66: ¿Puedo salir con su hijo?

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Toshinori Yagi era un padre soltero, su esposa murió cuando su hijo tenía tan solo cinco años, fue difícil puesto que su trabajo de abogado no le daba mucho tiempo, por eso cada que tenía un rato libre la pasaba con su hijo y lo educaba, es por eso que nunca le importo conocer a alguien más con quien pasar su vida, si podía ver a su hijo convertido en una persona de bien era suficiente.

Su hijo, Toshinori Izuku, era un hermoso joven que le recordaba cada vez más a su difunta esposa, era casi su copia exacta, lo único que lo diferenciaba era la forma de su cabello y sus pecas, pecas que heredo de su abuela.

Ese día se hallaba almorzando con su niño, tenía dieciséis años de edad pero para el siempre seria su pequeño niño indefenso, habían tres platos en la mesa, pero ellos solo eran dos, gal vez alguien vendría a almorzar con ellos y se le hacia tarde, se hallaban conversando tranquilamente pero notaba como su hijo se hallaba nervioso, le pregunto que pasaba pero en ese momento oyó como el timbre tocaban.

-Papá... hay alguien que quiero que conozcas...

Vio a su hijo ir hasta la puerta y saludar alegremente, oyó un nombre, "Kacchan", recordaba que su hijo le había comentado que hace poco se había encontrado con un amigo de la primaria al que llamo Kacchan, tal vez lo vería más seguido en su casa así que debía acostumbrarse.

-Buenas tardes señor, mi nombre es Katsuki Bakugo.

Vio al muchacho nervioso, se veía de la misma edad de su hijo, luego se percato de que su hijo se hallaba a su lado con un ramo de rosas en brasos.

-Bueno.. yo ya estoy lleno pero por que no almuerzan ustedes dos juntos?? Se llevaran bien¡

Responde el peliverde nervioso llevándose su plato de comida y las rosas recibiendo una mirada nerviosa y desesperada de su acompañante, Toshinori se percato de ello y comenzó a estudiarlo, aprendió a ser muy observador gracias a su trabajo.

-Siéntate muchacho¡ me alegra que mi hijo tengo un nuevo amigo.

Comento con alegría señalandole el asiento a su izquierda, trataba de transmitirle confianza, no quería terminar en el hospital con unos padres furiosos por tener a un hijo que se desmayo debido a la ansiedad, seria una burla que un abogado tenga que buscar otro para defenderse ante una demanda por culpa de un adolescente escandaloso.

-Muchas gracias señor.

-Llamame Yagi niño, no estoy tan viejo, y que te trae por aquí?

-Pues... señor... me preguntaba si...

-Tranquilo, no muerdo, solo demando y puedo hacer que te quiten hasta tu casa pero no hay problema.

Dice con una sonrisa en forma de broma pero luego se arrepintió al ver al adolescente ponerse más nervioso de lo que estaba y tragar saliva.

-Es broma¡¡ no soy capaz de hacer eso sin razón alguna, no es honesto, dime con confianza.

-Me preguntaba si... podría salir con su hijo...

-Oh por supuesto¡¡ y a donde van a ir? Con quien? Necesitan dinero? Los puedo llevar si lo necesitan.

-No señor... me refiero a... salir en una relación...

El pelicenizo nervioso dirigió su mirada al señor Yagi quien se hallaba sorprendido, tomo su vaso de agua y comenzó a tomarlo para calmarse.

-Dime hijo, ¿cuantos años tienes?

-Dieciséis señor....

-No estas muy joven? Digo se que se conocen de la primaria y todo pero... no estas muy joven para pensar en tener una relación? Te queda un mundo por vivir y un montón de personas por conocer.

La conversión del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora