Capitulo 46

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   -Sara no te pido una respuesta inmediata de todo esto, sino que lo pienses – acaricio la mejilla de ella – se que te puedo hacer muy feliz.

   -No lo se Sam, yo no te conozco muy bien. Solo salimos una vez y creo que eso no es suficiente para conocer a las personas.

   -Claro que no, pero quiero que me conozcas, que te convenzas de que verdaderamente me interesas.

Ya más confundida no podía estar, ¿Cómo le decía que no sentía absolutamente nada por él, sin hacerle daño? No quería echar a perder su plan con Tom, aunque no lo amara como Sam lo estaba haciendo, porque estaba tontamente enamorada del hombre mas frío del planeta, estaba enamorada de un tempano de hielo. De un adorable tempanito de hielo.

Tampoco quería hacer sufrir a Sam de tal manera, él la quería hacer feliz, estaba poniendo todo de el para conquistarla, pero ¿logrará conquistar el corazón de Sara?

Primero que nada, si Sam quería conquistar a Sara, tenia que ser él mismo, o sea no representar una persona que no es, bueno con Tom hacia una excepción.

¡Dios! Es que simplemente venir a trabajar en esa casa le estaba presentando tantos problemas. Como quería unos días de vacaciones para poder relajarse y sacarse todo el estrés que tenía dentro.

   -Bueno como veo que no me vas a decir nada... es mejor que entres a la casa – refiriéndose a la casa.

   -Lo siento... tienes razón, es mejor entrar ya – no era solamente porque quería acabar con el tema, si no también era que no hizo nada en la casa hoy y tenia que hacer algo y no dejarle todo el trabajo a Meryl, la pobre ya debe estar exhausta.

En un absoluto silencio los dos entraron a la casa.

Pero ninguno de los dos, se percató... que Tom estaba mirando toda esa escena desde la ventana de su dormitorio, aunque no escucho nada, vio ese beso que ellos se dieron, y todas las esperanzas que tenía se consumieron por completo.

Aunque le fuese difícil aceptar, Tom se había dado cuenta de que tenía ciertas esperanzas con Sara, pero al ver eso, se desvanecieron.

Sara totalmente confundida limpiaba la casa, mientras su cabeza esta hundida en pensamientos, pensamientos que eran constituidos por Sam y obviamente Tom.

¿Y si mejor renunciaba a todo, al plan de conquistar a Tom, de seguir viendo a Sam, e irse y renunciar al trabajo? Eso realmente seria lo mejor, pero, ¡Maldición! No podía, simplemente no podía, ¿Por qué? Por muchas cosas.

Primero que nada, necesitaba el trabajo y la señora Barbara le pagaba bastante bien. Segundo, ya se encariño bastante con Millie y Noah... bueno también con Tom.

Tercero, no tenía ganas de renunciar a su plan, no quería renuncia a él.

Después de todo ya se acostumbró a la familia Hiddleston, a los buenos y malos tratos.

   -Sara, quiero un refresco – le ordeno Tom sentándose en el sofá con su notebook - ¡Ahora! – le grito.

Sin siquiera esperar a que ella le contestara, el comenzó a escribir en su Notebook y se sumió tanto en sus letras que olvido que Sara se encontraba ahí.

Solo soy una empleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora