Tu otra parte

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No puedo pensar en nada, ni escuchar nada que no sea su voz en mi cabeza, su calor en mi cuerpo, sus ojos en mi mente. Luego de un rato las lágrimas ya no salen pues la culpa me ha abundado completamente, todo esto es culpa mía. Alex no hace nada más que cuidarme y ahora esta en estado critico por mi culpa. Me undo en mis pensamientos cuando veo como Jen se levanta de golpe, observo el porque y veo al doctor frente  a nosotras.

-¿La familia del joven Alex...

-Sí- lo interrumpo.-  ¿él está bien?, ¿sucedio algo?

-Lamento anunciarles que está en estado critico aún, y tememos que los daños llegaran a cierta areas de su cerebro.- Me siento de golpe intentando respirar pero es inutil, perdí e control de mi cuerpo.- Le haremos una tomografía pero para poder continuar con el procedimiento necesito la autorización de ello.

-Yo puedo firmar, soy su.- toco mis manos y recuerdo que no soy nada de él en este momento.

-De hecho en su seguro de vida el joven puso el nombre de la señorita Jen Loski.

-Soy yo, me vuelvo a sentar mientras la confusión me abunda y miles de preguntas yacen en mi cabeza, ¿acaso Alex ya se esperaba esto de mi?, tal vez siempre estuvo en espera de que algo sucediera y así fue.

Veo como Jen se pierde junto al doctor entre los pasillos y yo me quedo ahí en silencio. Los minutos pasan hasta qu ela veo venir, hay tanto en sus ojos que no comprendo ni un poco.

-Será mejor que vayas a descanar Bailey.- es lo primero que dice.

-No, quiero estar aquí por si se necesita algo, ¿qué tal si puede resivir visitas y yo no estoy?, ¿qué tal si todo se pone peor y yo estoy "descansando", ¿ah?

-Alex solo puede resivir visitas de aquellos que en su hoja del seguro de vida estan, su estado es muy critico, cualquier cosa que suceda yo estaré aquí para dar autorización a algun procedimiento que pueda ayudarlo.

-Aún así no estoy tranquila, merezco estar aquí también, aparte...

-Bailey...

-Él es mi prometido.- musito e un hilo.- también teng derecho a...

-Lo hace por tu bien Bailey.- escupe en un tono elebado y me quedo estatica.- Si algo le llega a pasar a Alex él no quiere qe tu te sientas responsable de la última decisión, ¿podrías solo por un momento entenderlo?, Alex no quiere que estes aquí, quiere cuidarte Bailey, siempre ha querido eso, y la única forma que al parecer funciono es alejandote de lo que te pueda lastimar o causar conflictos, si no estas en esa hoja es porque no te quiere aquí con los nervios puestos en doctores de batas blancas que van de un lado a otro mientras esperas que uno de ellos traiga noticias para ti, ambas conocemos a Alex, yo lo conocí dentro de la clinica y vi sus peores momentos, tu lo cuidaste tiempo después cuando yo ya no estaba cerca de él, también conociendo lo peor de él, ahora dime, ¿crees que él le confiaria su vida a cualquier persona?, tenemos algo en común después de todo, y es el haberlo visto caer y levantarse y creo que eso fue más que suficiente para tenernos confianza, la diferencia es que a ti te ama y teme hacerte más daño, a mi no me quiere lastimar pero no me ama.- se queda callada un momento mientras respira.- Alex ha hecho mucho por ti Bailey, ¿no crees que es momento de agradecerle un poc siquiera y seguir sus indicaciones?

-Supongo que si estas en esa hoja es por algo.- es lo único que soy capaz de decir. Observo a mi alrededor y tomo mis cosas para partir a no se donde.- Si algo sucede hazmelo saber por favor.

-Lo haré Bailey.

-Y Jen.- me detengo un momento.- si despierta y yo no estoy aquí, dile que lo estaré esperando con ojuelas recien echas y un chocolate caliente más la planeación de una boda, nuestra boda, y dile que hice lo que pidió, me aleje para seguir con sus peticiones, pero eso no significa que día tarde y noche mi mete y mi ser sigan dando vuetas por aquí.

