Solo soy una empleada

capitulo 58

Sara bajo las escaleras, estaba cansada, había ordenado absolutamente todo el dormitorio.

Mientras bajaba las escaleras, su animo no era precisamente el mejor, odiaba tener que irse de aquella casa. Cuando estaba llegando cerca de la sala, se encontró una desagradable escena, la señora Barbara estaba hablando por teléfono, mientras que Tom y Emma hablaban amablemente de cualquier tema.

¿Sera Emma una nueva contrincante? No quería admitirlo, pero por dentro, la rabia y el coraje comenzaba a surgir. Los celos se hacían presentes, y la sensación no le gustaba para nada.

¿Y qué sucedía si Tom no era para ella?, malditas preguntas, ¿Por qué nada podía ser perfecto?

Por un momento se sintió miserable, si no ponía de ella podía perder lo que tanto le costo tener, pero, Tom jamás fue de ella, ¿tenia que preocuparse? Por una parte, no. Pero por otra sí.

Sus sentimientos estaban en juego. Esa chica había logrado lo que a ella le costo meses, establecer una conversación con Tom.

   -Sara – la llamo Millie, interrumpiendo sus pensamientos. La pequeña se tocaba los ojos.

   - ¿Qué pasa, preciosa? – pregunto Sara.

   -Tengo sueño, ¿me llevas a dormir, por favor? – Sara era incapaz de decirle que no a la pequeña.

   -Claro, vamos – tomo su mano y la llevo a su cuarto, donde Millie se puso su pijama y se cubrió con las sabanas.

   -No me gusta Emma – hablo la pequeña, cuando por fin estaba acurrucada en su cama.

   - ¿Por qué?

   -Es falsa.

   -Pero si hasta hace poco que la has conocido, tienes que conocerla primero – aconsejo Sara mientras acariciaba su cabello – solo dale tiempo.

   -Tienes razón, pero te esta quitando a Tom – espera... ¿Millie sabia mas de lo que Sara se imaginaba?

   - ¿Cómo? – rio nerviosa Sara.

   -Se como os miráis, os gustáis, además el otro día vi como os besabais aquí – indico señalando sus pequeños labios – Sara, si a ti te gusta mi hermano, lucha por el... el sufrió mucho, lo vi llorar muchas veces, el cree que nadie lo veía, pero yo si lo vi.

   -No sé qué decirte.

   -No digas nada Sara, solo prométeme que, si te gusta mi hermano, vas a luchar por el - ¿Qué le diría ella ahora?

   -No estoy segura de mis sentimientos Millie... pero si me doy cuenta que me gusta tu hermano. Te prometo que voy hacer todo lo posible por luchar por el – arreglo la cama, dejando bien tapada a Millie – ahora a dormir.

   -Está bien – Millie beso la mejilla de Sara – buenas noches – susurro y se dio la vuelta dando la espalda a Sara para quedarse dormida profundamente.

Sara salió confundida y hundida en sus pensamientos, todavía no podía crees que esa pequeña supiera tanto de la vida teniendo tan poca edad, sorprendente.

Sara bajo las escaleras de la casa, cuando miro hacia el comedor, la señora Barbara establecía una conversación con Emma, mientras el señor Hiddleston conversaba amistosamente con Noah ¿y Tom? No se encontraba por ninguna parte, ¿Dónde estaría?

Ella solo camino hacia la cocina ignorando a toda persona que estaba en la sala. Estaba cansada y ya quería ir a acostarse, había sido un día muy duro.

Con pasos pesados entro en la cocina, Meryl ya no estaba y Sam tampoco, entro y se encontró con el rostro de él, el que se ausentaba de la sala.

   - ¿Qué haces aquí? – pregunto ella.

   -Nada, solo estaba aburrido – bostezo – solo hablan de puros negocios.

   -Ah... - suspiro ella antes de acercarse al fregadero y comenzar a lavar algunos platos sucios.

   -Te noto cansada – le dijo Tom, después de haberla mirado durante unos largos minutos.

   -Lo estoy.

   - ¿Te ocurre algo? – pregunto Tom, obviamente se estaba dando cuenta del tono cortante que estaba utilizando Sara hacia él.

   -No, ¿Por qué lo preguntas?

   -No lo sé, estas cortante, fría al hablar.

   -No, no me pasa nada. tranquilo.