Noche de tormenta

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Alex

Le doy un trago más a la botella de tequila. Ya han sido tantos que no se sienten en mi garganta.

Entró a su habitación y me tiro en el piso frente a su cama mientras recuerdo aquellas veces que se quedaba despierta hasta tarde, o cusndo la traía a su cama luego de quedarse dormida en el sofá, esperándome. Su piel, siendo tocada por otro, su aroma siendo disfrutado por alguien más, su esencia siendo consumida por otro hombre, su sonrisa y ojos siendo admirados por otro sujeto, viene a mi y sólo puedo sentir celos de él, pues él puede admirarla, verla, tocarla, disfrutar de ella en todos los sentidos, cosa que yo no puedo hacer, cosa que jamás podré hacer.

Me imagino a Baikey en su vestido blanco caminando al altar, mientras me observa con amor y susurra "te lo dije". Yo sólo estoy estático mientras mis piernas tiemblan, mis manos sudan y mi pupilas se laguean al ver tanto arte y belleza en un solo ser de menos de 1.64.

Le doy otro trago a mi botella y vuelvo a la realidad de que esto sólo son fantasías, deseos que quedarán guardados para siempre, pues ella está por caminar al altar para ser entregada a otro. A Jack.

-¡Maldito imbécil!- lanzó la botella vacía contra la pared, haciéndose añicos.

Me pongo de pie, tomo las llaves de mi moto, una chaqueta y me monto en mi motocicleta. Arrancó y voy camino a algo que podría ser mi perdición.

Bailey

Me despierto poco a poco mientra el dolor en mi cuello se vuelve cada vez más insoportable. Observo a mi alrededor y sólo veo árboles y una carretera frente a mi. Recuerdo lo que pasó ayer y la melancolía llega a mi de inmediato. Me recargo en el asiento y masajeo mi cuello mientras pienso como volver a casa, y enfrentarme a Jack después de lo que le dije anoche.

Enciendo el auto e inició a conducir hasta llegar a casa. Me estaciono en la cochera, esperando verlo salir de casa, pero eso no pasa. Salgo del auto y abro la puerta para encontrar una casa sola y silenciosa.

-Jack- lo busco pero no hay rastro alguno de él. Voy a la cocina por un vaso de agua y cuando estoy por servir el agua veo una nota en la isla del lugar.

Se que esto es abrumador y tal vez apresurado para ti, y de verdad lo lamento. Te daré el resto del día libre de mi, de estrés y cansancio, no te llamaré más, pero por favor tampoco me llames, pues creo que ambos debemos pensar las cosas, o tal vez yo, pues aparentemente tu ya tomaste tu desicion.
Te ama, Jack.

-¿Por qué esto tiene que ser tan difícil?- dejo el vaso con fuerza, tanta que se rompe y termina cortando la palma de mi mano- mierda.

Voy al baño y de inmediato le único a quitar la sangre para ver los cristales penetrando mi piel. Tomo unas pinzas e inició sacar cada uno de estos, para luego, lavar la herida y vendrá mi mano.

-Perfecto, lo estoy jodiendo todo- maldigo para mis adentros y me pongo de pie para ir a limpiar mi desastre.

Se que está vez estoy en la cuerda floja, sin cogin o colchón que amortigue mi caída cuando pierda el equilibrio. La depresión hizo que quedará suspendida del trabajo por un tiempo, pues no es sano tratar con pacientes estando tu mal, y es comprensible, mucho. Jack está en no se donde, y por sus palabras tan frías en esa nota, se que está harto y cansado, hasta el punto de considerar esto por terminado, y no lo culpo, últimamente ni siquiera yo me tolero.

Sin apetito alguno, subo a la habitación y me tiro en la fría cama. Mis ánimos son inexistentes en este momento pues estoy por perder una de las personas más influyentes en mi vida, alguien que, aún que no quiera admitirlo, se ha convertido en fuerza soporte para seguir adelante. Jack me ha tenido mucha paciencia, durante más de 4 años, ha peleado mucho porque estemos juntos y hacer de esto algo definitivo y oficial, pero si soy honesta conmigo y con el mundo, no creo merecerle, y ese fue uno de mis mayores errores desde un principio; dejar que esto sucediera, permitir que lo que sea que haya entre nosotros dos, comenzará, y ahora este por llegar a su final.

Me acomodo en la cama e intento no pensar más en nadie mi en nada. Estoy hagotada en todos los aspectos, y se que pensar más en la mierda que llevo de vida y en como día con día empeora, sólo me quitará lo poco de energía que me queda. Se que no podré dormir, así que saco mi diacepan, corto un cuarto de la pastilla y la tomo, temerosa de un día dejarme llevar por mis impulsos y tomarme más de lo debido, quedándome tal vez atrapada en el sueño.

Mis ojos se vuelven pesados con cada parpadeo hasta que le cedo a mi cuerpo lo que tanto exige. Cierro mis ojos y me hundo en un sueño profundo.

Escucho como un rayo corrompe con el silencio y me levanto de golpe. Obsevro la ventana y veo la lluvia iniciar a caer. Me paro de inmediato y voy a cerrar el balcón y las ventanas para evitar pasar la noche limpiando.

Bajo por un poco de alimento y estoy por servirme jugo cuando tocan la puerta, brinco del susto y dejando a un lado mi hambre, voy a la puerta, se que Jack está detrás, y se que tal vez está sea la última vez de muchas cosas.

Temerosa abro la puerta esperando verle del otro lado pero mi seño se frunce al ver quien está en su lugar.

-Alex...

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora