82: Sobrevivir.

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ATENCIÓN: Este capitulo tiene material que puede ser sensible para el lector, no quiero especificar debido a que arruinaría todo pero si es algo fuerte, agradecería si se saltan el One-Shot si lo comienzan a sentir demasiado fuerte para su gusto, sin más que decir, a empezar.

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Sus piernas temblaban, sus nudillos tocaron la puerta mientras tragaba saliva, la puerta se abrió dejando ver a un hombre pelicenizo de piel blanca como la nieve, llevaba un traje sin chaqueta, tenía un penthouse que desearía cualquiera.

Entro y tomo de la copa que le invito, le mostró el baño y ahí se metió, se vio delante del espejo y volvió a considerar sus opciones, todavía podía salir, todavía podía irse de aquel lugar, conseguir dinero de otro lugar, recordó su lamentable situación, no podría pero debía por el bien de su familia.

Entro a la ducha y dejo que el agua recorriera sobre su cuerpo, miro el techo y siguió pensando, dejo que el jabón se resbalara sobre su piel, echo shampoo en su cabello, cuanto le dolía hacer eso, deslizó el jabón por sus brazos y piernas para luego mojarse y volver a limpiarse.

Salió de la ducha, nada de cremas para exfoliación explico, tampoco era como si tuviera dinero para pagar unas, se miro en el espejo mientras se secaba el cuerpo, reviso su aliento, puso pasta dental en su cepillo y lo metió a su boca, cepillo sus dientes y su lengua, estaba limpio, completamente limpio.

Salió de la habitación sin ninguna prenda sobre su frágil cuerpo, vio sentado en la cama a ese señor sin nervios.

-Ven aquí pequeño.

Fue y se acomodo entre sus piernas, sentía el alcohol con analgésicos causar efecto.

-Te limpiaste bien?

Asintió y se sujeto al cuello del hombre, recibió un beso en los labios mientras su cabello era acomodado a un lado, era largo a pesar de que su madre se lo cortaba en el baño, sintió los besos ir hasta su hombro para luego ser tirado al suelo sin remordimiento, subió la vista y se encontró a esos ojos rubíes mirándolo con deseo.

-Chupalo.

Vio al hombre abrirse los pantalones y sacar su miembro erecto de ellos, lo vio dejarlo delante de él pero solo lo miro sin ninguna emoción, levanto su vista y susurro.

-El dinero primero.

Recibió una bofetada y casi lloró, de no ser por que no dejaría que eso le quebrara el corazón.

-Te dije que lo chupes.

Obedeció, vio como el señor hacía su cabeza hacía atrás mirando al techo, él solo levantaba su boca de arriba a abajo mientras que con su lengua dejaba rastros de saliva, sintió una mano sujetarlo de la cabeza, sintió como su boca era embestida con fuerza, vio hacía arriba con los ojos llorosos a ese hombre que solo sonreía con arrogancia mientras que con una mano la camisa se desataba, la cabeza rozaba su campanilla causandole arcadas que se aguantaba, se sujetó a la cama y cerro los ojos llorando del miedo mientras su boca era embestida por un largo miembro.

Lo oyó soltar un orgasmo mientras sintió como de su boca salía un liquido blanco.

-Escupelo.

Lo escupió en la alfombra y luego sintió como una mano lo sujetaba de ambas mejillas y su mirada se cruzo con la del mayor que no tenía corazón.

-Mira lo asqueroso que eres, eres una pequeña puta que hace lo que sea por dinero.

Tenía razón, haría lo que sea por dinero, por eso se había metido en esa situación, fue tirado hacía atrás de nuevo y luego recibió una señal para subir a la cama, lo hizo, se echo boca arriba y de reojo vio como el señor se quitaba la ropa que le quedaba quedando desnudo al igual que él, se echo en su encima y comenzó a besar partes del cuerpo del peliverde.

La conversión del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora