Abrió la puerta y se encontró con el rostro de su madre quitando las cosas de la mesa, la mirada de ella se dirigió directamente a Tom quien estaba a un lado de Sara luego bajo la mirada a sus manos entrelazadas.
-Tienes que contarme muchas cosas ¿no? – pregunto su madre, Sara asintió tímida – pasad y tomaros un café conmigo.
Los dos asintieron y se sentaron en la mesa, los nervios de Tom se notaban a kilómetros. Ahora tocaba contarle todo a su madre. ¿Cómo lo tomaría? Eso solo se podía contestar contándole todo.
-Mama ya sabes mas o menos un poco todo esto – cuestiono Sara – ayer lo hablamos.
-Si lo recuerdo – miro a Tom - ¿Tu eres Tom?
-Si señor, yo soy Tom – sonrió el de forma tímida – lamento presentarme así y no como tendría que ser, pero hay muchas cosas que me gustaría hablar con usted – Sara lo miro, ¿Qué cosas quería hablar con su madre?
-Soy toda oídos.
-Bueno... - comenzó a decir – usted a mi no me conoce y yo a usted tampoco, quizás Sara ya le contó un poco mi historia.
-Si lo hizo y lo lamento mucho.
-No, no se preocupe – tomo la mano de Sara para nuevamente entrelazar sus dedos – quisiera darle las gracias por haber tenido a una persona como lo es Sara.
-Bueno en eso ha salido a mi – Sara carcajeo con el comentario de su madre.
-Si, y no lo dudo – prosiguió Tom – ella llego a mi casa y desde un principio la trate mal, la humille delante de todo el mundo sin importarme lo que ella sintiera en ese mismo momento – trago saliva – pero ahí estaba siempre ella ayudándome o ayudando a mis hermanos a pesar de todo, fue la única que me ayudo a salir adelante, a salir de mi pasado oscuro para vivir mi presente – con cada palabra que decía hacía que Sara se sintiera como en un sueño, había soñado tanto con este momento – por eso vine señora, para pedirle perdón y también para... - respiro profundo – para... - miro a Sara y ella lo miro a el – para pedirle que sea mi novia – se digno a decirlo por fin, ello lo miro sorprendida ¿estaba hablando enserio? ¿ser su novia? ¡Dios! Su pudiera gritar no dudaría en hacerlo.
-Tom... - todavía no podía creer lo que sus oídos habían escuchado.
-Sara es tan fácil como decir un si o un no o un tengo que pensarlo.
- ¿Piensas que en realidad te diría que no? – le dijo a Tom y una sonrisa se formó en su rostro, la felicidad brotaba por sus poros, estaban siendo feliz finalmente.
-Creo que os voy a dejar a solas – se digno a decir la madre de Sara – siéntete como en casa Tom.
-Muchas gracias, suegra – bromeo Tom, ella solo lo miro y carcajeo.
-De nada, querido – dijo y se marchó a su cuarto.
Los dos solo se miraron y rieron juntos.
- ¿Sabes que ahora eres mi novia? – pregunto Tom tomándola del mentón.
-Si lo sé, pero todavía no me lo creo.
-Pues créetelo Sara, esto es real – beso su frente – te amo.
-Yo te amo mucho más – le dijo ella.
-Tu madre es genial – admitió Tom.
-Si lo sé, ella me apoya como nadie – sonrió y beso la mejilla de Tom – creo que ya es tarde, no me gusta que estés tan tarde en la calle.
-No me pasara nada, pero si insistes... está bien – se levanto de su asiento acto seguido de Sara.
-Te acompaño afuera – ella se coloco su abrigo para el frío, solo llevaba un vestido corto y el frío hacia presente en su cuerpo.
-Entra rápido – le ordenó Tom – estas temblando – la abrazo para darle calor, le encantaba cuando se ponía sobreprotector.
-Nos vemos mañana – Sara hizo un enorme esfuerzo para separase de él, si pudiera se hubiera quedado horas en sus brazos.
-No voy a estar despierto muy temprano.
-Si no lo estas yo iré a despertarte – le advirtió Sara.
-Esa es una buena idea.
-Esta bien, vamos ve a tu casa no quiero llegar tarde mañana – beso los labios de Tom cortamente.
- ¡Hey! Eso no es justo – se quejó el.
- ¿Por qué?
-Porque quería uno más... - se acercó a ella – más largo – termino de decir uniendo sus labios en un beso lento, con amor, lo que ellos dos sentían mutuamente, un beso que dice mas de mil palabras. Un beso que esta uniendo dos corazones que ser solo uno.
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Solo soy una empleada
RomanceSara Hyland una muchacha de veintidós años, humilde, de buen corazón. Ella decide trabajar en una casa de ricos, la casa de los "Hiddleston". Una familia que se deja llevar por la avaricia, las apariencias y la ambición. Jamás pensó que trabajar en...