29: Lo que no te puedo decir

740 75 11
                                    

Hey pequeño pecoso, cuanto has crecido en todo este tiempo, desde que te marchaste me he sentido deprimido, pero lo oculte, no quería que me vieras así de débil e indefenso como me dejaste, yo te...., me dejaste, y me dolió, ahora, siempre siento que estas caminando detrás de mí como antes, pero procuro no voltear, porque sé que si lo hago desaparecerás, te extraño, extraño que me admires, extraño que me mires a los ojos inocentemente, ahora si mis ojos se topan con los tuyos, desvías la mirada avergonzado y disimulas, eso me lastima, y no sabes cuánto.

Sabes, siempre pensé que de todas las personas tu serias la última en la que pensaría en formar una amistad, o algo más..., siempre pensé que nunca llegaría a sentir esto, y menos por una persona como tú, pero, solo basto un año, para darme cuenta, que fui un idiota, extraño la manera en la que me llamabas con aquel apodo que casi nunca me gusto, recuerdo dar rabietas al oírte llamarme así, pero hoy en día, lo único que quiero es que tu vuelvas a llamarme así, extraño tu forma de mirarme y sonreírme, daría lo que fuera por volver a jugar a los superhéroes contigo.

Mi orgullo fue mayor, siempre dijeron que era genial, que yo haría lo que fuera, y... pensé que también tendría a la gente que quería, que idiota fui, no te pude mantener a ti dentro de mi vida, me costó un año darme cuenta que te necesito, me costó doce años, escribir una carta, una maldita carta, y de seguro me costara más de tres meses entregártela, mi orgullo es demasiado fuerte, no te hablare, pero si te mirare, ir por los pasillos con tus nuevos amigos, parece que me reemplazaron, ver como los demás te quieren, pero estoy seguro, de que ni uno te quedra de la forma que yo te quiero, pero tampoco.... Nadie te lastimara de la forma que yo te lastime.

Lograste tus metas, me superaste de cierta forma, seguiste con tu vida, yo fingí vivir la mía, fingí que no me importaba el hecho de que no me seguiste hasta el final, tal y como prometiste, fingí que no me importo el hecho de que.... Yo no fui capaz de hacerte cumplir la promesa, no fui capaz de protegerte de los malvados que te querían separar de mi lado, no fui capaz de protegerte de mi orgullo.

¿Porque tienes que ser tan puro e inocente? ¿porque tuviste que bajar de aquel tronco para ayudarme cuando me caí al arroyo, por qué? Si tu no lo hubieras hecho, estaríamos bien ahora, seguirías a mi lado sonriéndome, y yo estaría ahí protegiéndote.

Nunca creí que de todas las personas... que me quitarían el sueño por las noches con su sonrisa que de todas las personas que me harían llorar... por recordar momentos... que de todas las personas que me harían sentir frio.... Por extrañar sus cálidos brazos rodeándome... de todas las personas que podía enamorarme... fuiste tu... Midoriya Izuku.

Att: Katsuki Bakugo.

La conversión del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora