-Mmm.-Exclamé, sacándome su dedo de mi boca y relamiéndome con gusto.-Es verdad, están muy buenos.
Sonreí con inocencia y ella se quedó mirándome los labios por mucho tiempo, sabía a lo que se estaba resistiendo, pero no iba a dar el primer paso.
-Eres mala.-Me susurró, recostándose de nuevo en el sofá.
Solté una carcajada y cogí el único cojín que tenía en la casa, colocándolo entre mis piernas para mantener el espacio entre nosotras.
-¿Soy mala?-Asintió.-No sabes lo mala que puedo llegar a ser.
Enarcó una ceja y dio un pequeño salto en su sitio haciendo que se acomodaba como excusa para acercarse más a mí.
-No sé si me gustaría averiguarlo.-Se rió, girando su cuerpo para quedar frente a mí. Me senté de lado, cruzando mis piernas y apoyándolas encima del sofá, aún con el cojín entre ellas.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-Asintió.-¿Con cuántas personas te has acostado?
-Esa es una pregunta muy privada para hacer a tu jefa.-Se carcajeó.
-¡Venga, dime!
-No voy a responder, Alba.-Me tocó la nariz con el dedo índice y yo bufé, cruzándome de brazos.
Se rió de nuevo y se acercó aún más, seguíamos manteniendo la distancia por mis piernas pero aún así no era la lejanía que tendrías con tu jefa.
-La mala eres tú.-Acusé, haciéndome la enfadada. Soltó una carcajada y cogió el cojín, situándolo detrás de su cuerpo.-¿Qué haces?
-¿Yo?-Se hizo la loca.-Nada.
-Estás jugando con fuego, Natalia.-Advertí, mirando sus ojos profundamente.
-Quiero comprobar algo.
-¿El qué?-Interrogué curiosa.
-A ver cuánto aguantas sin volver a besarme.-Puso una mano en mi muslo y yo la agarré, evitando que mantuviera algún tipo de contacto con esa parte se mi cuerpo.
-¿Tanto quieres que lo haga?-Jugaba con sus dedos, entrelazándolos con los míos.
-Sé que no lo vas a hacer.
-Tienes razón.-Admití.-Lo vas a hacer tú.
-¿Apostamos?-Sonrió burlonamente.
-De acuerdo.
-Bien.-Nos quedamos en silencio, mirándonos con intensidad e intentando retener nuestras caras en la memoria como si alguien nos fuera a quitar aquel recuerdo.
Desenlacé mis piernas y me senté correctamente, esta vez completamente pegada a su cuerpo. Pasé una de las mías por encima de su regazo y la dejé colgando entre las suyas.
Continuábamos con el juego de manos mientras nos mirábamos, he de decir que nos estábamos resistiendo mucho con aquello. De vez en cuando su vista caía a abajo y supe que era su única manera de evitar la tentación.
Me acerqué despacio para no asustarla e hice el amago de besarla. Abrió los labios para darme paso y yo frené a dos centímetros de su rostro, riéndome de lo que estaba pasando.
-¿Ahora sí?-Pregunté irónicamente. Abrió la boca y la volvió a cerrar, colapsando.
-Eres tonta.-Me dio en el brazo. Solté una carcajada y obvié el hecho de que estábamos prácticamente rozándonos.
-Dame un beso, va.-Estiré los labios y puse morritos como invitación, cerré los ojos y esperé.
-No.-La escuché. Entreabrí mi ojo derecho y volví a mi posición normal.
-Si lo estás deseando.-No sé exactamente de dónde había salido toda aquella valentía, supongo que a causa de alcohol de mis venas.
-No confundas mis deseos con mis tuyos.
-Yo cumplo mis promesas.-Aclaré sonriendo.
-Y yo no pierdo apuestas.-Me contraatacó.
-Pues tenemos un problema.-Me encogí de hombros, acercándome un poco más. Pasé la lengua por mis labios y me los mojé, haciendo que los mirara atentamente. Me mordí el inferior con suavidad y tiré de él despacio.
-Vete a la mierda.-Soltó, para después lanzarse contra mí.
Caí hacia atrás del impacto y ella me siguió, tumbándose encima mía. Nuestras bocas se juntaron en un más que necesitado beso, haciéndome soltar un pequeño gemido de alivio.
Nos movíamos en una danza sincronizada, húmeda y agradable. Ella sabía muy bien lo que hacía y me lo demostraba cuando me mordía, me chupaba y me sonreía con picardía.
Me estaba volviendo loca. Agarré sus caderas con mis dos manos y me aferré a la camisa de su traje, atrayéndola hacia mí. Ella se sostuvo sobre uno de sus brazos para no dejar caer su peso completo sobre mí y subió el otro hasta mi nuca, tirando de ella.
Terminamos con varios besos cortos para quitarnos las ganas por la falta de aire y suspiré cuándo dejó uno algo más largo al separarse.
-Joder.-Susurré, impactándome al sentirla tan cerca de mi cara.
-¿Soy torpe?-Me preguntó burlonamente, levantando una de sus cejas.
-Un poquito.-Ironicé.-Pero todo mejora con la práctica.
-Bueno, tendré que intentarlo.
Solté una risa e incliné mi cabeza hacia arriba para atrapar sus labios de nuevo, pero ella me frenó cogiendo mi mandíbula entre sus dedos.
Mordió mi labios y tiró de él muy lentamente, disfrutando mi delirio constante. No terminó de separarse y se pegó de nuevo a mí.
Nuestras lenguas se encontraron y solté un jadeo involuntario cuando sentí sus labios bajar por mi cuello.
Decidí tomar terreno y agarré su culo con ambas manos, apretándolo con ganas y sintiendo como gemía ante la sorpresa, chupando fuertemente mi piel.
Continuó repartiendo besos por aquella zona y a mí me volvía absolutamente loca. Mordía, chupaba y volvía a morder. Clavaba sus dientes en mí y los arrastraba por todo mi cuello para darme placer.
-Estás muy juguetona hoy.-Murmuré, haciendo que soltara una pequeña risa y subiera a mis labios de nuevo.
-Ya sabes.-Se separó.-Lo que una hace lo hace correctamente.
Mis manos, que seguían amasando su culo, apretaron con fuerza aquella parte de su cuerpo. Gimió bajo y me pareció el sonido más caliente del mundo.
-Me estás poniendo como una moto.-Admití. Soltó una carcajada y besó mi mejilla con suavidad.
-La rubia hoy va a dormir calentita.-Meció sus caderas contra mí.
-Qué graciosa.-Rodé los ojos, mordiendo mi labio inferior.
Me vais a matar. Sólo recordad que os quiero JAJAJA. ❤️
Por cierto, sé que soy una pesada pero a partir de ahora voy a hacer encuestas en twitter sobre lo que pasará en los próximos capítulos. Así que ya sabéis.
@missbanana027