My Slave App (+18) (Sonadow, Infirokie, Silvephiles, Scourgexfletxmanicxzonic)

Infinite 29

-buenas noches enanos- arropo a mis hermanos –mañana iremos a visitar a nuestra hermana así que quiero que duerman bien-

-si zero- hablan ambos a la vez –buenas noches hermano-

-descansen mocosos- Sonrío leve, salgo apagando la luz y cerrando la puerta.

Voy a la cocina sacando otra de las botellas de licor de ese hombre estúpido que agradezco este muerto y cinco metros bajo tierra, además que agradezco que no lo hayan encontrado. Sirvo solo un vaso y la aguardo, solo necesito un trago para relajarme un poco. Tomo asiento en la mesa soltando el aire en mis pulmones en un largo y cansado suspiro, mi mente ha estado todo el día dando vueltas, pensando en lo que voy hacer y sí podré hacerlo. Bebo el líquido amargo hasta dejarlo hasta la mitad.

-ya me voy- escucho y volteo, encuentro a rockie listo para irse vestido con ropa pegada y sin sus lentes, va a seguir con esa vida. –estas bebiendo de nuevo?- me mira con el ceño fruncido molesto por lo que estoy haciendo.

Yo lo observó desde mí lugar sin darle una respuesta a su pregunta, aprieto el cristal en mis manos cuando las palabras de tez hacen eco en mi mente. Rockie no lo hace por placer, lo hace para ayudarnos, lo hace por mí, y yo he sido un completo imbécil al dejarlo ir a ese maldito lugar, siendo marcado por tipos asquerosos y pervertidos. Pero ya no más, ahora yo voy a cuidarlo, comenzando con esto.

Veo como se acerca a mí y me retira el vaso. –no debes tomar eso- me regaña con calma, su mano pasa por mi mejilla y luego me da un beso en los labios, como todas las noches.

Le correspondo creando una danza con nuestros labios. Adoro los suyos, son pequeños, suaves, dulces.

Se aparta de mí y sonríe levemente. –nos vemos después- susurra y se aleja de mí, pero antes que lo haga por completo tomo su muñeca deteniendo su andar.

-no- me levanto de la silla -ya no puedes seguir yendo- susurro -no lo permitiré más-

-zero- me mira sorprendido y luego se coloca totalmente serio, con esa mirada gélida que provoca un escalofrío en todo mi cuerpo, pero no pienso ceder –no voy a parar, aunque tú me lo pidas, pensé que habíamos aclarado eso, no quiero que sufran más-

Nos quedamos en silencio un momento y logra soltarse de mi agarre. Pero lo detengo de nuevo, tomando sus hombros y dejándolo acorralado contra la pared para que no se escape de mí, si debo amarrarlo para que no vaya, voy a hacerlo.

-no!- alzo un poco la voz –no irás, ya no puedo volver a verte herido, ni lleno de esa cosa sobre ti, he sido un imbécil al dejar que te traten como si no valieras nada, pero para mí vales mucho, eres a quien más amo en este mundo y no quiero verte así nunca más-

-yo también te amo, por eso lo hago- coloca sus manos en mi pecho y me empuja tratando de soltarse de mi agarre –aunque tenga que hacerlo a escondidas de nuevo-

Lo sujeto con mayor fuerza –no, ya no-

-zero, por favor, no me hagas herirte- esta vez me amenaza usando más fuerza en su empuje.

Yo me niego a que me separe de él, ya no quiero que lo traten como la peor escoria. Él es mi ángel, mi amado ángel, y no permitiré que lo toquen nunca más.

-no, ya no irás, regresa al celular- ordeno

-que?- dice sorprendido y deja de empujarme -no puedes, zero, quiero ayudarte, déjame ayudarlos- su mirada cambia a una de preocupación, desvío la mía, no pensaba hacerlo, pero es la mejor forma, de que él esté a salvo.

-lo siento, pero no puedo más- pronto, ya no siento su cuerpo y al observar verifico que ya no está aquí.

Tomo el celular abriendo la app después de bastante tiempo, encontrando a rockie allí, parado en medio de esa gran sala, entre molesto y preocupado por lo que hice. No puedo mantenerle la vista mucho tiempo, salgo de la app y aguardo el celular. Regreso a la mesa y tomo el resto del licor dejando el vaso boca abajo.

Agarro todas mis cosas y cierro la casa con llave, el frio de la noche me invade, cierro mi abrigo para no congelarme, camino por las calles muy poco transitadas de esta hora y camino hacia la vieja bodega donde me reunía con aquellos que llamaba amigos. Entro por la puerta trasera, encontrando el tétrico y oscuro lugar lleno de sangre, cinta policial y los típicos dibujos de la silueta de cadáveres. Uso la linterna de mi celular y camino por el lugar hasta una esquina oculta entre algunas cajas, tanteo ese lado encontrando un ladrillo flojo, lo retiro y saco una bolsa negra que se encuentra allí. Destapo está encontrando lo que buscaba. Un arma de fuego.

-nunca pensé en tener que utilizarlo- me digo a mi mismo revisando las municiones

La envuelvo de nuevo dentro de la bolsa y la aguardo. Coloco el ladrillo nuevamente y regreso a casa, en el camino marco a un viejo número.

-hola?- escucho después de dos tonos

-soy yo, recuerdas lo que me propusiste?- hablo sin saludar

-claro que sí- responde con un tono burlón, ya me reconoció –me sorprende que tardaras-

-como digas- susurro –voy a hacerlo-

-excelente, nos vemos pronto entonces infinite-

-lo mismo digo, darkfire- corto la llamada y respiro profundo

Me detengo en una pequeña tienda que aún está abierta, compro una caja de cigarros con un encendedor, realmente lo necesito. Sigo mi camino llegando por fin a casa, pero me quedo afuera, recostando mi espalda en la puerta principal. Enciendo un cigarro y comienzo a fumar. Aprendí hacerlo en la cárcel, no estuve mucho tiempo, pero fue suficiente para que me enseñaran muchas cosas. Miro la noche estrellada expulsando el humo por mi nariz y luego por mis labios, el tabaco hace lo suyo y poco a poco relajo mi mente.

-lo hecho, hecho está y las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas- hablo para mi mismo respirando el humo toxico durante lo que queda de la noche.