverlos a ver.

My Slave App (+18) (Sonadow, Infirokie, Silvephiles, Scourgexfletxmanicxzonic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora