No lo hagas

919 78 9
                                    

-Bailey- mi piel se eriza al escucharlo decir mi nombre. Mi respiración es inexistente y mi auto control igual. Entró en un transe cuando sus ojos se topan con los míos mientras observo como su empapado cuerpo tiembla.

-¿Qué haces aquí?- es lo único que puedo decir

-¿Puedo pasar?- el olor a alcohol llega a mi, y mis alarmas se encienden.- futura esposa.

Lo observo atónita. Él lo sabe, Alex sabe de mi tal vez futuro matrimonio con Jack, ¿pero cómo?.

-¿Co... cómo te enteraste?

-¿Puedo pasar?- asiento aún perpleja mientra me hago a un lado y lo veo intentar entrar pero parece estar tan ebrio que ni siquiera puede caminar bien. Paso uno de sus brazos por mi hombro y lo ayudó a caminar, cierro la puerta con mi pie y con mucho esfuerzo llevo a un borracho Alex al sillón. Un Alex que dijo no volver a tomar.

-Alex, ¿qué sucedió contigo?- mi labio inicia temblar y mi nariz a picar.- primero me haces imaginar todo a tu lado después de haberte perdido, pero luego simplemente desapareces, sin siquiera un adiós.

-Me despedí.

-¡No fue así!- dejo las lágrimas correr por mi rostro.- te necesite tanto Alex, pero tu sólo piensas en ti mismo, no te importa que tan jodido sea para las demás personas el ya no tenerte, porque a ti no te importa en nada.

Inició a golpear su pecho pero el sólo me observa. Se pone de pié y detiene mis manos, mientras jadeo por aire.

Acuna mi rostro entre sus manos y me acerca a él, mientras parece intentar besarme. Sin pensarlo don veces, le doy una cachetada que lo hace retroceder. Me observa ofendido y yo no se que hago.

-Bailey escuchame.

-Lo hice muchas veces Alex, ahora te toca escucharme a mi, porque aún hay mucho que agradecerte, como mi depresión, porque si, entre un poco en tu mundo, lleno de medicamentos, problemas y ansiedades, no puedes ir por el mundo diciendo amar a alguien Y después marcharte sin importar lo destruida que pueda quedar esa persona, simplemente no puedes Alex, pero claro, nunca dejar de pensar en ti en tus enfermedades, como si fuese el final del mundo.

-No lo entiendes Bailey.

-¿Qué no entiendo Alex?- me acerco a él- sabes que, tienes razón, no te entiendo, porque nunca voy a pensar ni ser como tu eres, yo nunca voy a desaparecer sin previo aviso de la vida de alguien que me ama, yo no voy a negar la ayuda de quien me ama y de quien está dispuesto a ayudarme a salir adelante.

-¡Sólo fue depresión Bailey!- grita y retrocedo- eso que viviste, es una muy pequeña parte de todo lo que yo vivió día con día, y peor, porque mientras más pasa el tiempo esto empeora, y todos tus miedos se vuelven realidad, todo aquello que evitabas inicia a suceder y tu no lo puedes cambiar, porque esto ya estaba visto, ya se esperaba, ¿y sabes qué es lo más jodido?, que no se va a detener hasta cinsumirte, puedes fingir estar bien, pero mientras más dependas de los medicamentos, mientras más miedos nacen y de forma a tu alrededor, todo se vuelve más mierda.

-Dijiste que conmigo te sentía mejor, ¿por qué no te quedaste?.

-Porque lo que tanto me advertían iba a pasar, y está pasando.

-Se claro Alex.

-Odiarte Bailey- escupe y me quedo sin respiración, una presión en mi pecho se instala y un nudo en mi garganta igual.

- Me... ¿me odias?- baja su mirada y hago que la levanté- dime la maldita verdad.

- Yo no lo quería así.

-Puedo vivir con tu odio- miento- pero con lo que no puedo, es con tu poca lucha contra él.

-No sabes nada al respecto, simplemente se apodera de ti.

-Claro, y eres tan débil que no puedes contra él.

- Es más fuerte que yo.

-¿Tanto como para desmentir tus te amo y hacer que me abandones?.

- Es por tu bien Bailey, entiende.

-¿No comprendes que por mi no hay ningún problema el que tu tengas esa estúpida enferm...

-Te he deseado muerta- me interrumpe y callo de inmediato. Mi piel se eriza y sólo balbuceos, se acerca a mi e inició a retroceder- lo que más temíaestá pasando, Jack me arrebata al amor de mi vida y yo no puedo hacer mucho por protegerla, por protegerte, ¿lo peor?, es que te protejo de mi aún muriendo por tenerte cerca.

-Alex, no me hagas daño por favor- sigo retrocediendo hasta que chocó contra el sofá.

-Me haría daño a mi, antes que hacértelo a ti Bailey- acaricia mi mejilla con su pulgar y cierro mis ojos ante su calor, para abrirlos y enfrentarme a su penetrante mirada sobre la mía.- no sabes cuando me cuesta asumir que te perdi, y que estas por casarte con alguien más.

- No debiste irte Alex.

-Te vi tan bien a su lado que lo creí lo mejor para ti.

-No sabes que lo mejor eres tu- susurro cerca de sus labios.- pero no lo crees así, no ves que te necesito a mi lado, y que Jack no despierta en mi ni un poco de lo que tu, por favor Alex, date cuenta que eres todo lo que quiero y necesito.

-Pero no lo que mereces, mereces a alguien que haga bien, y no que te haga caer en depresión.

-Todos merecemos que nos vean como arte, y créeme Jack ni siquiera me observa como tal, tu a diferencia me haces sentir la obra más jodidamente admirada.

-¿Entonces por qué sigues con él?- me aleja un poco de su rostro para verme a los ojos.

-Porque no quiero estar sola, por capricho, porque Jack me consuela y me atiende y eso me hace sentir importante, me hace sentir un poco menos vacía, llena sólo un poco el vacío que dejas en mi Alex.

Sin más demora, ataca mis labios con euforia y deseo. Llevo mis manos a su nuca y profundizó el beso. Me toma de la cintura y me pega a él exigiendo, reclamando mi calor. El beso se torna apasionado. Sus manos aprietan fuertemente mi ropa y yo la suya deseando despojarlo de ella. Me sube al lomo del sillón y hace que abra mis piernas para el sobar mi entre pierna y descender poco a poco. Hace a un lado mi ropa interior y me observa segundos antes de que su boca tenga contacto con mi intimidad...

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora