Bonita

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-Bailey- escucho a Jack llamarme a lo lejos. Bajo mi rostro y me separo de Alex de inmediato, quien gruñe en señal de frustración.

-Perdón Alex- susurro a lo bajo.

-Bailey- Jack se acerca a mi- ¿estás bien?.

Acuna mi rostro entre sus manos mientras me examina preocupado.
Sus ojos dejan mi cara para ir a donde Alex, quien nos observa frío.
Jack me pone detrás de él y se que esto no es nada bueno.

-¿Qué haces aquí Alex?, se supone que deberías estar en la sala interactiva.

-Jack, está bien- me pongo frente él, sin observar a Alex, para hacerlo retroceder.

-Vine al baño- escucho a Alex- pero me topé con Bailey en el pasillo y se veía apurada por encontrar una hoja, la cual ya encontramos.

-Gracias- formuló con los labios mientras veo sus ojos tristes. Dueles Alex, juro que dueles como nadie.

-Escuchame bien Alex- Jack se acerca amenazador a él pero Alex no retrocede.

-Jack, está bien, ya podemos irnos- ahora si me pongo enmedio de ambos.

-No interfieras Bailey- musita Alex entre dientes mientras observa con odio y repulsión a Jack.

-Escuchame bien Alex, bien sabes que tu estabilidad y bienestar está conmigo, y si así lo quiero puedo mandarte abajo, en terapia intensiva, donde deberías de estar.

- Es increíble que seas tan mal agradecido Jack, no se te olvide quien te dio el dinero para que hoy puedas estar aquí, abusando de tu poder.

-Okey chicos, ya es suficien...

-Hijo de perra- Jack intenta darle un golpe a Alex pero de inmediato me meto entre ellos de nuevo.- Bailey quítate.

-No Jack- me quedo ahí, estática mientras todo mi cuerpo tiembla ante su mirada y la amenaza que le hizo a Alex. No podría tolerar verlo ahí dentro, por mi culpa, esto no está bien.

-Bailey no interfieras, no quiero que este imbécil termine lastimandote por querer herirme a m...

Alex no termina de hablar cuando Jack le suelta un puñetazo en la cara. Observo a Alex retroceder por el golpe mientras Jack se vuelve a acercar a él.

-¡Jack detente maltidasea!- grito desesperada contra él- ¿qué mierda te pasa?.

-Vámonos Bailey- me toma del brazo.

-Sueltame Jack.

-Dije vamonos Bailey- me lanza una mirada amenazadora intentando tirar de mi.

-Largate Jack- escupo con odio y él parece notarlo. Me suelta pero antes de irse, observa a Alex con asco y se acerca a mi rostro.

-Has lo que quieras- dicho esto sale del lugar.

-Alex- voy a donde él, quien limpia la sangre de su nariz.- déjame ver, por favor.

Le quitó las manos mientras lo inspeccionó.

-Esta bien Bailey, sólo es sangre-

-Callate y sientate- lo siento en la silla que está en recepción para verlo mejor. Saco el botiquín y tomo una gasa para hacerle un tapón y evitar más sangre.

-Como digas señora- bromea.

-Me sorprendió mucho que no le devolvieras el golpe a Jack- confieso mientras limpio su nariz y le introduzco el tapon- haz presión en tu tabique.

-Eh cambiado Bailey- me recargo en el escritorio de mármol para observarlo hablar.- aparte, no lo culpo.

-¿Qué?.

-Que no lo culpo, con una chica como tu a su lado, yo reaccionaría así.

-Lo hiciste, y contra él tambien- ambos reímos a lo bajo hasta que ese lo "lo hiciste" duele.- en su momento, claro está.

-Lo recuerdo- nuestras miradas se despegan y ni como olvidar a Alex furioso porque otro me tocará. Te extrañé Alex.

-¿No temes por su amenaza?- me atrevo a preguntar.

-No- se encoge de hombros para después volver a verme- el llevar a alguien al piso de terapia intensiva requiere de más cosas, peleas, expedientes llenos de conflictos, es más complicado que sólo una amenaza.

-De verdad lo siento Alex, y gracias por no decir que estaba en tu habitación.

-No te disculpes Bailey- se pone de pie y yo también lo hago- y no agradezcas, era lo que quería.

-¿Cómo?- lo observo atónita.

-Tengo todo fríamente calculado- me giña un ojo.

-¿Hasta esto?- señaló su nariz, divertida.

-Bueno, no todo es perfecto- suelto una risa a lo bajo y él hace lo mismo.

-Bueno... Creo que es hora de que me vaya.

-Así lo veo- observo sus pacíficos ojos y no puedo detenerlo más.- Te extrañé tanto.

Lo abrazo con fuerza para luego sentir su mano en mi cintura, y la otra en mi cabeza, correspondiendome el abrazo, pegándome más a él. Escucho como su corazón pierde su ritmo y el mío igual.

-Yo a ti Bailey- me aferró más a él. Las lágrimas inician a formarse en mis ojos y no pienso retenerlas más.

-Siempre que me despertaba, era con la ilusión de volverte a ver Alex, de volver a estar aquí, contigo, abrazarte y no soltarte nunca más, juro que siempre lo hacía, hasta que entre aquí y te vi, y mi temor volvió a mi, y es el de perderte Alex, de un día no volver a saber nada de ti, y que vuelvas a ser un muerto en vida.

-Lo siento Bailey, de verdad lo lamento, pero por más que quiera, sabes que no puedo estar contigo.

-Guarda silencio Alex, por un momento hazlo, no quiero escuchar eso, no ahora que todo parece tan posible.

-De acuerdo- me pega a él y me inundó de su esencia, del él. Luego de varios segundos así, el me separa de su cuerpo y yo accedo. Me observa con sus manos alrededor de mi rostro mientras con sus pulgares seca mis lágrimas- es mejor que vayas a descansar Bailey.

-Si- tomo mis cosas separandome de él- que descances Alex.

-Y tu igual- estoy por cruzar la puerta cuando lo dice en un susurro tan tenue pero lo suficiente como para escucharlo- bonita.

Sigo mi camino como si no le hubiese escuchado, pero por como mi cuerpo tiembla, y una tranquilidad y plenitud me llenan, es imposible negar que no lo escuché.

Luego de entregar los expedientes y de tomas el bus, al fin estoy en mi cama con el corazón latiendo más fuerte que nunca, y para mi bien y mal, por una persona, la misma que me destruyó, y la única que puede restaurarme; Alex.

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora