La noticia

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Alex

Observo a Bailey mientras estamos sentados en el suelo y recargados en la moto, con nuestras manos entrelazadas mientras observamos el sol desaparecer. Ella fascinada por el paisaje y yo fascinado por ella y su belleza.

Recuero aquellos días de doledad dolor en terapia intensiva y en como sin necesidad de estar ahí presente me daba fuerzas para continuar, fue así como reafirme lo que es amar y ser amado. Y si, me siento como un idiota por las veces que la aleje de mi lado haciéndola vivir una condena que estuvo a punto de ser definitiva si permitía que se casara con Jack.

-Alex- sus ojos atrapan los míos.

-Dime- beso su mano.

-¿Por qué nadie podía darme respuestas sobre ti?

-Porque yo pedí que fuera así- su ceja entre ceja se frunce.

-No entiendo, ¿para qué querrías eso?

-No quería que me vieras sufrir porque sabía que te sentirías culpable, cuando en realidad tu sólo tienes la culpa de todo lo bueno que me ha pasado, aparte, ¿crees qué no te escuche aquel día que fuiste con el doctor a verme?

-Estaba desesperada- baja su mirada.- necesitaba verte Alex, fue algo muy difícil para mi.

-Y para mi también, enserio solo contaba los días para que por fin pudiera verte.

-Wow, no sabía que esas terapias me traerían a un romántico empedernido, ¿alguien sabe dónde quedó ese Alex celoso y protector?.

-Aqui sigue, sólo que lo mantienes canalizado, por hoy tienes al romántico que extraño todo de ti durante meses.

-¿Y qué es todo?- me observa picara mientras lleva su mano a mi entre pierna y yo la observo con atrevimiento mientras ma desnudo con la mirada.

-Mierda, no puedo ser caliente si me observas con tanto amor Bailey- bromeo abonado por su mirada.

-Solo besame- tira de mi y me hace besarla. La tomo de la cintura y ella pone ambas manos en mi rostro. El beso inicia a intensificarse y Bailey a los pocos segundos está sobre mi. Bajo mis manos poco a poco hasta llegar a sus glúteos y presionarlos contra mi. Un gemido se escapa de sus labios y siento que unos cuantos más y perderé el control. Estuve meses sin verla, sin tocarla, olerla, besarla o sentirla, y es casi imposible resistirme a ella en este momento. Sus manos me quitan la chaqueta y la pone a un lado de nosotros. Luego sus manos desmoronan mi playera para luego sentir la yema de sus dedos acariciar mis abdomen. Dejo sus labios e inició a atacar su cuello mientras se mueve de adelante hacia atrás y hace que mi pantalón me apriete. La tomo cuidadosamente y la acuesto sobre mi chaqueta mientras estoy entre sus piernas.- te deseo tanto Alex.

-No eres ma única que siente deseo aquí- vuelvo a sus labios.- pero no quiero hacerlo aquí, no cuando cualquier idiota en carretera puede verte desnuda y quererte hacer algo.

-Entonces qué esperamos para ir al departamento.

-Pense que lo habías rentado o algo- la observo curioso.

-Estuve a punto de.

-Lo hubieras hecho, de todos modos lo haremos.

-Alex, no tengo trabajo y tampoco dinero para ayudar a comprar una casa o un mejor lugar para vivir- musito mientras se apoya en sus codos.

-¿Quién dijo que tendrías que dar dinero?- me observa confundida.- bonita, salí hace un tiempo de terapia, justo antes de que el doctor de fuera a otro hospital, y gracias a su ayuda vendí varios de mis cuadros que nos dan dinero suficiente para vivir sin preocupaciones hasta que se venda otro cuadro.

-¿Hablas enserio?- sus ojos se agrandan y un brillo inexplicable en ellos se refleja.

-Asi es- apenas digo cuando me abraza entusiasmada.

-Tu nunca dejas de sorprenderme Alex- me besa con pasión.- ¡Mi prometido es un jodido pintor que se los llevará a todos!

-Quiero lo mejor para ti Bailey, para nosotros, y para lo que venga- toco su vientre y ella entiende la referencia.

