10: El dia en el que te conoci

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Como olvidar el día en el que te conocí? si fue el peor de mi vida.

-Oye¡ tu¡ Tienes el tazo de Snorlax¡ dámelo¡¡¡- Dijo un pelicenizo sosteniendo una bolsita con todos sus tazos pokemon.

-Oye no hermano consiguete el tuyo¡- Dijo un pecoso sentado en el arenero con sus tazos pokemon en mano.

-Que dijiste inútil?- Dijo un pelicenizo algo irritado -Te reto a un duelo¡¡ si yo gano me darás todos tus tazos pokemon y seras mi sirviente¡-

-Y si yo gano?- el pecoso miraba atentamente esperando la respuesta del pelicenizo.

-Que ganes seria imposible, pero claro¡ si ganas... te daré a uno de mis sirvientes para que te sirva¡-

-Acepto¡-

-Mañana seras hombre muerto inútil¡¡ Te esperare a la 1 de la tarde¡¡-

-A la 1??? pero tengo que almorzar¡¡ puede ser a la 11??-

-Tendré que levantarme temprano entonces inútil¡ Bien a las 11¡¡¡ pero ni se te ocurra llegar tarde¡-

-No lo haré¡¡¡ Adiós niño que no conozco¡¡¡-

-Adiós Deku¡¡¡-

Y así pasaron los niños, uno estaba en su habitación golpeando su almohada con fuerza imaginando al pecoso, mientras que otro, simplemente estaba pidiéndole a su madre que le planchara su traje de All Migth.

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-Que... que se supone que estas usando?-

-Dijiste que tendríamos un duelo¡¡¡ así que donde están los villanos??? ow.. veo que no tienes tu traje... tranquilo¡ si quieres vamos a mi casa y te presto mi traje de Erase.....-

El pequeño pecoso no pudo terminar la oración debido que un puño aterrizo en su mejilla tirándolo al suelo.

-Oye... eso dolió... por que lo hiciste????- Dijo el pecoso temblando y con lagrimas en sus pequeños ojitos.

-Por que eres un idiota, no vine aquí para jugar, vine aquí para pelear de verdad¡ te matare¡¡¡- Dijo el pelicenizo acercándose furiosamente.

-Oh... ahora que lo recuerdo... tengo que terminar tarea en casa, lo siento, jugaremos otro día- Dijo el pecoso levantándose del suelo excusándose con sus tareas sin terminar que en cierta parte era verdad.

-Oye no¡¡¡- El pelicenizo se abalanzo hacia el pequeño y comenzó a sacudirlo.

-Oye... me lastimas...- reclamo el pecoso en un tono de voz bajo y apunto de estallar en lagrimas que fueron silenciadas por un golpe.

Ahí estaba el pecoso, siendo agitado una y otra vez como cuando el agitaba su cajita de chocolatada antes de tomarla, creyó que el pelicenizo lo golpearía, cuando de pronto se oyó unas risas burlonas que parecían ser de niños mas grandes que ellos.

-Pero miren a quien tenemos aquí.... si es el niño que decidió patearle los huevos a uno de nuestros compañeros-

El pelicenizo paro en seco, y su mirada podía reflejar, un poco, solo un poco de miedo, que no era tan visible para los demás, pero si para el pecoso que lo tenia tan cerca.

-Lárguense de aquí buenos para nada o tendrán serios problemas- Amenazo el pelicenizo hacia el líder del grupo que era un peliceleste que ante aquella amenaza no hizo mas que reír.

-O si no.. que? son ustedes dos contra ocho, que harán al respecto mocosos?- Dijo el peliceleste chasqueando sus dedos para que su grupo rodeara al pecoso y al pelicenizo. -Sujétenlo-

La conversión del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora