Renuncio a ti, Alex.

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-Bailey- la mirada que Jack dirige hacia mi lo dice todo. No hay más que arrepentimiento y sentir en su mirada.

-Jack- le devuelvo el saludo intentando soñar neutra, sin embargo en imposible cuando cada fibra de mi se arrepiente de haberle dejado, y peor aún por alguien que sólo me llevo a su cama, y me tiro sin explicación alguna, una explicación que jamás tendré.

-¿Puedo pasar?- observo a Dani quien también está perpleja pero insegura. e
Entiende que necesito espacio y toma sus cosas sin siquiera mascullar una palabra.

-Yo iré por ahí- le pasa por un lado a Jack pero no sin antes darme una mirada de aquellas que sólo preguntas "¿Estaras bien?"

-Adelante- me hago a un lado para dejarlo pasar. Se instala en la sala y yo en un sofá frente a él.

El silencio domina la situación y no me atrevo a decir algo, pues es más que claro, que, quien quiere comenzar con esto es él. Y lo agradezco, pues no tengo fuerzas ni palabras para dirigirme a él.

-Yo se que fui un patan- se gira un poco para observarme- yo que se que te lastime, nunca debí tocarte siquiera, se que me dijiste que tenía que empezar a enfrentar mis miedos, mis inseguridades, pero créeme, es tan difícil, y más cuando me siento amenazado por Alex.

-Alex quedó en el pasado- escupo con dolor.

-Pero eso no quita que tus sentimientos por él estén por sobre los que me corresponden, y eso es algo que me ha costando tanto digerir, pero lo entendí durante estos días que no te he visto. Y de verdad, te pido perdón Bailey, por todo lo que salió de mi boca y te lastimó, estaba desesperado, y eso no es justificación lo sé, pero... sólo vengo a pedir que me perdones, y si en algún momento así lo quieres, podamos iniciar de nuevo, una relación donde mis problemas no serán más los tuyos, y tampoco te afectarán.- me quedo callada, sin siquiera observarlo. Jack se pone de pié creyendo tener mi respuesta.- lo se, soy un tonto al creer que venir aquí a pedir disculpas, después de lo que hice sería suficiente.

Esta por salir del lugar cuando lo detengo.

-Jack- me observa con un brillo inexplicable en sus ojos, como el de un niño entusiasmado y esperanzado. Me pongo de pie y llegó hasta él sintiéndome diminuta por su tamaño.- te disculpo, de verdad que lo hago, porque esto es o era algo de dos, y yo también tuve que ver, no sólo tu, y si alguien aquí también tiene que pedir perdón soy yo, por dejarme envolver en tan irracionales sentimientos, sin siquiera tomarte en cuenta, aún siendo mi pareja.

-No sabes cuán feliz me hace escuchar eso.- sus ojos se lagrimean y sin poder evitarlo me abraza con fuerza, un abrazo que correpondo, un abrazo que se siente honesto y necesario.- y créeme Bailey, tu ni siquiera tienes de que disculparte, créeme que te entiendo en toda la extensión de la palabra.

-No intentes justificarse Jack, ambos sabemos que hicimos mal y que no- me separo de él para terminar de expresarme.- y si, quiero intentarlo de nuevo, pero por favor, dame tiempo y espacio, que ambos lo necesitamos, si queremos hacer las cosas mejor que antes, necesitaremos hacer cambios y estos no vienen de la noche a la mañana.

-Yo te esperaré Bailey, créeme que lo haré.

-Y es algo que te agradezco.- ambos nos quedamos en el pasillo, observandonos, yo a él triste, y el a mi igual. Tal vez por él momento no suene como la mejor decisión, tal vez nunca lo sea, o tal vez, es lo que necesitaba.

Sin más rodeos, abrazo a Jack, y él me lo corresponde con fuerza.
Recuerdo cuando Alex se marchó por primera vez, y cuando reconfortante fueron y son los brazos de Jack. Es un sentimiento de paz que a pesar de todo lo que ha pasado no puede dejar de sentirse.

Recuerdo a Alex y un vacío gigante se siente en mi. No se que es peor, si perder a un ser querido por culpa de la muerte, o perder a una persona que está viva, respirando, pero no puedes verle, abrazarle, o saber si quiera como esta.

El dolor vuelve a hacerse presente y lloro en los brazos de quien algun día, también me vio llorar, por la misma persona, pero con diferente motivo, pues hoy no sólo lloro de decepción, lloro porque se que Alex no es más para mi, ni yo para él, lloro, porque una parte de mi, aquella que me tenía envuelta en ilusiones sobre su regreso y el cómo sería volver a sentirme querida, aquel fragmento de mi que aún tenía esperanzas en Alex, renunció a él, y consigo, yo completamente.

Tal vez duela más cada vez, tal vez menos, probablemente dure meses o años en dejar ir a Alex en su totalidad, pero no puedo estar sufriendo más, no por alguien que ni siquiera parece quererme. Así que si, renunció a ti Alex, a esto que algún día sentí y siento por ti, renunció a cualquier fantasía o ilusión de volver a ser pintada por ti, o vagar por tu mente como antes lo decías, renunció a tu nuestros sueños en común, dejándote libre Alex.

El suplicio de BaileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora