Solo soy una empleada

Capitulo 45

Dios, le hubiera gustado que ese paseo nunca hubiese terminado, la había pasado extremadamente bien junto a él, por primera vez se sintió cómoda. Y cada vez estaba mas segura de ese plan que tenia en mente, sobre conquistarlo. A lo mejor iba a ser difícil, pero no perdía nada en intentarlo... bueno, si perdía algo y bastante.

   -Gracias por el desayuno y por el paseo, me lo pase muy bien – agradeció Sara, cuando estaban abriendo la puerta de la casa.

   -No tienes que agradecérmelo – sonrió – fue entretenido hablar contigo, pero ahora, entremos – se hizo a un lado para que ella entrase primero, como un caballero – nos vemos luego – beso su mejilla.

Bueno, las mariposas en su estomago estaban como caballos indomables, ¿Por qué se sentía tan bien con él?

Ella se encontraba mirando como el subía las escaleras corriendo para ir a su habitación. Su mundo estaba cambiando, sus sentimientos ya no eran los mismos, el la estaba enamorando. Aunque sabía perfectamente que él no sentía absolutamente nada por ella, por primera vez se sentía atraída por alguien y sentía las ganas de siempre permanecer junto a él. Como un imán.

   -Sara, ¿Qué haces ahí? – se sobresalto al escuchar a Sam.

   -Dios Sam, me has asustado – sonrió – no hacia nada, solo... solo pensaba.

   -En Tom... - Claramente eso no fue una pregunta, sino una afirmación.

   - ¿Por qué crees que pienso en él? – pregunto ella algo confundida.

   -No es necesario preguntarlo para darse cuenta Sara, lo miras distinto – argumento.

   -Bueno, te informo que eso es algo que a ti no te importa Sam – trato de no sonar muy enojada ni severa.

   -Está bien – suspiro – lo entiendo Sara, ¿podemos hablar? – pidió amablemente, mientras hacia un gesto con su mano.

   -Si Claro – asintió – vamos al jardín.

   -Si, ahí está bien.

Juntos salieron al jardín trasero para establecer una conversación, ¿De que querría hablar el con ella?

   -Bueno – dijo Sam, sonrió – quería hablar contigo Sara.

   -Te escucho – sonrió ella.

   -Quería hablar sobre... sobre... nosotros - ¿nosotros? ¿ha dicho "nosotros"?

   - ¿No... nosotros? – pregunto confundida, y algo nerviosa.

Su ceño lo mantenía fruncido. No había un "nosotros" entre ella y Sam. ¿O sí?

   -Si, Sara – se acerco mas a ella, tomando sus manos – Para mi esto no es fácil, pero tengo que hacerlo, ¿Por qué? Por el simple hecho de que siento que estoy perdiendo terreno, siento que voy perdiendo en esta batalla – suspiro y la miro fijamente a los ojos – me gustas Sara – hizo una leve pausa – así como lo escuchaste... me gustas.

Eso Sara no lo esperaba, cualquier cosa menos eso, jamás pensó en gustarle a alguien, ni menos a Sam.

Estaba nerviosa, no sabia que responder, estaba viviendo un momento incómodo.

   -Yo... yo, no se que decirte Sam... - fue lo único que pudo decir. Se encontraba muda.

   -No digas nada... - el se acercaba lentamente – solo déjate llevar.

Y así lo hizo, se dejo llevar por el momento, lentamente sintió los labios de Sam sobre los de ella, le costo corresponder a ese beso, pero finalmente lo hizo, pero no cerro los ojos, no podía.

Se sentía rara, jamás pensó que Sam le dijera algo así y que ahora en este mismo momento la este besando. Pero, tenia que ser sincera, no sentía lo mismo como cuando besaba a Tom, pero ¿Por qué? Es fácil contestar a esa pregunta...

Porque esta perdida e irrevocablemente enamorada de Tom, el frío y hermoso Tom.