-Te daré los hijos que quieras- me vuelve a besar pero ahora con ternura- pero todo a su tiempo viejo, quiero disfrutarte un poco más, disfrutar de esto es estamos siendo.

-Asi es bonita, así es.

-Por cierto- se pone de pie y yo hago lo mismo para recoger mis cosas y entre ellas el cuadro que en oleo que pinte de Bailey.- ¿cómo le diremos a nuestros padres que nos vamos a casar?.

-Nos las ingeniaremos, siempre lo hacemos.- me monto en la moto y segundos después Bailey está arriba, emanando calor a mi cuerpo, mientras sus manos en mi cintura me hacen sentir seguro.

Los días pasaron y Bailey y yo aún no decimos nada al respecto de nuestro compromiso, y no es que no queramos, pero hemos estado centrados en nosotros, y en disfrutar uno del otro.

-Bonita, ¿sabes dónde quedó mi corbata?- voy a la cocina mientras intento recordar dónde dejé la corbata de mi traje. Se gira para observarme picara y veo como se detiene en mi torso descubierto gracias a la camisa desabrochadame- ¿qué sucede?.

-Nada- me da la espalda sonrojada y con discreción me acerco a ella para poner mis manos lentamente en su cintura y sentir como se tensa. Me acerco a su cuello sin decir o hacer algo, sólo para ver como sus vellos se ponen de punta.

-Te ves preciosa- plantó unos cuantos besos húmedos en su cuello y luego la giro para que me observe.

-¿Qué estás haciendo?- pregunta nerviosa.

-Estaré fuera varios días- beso sus labios y luego su cuello- así que quiero disfrutar de mi prometida un poco más antes de irme.

Tomo sus piernas y la levanto. mientras enreda sus piernas en mi cadera. Apago la estufa y la inicio a besar mientras camino con ella sobre mi hacia el cuarto. La tiendo sobre la cama e inicio a hacer un recorrido de besos y caricias desde su cuello, luego a sus lindos pechos y su abdomen. Sin más que esperar, la despojó de su camisa y sostén, colocantome a la vez entre sus piernas. Me quito la camisa y el pantalón de una vez, pues me inicia a apretar.

-Ven aquí- me jala hacia ella y aprovecho para pegar mi intimidad con la suya. La continuo besando mientras me deshago de su short y pantaletas a la vez, tocando un poco su húmeda intimidad y despertando miles de sensaciones en mi. No pierdo más el tiempo y me quito los boxers. Me acerco más a ella y se que sintió la piel con piel- eres ágil para deshacerte de la ropa.

-Asi es preciosa- en cuanto termino de decir, entro en ella y me encanta sentir su espalda arqueada mientras ella rasguño con fuerza mi espalda en cada embestida.
********
-Llamame cuando te subas al avión  y cuando llegues allá- acomoda mi corbata observandome preocupada.

-Amor- tomo su rostro entre mis manos y se detiene para sólo observarme.- sólo serán tres días, voy a estar bien.

-Lo sé, sólo que, es muy difícil no preocuparme.

-Lo sé- beso su nariz con ternura- pero relájate, confía en que estaré bien, y verlo por este lado, llegando reuniremos a la familia para darles la noticia de la próxima boda.

-¿Llevas tus medicamentos?- interrumpe y la beso para no dejarla hacer más preguntas.

-Llevo todo, y prometo que la siguiente vez, irás tú a la galería de arte, sólo que esta fue de imprevisto.- asiente y si, pude llevarla a esta, pero no podría hacer lo que quiero. Bailey cree que iré a Nueva York a una exhibición de arte, pero lo que no sabe es que antes de ello, visitaré a Jack. Aquel día que regrese, no quise arriesgar a Bailey a que Jack la lastimara o le hiciera algo. Pero ahora voy sin ella, y sin riesgo a que la hiera.

-Esta bien, lo entiendo- la pego a mi y la beso con amor y deseo.

-Cualquier cosa me llamas- observo al taxi llegar y algo en la mirada de Bailey cambia.

-Asi será preciosa- vuelvo a besarla y tomo mis maletas.- te amo.

-Yo a ti- me da una cálida sonrisa y sin más, tomo mis cosas y me subo al taxi...

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora