You're Not Better Than Me | Número 5 Y Tú.

Capítulo 33

Klaus Hargreeves.

Regresé...
Apreté el maletin con todas mis fuerzas y pequeñas lágrimas salían de mis ojos sin mi permiso, mis manos, tenían su sangre.
Me sentía devastado... Incompleto.
Me levanté del asiento e hice que el autobús parara, en el momento de ver todo a mi alrededor, volví mi vista al maletin.

En ese momento sentí tanto odio, tristeza y desesperación, emociones mezcladas que no podía guardar y me descargué con el maletín.
Lo sostuvé con fuerza y comencé a golpearlo contra la banca y el suelo hasta que me sentí tan frustrado que lo arrojé lejos... Y grité.

Grité por el mundo, grité por Dave, grité de odio, ¡Maldita sea! ¿¡Por qué!?
Todo lo que quería se iba, desaparecía sin que yo pudiera decir algo.
Simplemente no era para mí mantener algo y caí... Caí al sucio suelo mientras el maletín se prendía en fuego, no me importaba quien me veía o como me veían, sólo quería... Necesitaba a alguien.

¡No quería recordar su partida!
Trate de limpiar mis manos deslizándolas una y otra vez para quitar la sangre de ellas.
O más bien lo hacía para que él volviera a estar conmigo, su cuerpo, una última vez pero... Ya no lo tenía.
Ya no más. Necesitaba a mi hermana.
Necesitaba a la que me dice cosas pero siempre me escucha.
Necesito a _______.

Ahí estaba yo, derrumbado y derrotado por la vida, llorando porque la persona que más amaba regresara...

-Dave.-susurré mientras me recargaba en la bañera. No tenía ganas de hacer nada. Sólo quería pensar. Buscar la forma de volver y sabía que _____ me ayudaría pero de regreso a la Academia no la vi.

El sonido de los helicópteros y mi voz llamando a Dave me atormentaban, más que las voces de las personas del más allá.
Seguía escuchando los helicópteros una y otra vez, no podía despejar mi mente, así que me levanté exaltado y agité mi cabeza, a ver si de alguna forma, aquellos pensamientos se fueran.

______ Hargreeves.

Había decidido que era hora de regresar a la academia junto a Cinco que pensaba de la misma forma.

-¿Estás bien?.-pregunté a Klaus, observé que habían pisadas, pero no cualquier pisadas, estas estaban marcadas con sangre, que daban camino a su habitación.
-Si, sólo fue... una noche larga.-suspiró y se acomodó su camisa.
-Más de una, por lo que veo.-habló Cinco detrás de mi.
-Si.-respondió Klaus.

Divisé una placa en su cuello... No era de él, algo malo estaba pasando.
-No recuerdo las placas.-me acerqué pero se colocó la camisa impidiendo que pudiera ver el nombre que lo adornaba.
-Si, pertenecían a un amigo.-me miró y noté tristeza en sus ojos... Melancolía.
-¿Qué hay del nuevo tatuaje?.-sacó a relucir Cinco.

-No recuerdo habérmelo hecho.-hizo un ademán.-como dije, fue una noche larga.-caminó un poco y se sentó en su cama.
-Lo hiciste, ¿no es así?.-sonrió Cinco y se acercó a él.
-¿De qué hablas?.-preguntó ahora él y fue cuando me di cuenta.
-Sabes que reconozco los síntomas, Klaus.-Cinco se paró al lado de mi.
-¿Síntomas de qué?.-dijo Klaus cansado y se estiró un poco.

-Desface horario, comezón en el cuerpo.-Klaus se cubrió la cara.-el dolor de cabeza que se siente como si alguien puso algodón en tu nariz hasta tu cerebro.-Klaus lo miró entre sus dedos y se destapó la cara.
-¿Me hablarás de eso?.-pregunté y él miró a Cinco esta vez.

-Tus amigos, cuando irrumpieron en la casa y no te encontraron, me tomaron como rehén.-era cierto, Klaus todavía no sabía...
-Y a cambio robaste su maletín.-afirmó Cinco.
-Si.-respondió.
-Creí que no serías capaz de abrirlo.-suspiré.-pero que estúpida fui... Buscabas dinero.-reí y él me miró confuso.

-¿Y qué pasó? ¿Dónde estabas? ¿O debería decir 'cuándo'? .-dijo Cinco caminando de un lado a otro.
-¿Cuál es la diferencia?.-preguntó con desdén a Cinco pero todavía no quitaba esa mirada de desorientación.
-¿Cuál es la...? ¿Cuánto tiempo te fuiste?.-prosiguió Cinco con el interrogatorio.

-Casi un año.-suspiró y ya no me miraba, si no, miraba a un punto fijo.
-¿Un año?.-yo estaba sin poder creerlo.
-¿Sabes qué significa eso?.-Cinco paró su caminar y se volvió a acercar a Klaus muy serio.
-Si, soy 10 meses más viejo.-sonrió unos segundos y cerró sus ojos.

-No, esto no es un chiste, Klaus.-lo miré mal.-Hazel y Cha Cha harán lo que sea para conseguir el maletín.-apreté mis puños, pensando en una posible solución.
-No te olvides de Jolene.-habló riendo y en ese momento me sentí muy mal, debo contarle.

-¿Dónde está ahora?.-preguntó Cinco llamando su atención.
-No existe. Lo destruí.-levantó sus hombros y simuló una explosión con su mano.
-¿Qué demonios pensabas?.-se notaba el estrés que tenía Cinco.
-Que te importa.-respondió Klaus con un claro enojo en su voz.
-¿Qué me importa? Lo necesitaba, idiota, para poder regresar, comenzar de nuevo.-mientras Cinco hablaba, Klaus se levantó de la cama.

-Sólo...-le hizo un ademán a Cinco de que se alejara.
-¿A dónde vas?.-preguntó Cinco irritado levantando sus brazos.
-Se acabó la interrogación. Sólo... Vete.-pidió Klaus y su voz cada vez sonaba más lejos.

Cinco miró a todos lados y cuando encontró lo que buscaba se acercó rápidamente. Tomó una pluma y un papel que estaban en la mesa de Klaus. Me miró unas cuántas veces mientras escribía.
¿Qué estaba tramando ahora?

Ya es Abril 1, ¿Significa que sobrevivimos?