Se queda atónita mientras bajo la cabeza y salgo de ahí, con la maleta en la mano y el corazón en la otra.

**********
Tres semanas, han pasado tres semanas y yo no he recibido noticia alguna de él, llame solo una vez al hospital y me dijeron que se pidió privacidad con la información, con ello entendí que aún no es momento. Jen no me responde el celular y se que es para darle su espacio a Alex, aún que es injusto pue también necesito saber siqueira si esta vivo.

Decir que estar sin él es difícil, es poco. Mi cuerpo lo reclama, mi mente solo está en él, mientras imagino que algún día vere su llamada, o un mensaje de él, pero nada de eso ha sucedido. No volví al departamento pues aún no se que va a suceder con nosotros, tal vez en sus planes estaba volver ahí para descansar y no quiero ser más un bloque en el camino, en su camino.
De ahí en más las cosas han estado normal, conseguí trabajo en otro hospital en el cual no tengo que tratar con enfermedades mentales. Jack desapareció y aún sigue su orden de arresto por intento de homicidio y una orden para ir al juzgado a resolver el caso, sin embargo parece que sus intenciones eran dejar sin vida a Alex, cosa que presiento que ni logró, o eso ruego.

Le doy un último sorbo a mi chocolate y tomo las llaves para ir al súper, mis ganas de hacer la scosas son nulas, siento que ahora dependo de un hilo, y no me importa perder el equilibrio, no cuando siento tener tan poco.

Conduzco con calma mientras suena Unsteady de X Ambassadors, estoy por bajarle cuando ponla colilla de mi ojo veo a alguien estacionado una moto similar a lande Alex, me freno en seco y observo de quien se trata para después sentir como el pecho se me sume; decepción. Continuó con mi camino hasta llegar al supermercado, compro lo necesario hasta toparme con el pasillo de harinas, me sumerjo en el pasillo y tomo un paquete, luego otro, y después otro mientras pienso cuántas hojuelas podrán salir de estos paquetes y si será suficiente como para no tener que comprar de emergencia. Tomo la azúcar y chocolate y voy a la caja, la cajera está por pasar la segunda bolsa de harina cuando la detengo.

-Solo me llevare una.- musito con desilusión y quitó las otras dos de la despensa, vuelvo al auto y conduzco observando a todas parte su tomando la ruta larga para ver si puedo verlo por ahí. La desesperación nace en mi nuevamente y tomo con fuerza el volante mientras mis ojos se llenan de lágrimas. Doy vuelta en una esquina y retomó ese camino tan conocido, dejo que mis impulsos me ganen hasta que me doy cuenta de lo que hice. Estoy frente a su edificio, en esperanza de ver siquiera una tenue luz por esa cortina gruesa que tanta oscuridad nos daba para nuestras noches de película. Salgo del auto y decidida subo las escaleras aún que una parte de mi me ruega que me detenga haciendo de mis pies pesados, la otra parte implora saber de él.

Con la respiración agitada y la vista nublada estoy frente a una puerta fría y oscura, me quedo congelada, como si se fuese a abrir sola, hasta que mis dedos intentan tocar la puerta pero se quedan en el aire al escuchar unas fuertes carcajadas desde dentro. Inmediatamente Jen y él vienen a mi mente y todo se desmorona. La fuerza hasta para hablar se me va, la yema de mis dedos tocan la fría puerta y a como puedo bajo las escleras, entro a mi auto y me hago bolita en el asiento mientras intento estabilizarme. Yo provoque esto, yo lo aleje de mi.

A como puedo inicio a conducir hasta mi departamento, me bajo del auto y camino bajo la oscuridad.

Tal vez Alex está mejor sin mi, tal vez ellos dos están bien, tal vez ella lo cuida como yo no pude, tal vez todo es mejor así, tal vez...

-Te demoraste- levanto mi vista y todo se vuelve nulo.

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora