Nuevo día, nuevos sentimientos, nuevo todo.
El dulce sentimiento del amor toco el corazón de Sara, pensar que se odiaban hace un par de meses y ahora todo cambio en su vida. ¡Es novia de Tom Hiddleston!, el "No me voy a enamorar nunca más". Es un poco increíble de creerlo, pero está pasando de verdad.
Ahora solo quedaba ese otro paso, llamado "familia". Por su parte no tenia problemas con la suya, su madre lo entendía y su padre siempre respetaba sus decisiones, el problema era la familia de Tom, quizás como se lo tomaran, pero eso no le importaba, nadie le separara de él, trataría de hacer lo posible por hacerlo feliz como realmente se lo merece.
- ¿Sara? – su madre toco la puerta de su habitación.
-Pasa mama – le dijo sentándose en la cama para estar cómoda.
-Ya es hora de que te levantes – le aviso y se sentó al lado de Sara.
-Lo sé.
-A si que mi pequeña ya tiene novio – Sara se sonrojo.
-Mama...
- ¿Qué? Y nada mas ni menos que todo un hombre, y que hombre... y guapísimo Sara.
- ¡Mama! Para... - reía a carcajadas.
-Está bien – se detuvo – vístete y baja a desayunar.
-De acuerdo – sonrió y en cuanto su madre salió de su cuarto se levantó y corrió al baño.
Después de haberse duchado y vestirse, finalmente bajo a desayunar.
-Mi hermana tiene novio... - dijo Mckenna en tono de canción.
- ¡Mama! – se quedó mirándola, era obvio que ella le contó todo a su hermana pequeña y a su padre.
-Lo siento – se disculpó su madre – no pude evitarlo... fue la emoción.
-A si que tienes novio – le dijo su padre serio.
-Papa... - se sentó junto a el – tu sabes que no voy a quedarme soltera siempre ¿no?
-Lo sé – cambio su rostro a uno más compresivo – solo quiero tu felicidad... pero si el se atreve a tocarte o a hacerte daño le cortare las...
-Entendido – interrumpió, sabia a lo que se refería.
- ¿Qué le vas a cortar papa? – pregunto Mckenna.
-Eh... - trago saliva sonoramente, era obvio que la pregunta de Mckenna lo sorprendió y pensaba en una respuesta – las orejas mi amor... las orejas.
-Porque mejor no desayunáis tranquilos, sin cortar nada a nadie – sugirió la madre de Sara.
-Si... - Sara miro el reloj – yo ya tengo que irme – tomo el ultimo sorbo de café.
Quería llegar rápido a la casa de los Hiddleston, necesitaba verlo, necesitaba de sus besos, de sus abrazos, de todo el.
-Aquí por favor – le dijo Sara al taxista. El coche se detuvo – Gracias.
Recorrió el jardín y recordó el primer día en que llego, una sonrisa apareció en su rostro, como olvidar ese día.
-Hola Sara – le saludo el jardinero.
-Hola Peter – sonrió - ¿Cómo estás?
-Muy bien, trabajando como siempre.
-Eso veo – rió – bueno, nos vemos.
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Solo soy una empleada
Storie d'amoreSara Hyland una muchacha de veintidós años, humilde, de buen corazón. Ella decide trabajar en una casa de ricos, la casa de los "Hiddleston". Una familia que se deja llevar por la avaricia, las apariencias y la ambición. Jamás pensó que trabajar en...