El suplicio de Bailey

El regreso de Jack

Pasan las horas y por más que lo intento me rindo, Alex no sale de mi cabeza y sólo me hace tener fantasías a su lado como si fuese una liberta de nuevo.

Tengo fe en que volverá, en que esto no lo es todo, pero no se cuanto tardará, no se cuanto tiempo tendré que seguir en esta situación. Uno de ellos me hace bien, me mantiene cuerda, y el otro me vuelve un torbellino de emociones con sólo recordarlo, ¿el problema?, que uno de ellos es más estable, más razonable, el otro es aventurero y no siempre es cuerdo.

-¿Qué me estás haciendo Alex?- cuestionó para mis adentros mientras terminó el aseo del lugar.

Jack apenas pasa por mi mente y sólo viene cuando pienso en Alex. Se que haber tenido sexo con Alex no está bien, no cuando estoy comprometida, pero ni siquiera se donde está mi supuesto futuro esposo, tal vez está con cualquier mujer por ahí, mientras otro hombre me hace elocuente y feliz.

Mi celular vibra y me acerco para ver de quien se trata; hay un mensaje en mi WhatsApp de un número desconocido. Lo abro y trago grueso al iniciar a leerlo.

Ve a la puerta, te deje una sorpresa.
Atte: Alex.

Hago lo que él mensaje indica y observo en la puerta una caja de donas con una sobre encima. Sonrió como estúpida y salgo un poco a ver si el culpable está cerca, pero se ha ido. Tomo las cosas y entró a casa sorprendida.

Tomo una dona mientras abro el sobre y saco el documento que en este está. Lo reviso y es una receta médica, más el horario de unas aparentes citas al psicólogo. Alex lo está haciendo, está cambiando.
Me recargo atónita en la isla de la cocina y sólo puedo pensar en lo que probablemente le está cruzando por la cabeza a ese loco.

Escucho que alguien intenta abrir la puerta y de inmediato escondo el sobre. Tomo mis donas y me encierro en el cuarto de invitados. No sé con qué cara ver a Jack, no después de ver a Alex y saber lo que está pasando por su maldita cabeza.

-Bailey- lo escucho subir las escaleras y cierro la puerta con seguro.- Bailey por favor hablemos.

-¿Dónde estabas Jack?- es lo único que pregunto.

- Yo... estaba por ahí, pensando.

-Pues sigue por ahí, pensando.

-Bailey por favor, somos adultos, hablemos de esto, ¿quieres?.

No, no quiero no cuando estoy por irme tal vez con otra persona.

-No hoy Jack.

-Maldición- le da un fuerte golpe a la puerta y tomo mi móvil con fuerza por si tengo que llamar a alguien.- Bailey estoy muy cansado y sólo quiero hablar de esto, dejar este tema por visto y continuar con los preparativos, mira, ya tengo más ideas de salones que tal vez te gustarán, están al estilo de ambos, y los manteles y servilletas pueden ser del color que tu gustes, así sea verde moco o yo que se, y por lo cubiertos, cualquiera que escojas está bien, no son de relevancia, sólo, por favor déjame verte.

-No es sólo por eso Jack, la boda sólo dio a conocer algo que desde tiempo atrás se estaba acumulando, parece que siempre quieres tener el control, y que todo sea en base a tu decisión, sólo me das alternativas de lo que tu quieres para así llegar a un supuesto acuerdo, para convencerte de que me tomaste en cuenta cuando en realidad no está ni cerca de ser eso.

-Cambiaré eso, ya lo verás.

-Estoy cansada de tantas promesas Jack, necesitaba ver acciones, pero y es muy tarde.- escupo con honestidad. Y es la realidad, estoy tan cansada de mentiras y promesas que no se cumplirán, pero extrañamente Alex las ha cumplido, y tal vez él sea la única persona a quien le crea todo lo que promete.

-¿Que quieres decir?.- su voz se quiebra.

Salgo llena de osadía para verlo a los ojos antes de decírselo. Su mirada es un poema y sólo se ve molestia, confusión, y temor.

-Que si esta va a ser mi vida a tu lado Jack, no la quiero.

-No no no, me niego a dejarte ir Bailey- acuna mi rostro entre sus manos mientras las lágrimas descienden de su rostro y la desesperación es evidente.

-No es tu decisión Jack, es una sedición que yo ya tome.

-Bailey por favor encontremos solución a todo esto, yo se que la hay, pero por favor no me dejes.

Me suelto de su agarre para ver el dolor flaquear su cuerpo.

-Te agradezco todo lo que has hecho por mi Jack, de verdad estoy muy agradecida por todo tu tiempo, pero no dejaré que tus esfuerzos me hagan sentir forzada a estar contigo, porque eso no sería amor.

Y gracias a ti Alex, por hacerme se ríe un poco de esperanza y darme ese empujón que necesitaba para darme cuenta que esta no es la vida que quiero. No quiero una vida llena de posesión y celos, no quiero una vida llena de depresión y tristezas. No sé si estar con Alex sea la mejor de las mediciones, pero a la mierda, me siento tan bien con él, a su lado, y se que es también se siente bien a mi lado.

Estoy por entrar a la habitación nuevamente al ver que Jack parece estar en un colapso y perplejo. Estoy por cerrar la puerta cuando sus palabras me detienen.

- Es por su regreso ¿cierto?, es por Alex que tomaste está decisión- me giro congelada para verlo venir a mi con los puños cerrados y la mandíbula tensa.