Capítulo 24

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Cha Cha.

-Número 5, ¿Dónde está?.-pregunté de nuevo.
-No... Te detengas...-murmuró.-Ya casi llego.-volvió a quejarse o... Eso pensaba hasta que vi bien.

-¿Acaso es una...?.-hice una mueca de asco.
-Si.-confirmó Hazel y lo solté. Estaba considerando en sí matarlo o dejarlo vivir por pena.
-No hay nada como un poco... de estrangulamiento para hacer fluir la sangre, ¿cierto?.-preguntó el loco que teníamos amarrado.
-¿Qué es tan gracioso imbécil?.-Hazel le pegó con la mano abierta y él se quejó un poco.
Estábamos tan cansados de no conseguir nada, Jolene estaba parada viendo la escena.

-Pasaron las últimas 10 horas golpeándome hasta perder el sentido y no han aprendido absolutamente nada, digo, nadie me dice nada, la verdad es... Soy la única persona en esa casa que nadie notará que falta. Secuestraron al tipo equivocado.-se burló de nosotros y soltó una risa.
-Por favor, haz que pare de hablar.-habló Hazel.

-Vamos a torturarlo con agua.-habló Jolene y tomó un trapo de la mesa para ponerlo sobre la cara del tipo.
Hazel vertió agua sobre el trapo mojándolo por completo, hizo unas gárgaras con el agua que de verdad pensé que se estaba ahogando.

-Necesitaba eso.-dijo cuando le habían retirado el trapo.
-¡Oh, vamos!.-dijo sin poder creerlo Hazel, estaba frustrado.
-Estaba... Tan sediento.-declaró el loco, si que lo estaba, incluso más que nosotros.

Klaus Hargreeves.

-Creo que... Ya sé que hacer.-sonrió amarilla y yo la miré confundido.
Amarilla caminó hacia mis pertenencias, oh no, no, no...

-Espera, espera, espera.-murmuré entre dientes.
-Veámos.-agitó mis bolsillos.
-¿Qué haces? Eso es mío. Son cosas personales.-le grité pero me ignoró.
-¿Qué tenemos aquí?.-sacó mis pequeños polvos mágicos.

-Déjame ver eso Jolene.-dijo el tipo de máscara azul.
-No, no, no, ten cuidado con eso.-exclamé cuando creo se llama Jolene, arrojó mis polvos a las manos del tipo.-Es mi... Mi medicina para el asma.-inventé asustado.
-Ya estamos llegando a algo.-la tira al suelo y me duele muchísimo cuando la empieza a aplastar con su zapato.

-¡Oye, no, oye!. ¡No! Espera, espera. Podemos tener conversación. Somos adultos.-sonreí tratando de que me hiciera caso.
-¿Quieres más?.-pisa más de mis polvos y me desespero.
-¡No, no, no, no paren, por favor!.-salté con la silla.-Por favor, escuchen. Puedo darles dinero. Prostitutas amputadas, lo que sea.-supliqué con una mirada triste.-Sólo por favor... escuchen, no por favor.-estoy muy mal de la cabeza.

-Chocolate.-el azul parté el chocolate y se lo meté a la boca.
-¿Quieren un trozo?.-la rosa asiente y Jolene pasa de eso. Yo la miró extrañado.

-¿Les vas a decir que es chocolate especial?.-preguntó Ben viendo como saboreaban MI chocolate.
-No hasta que estén drogados.-sonreí.
-Klaus, sé fuerte.-me dijo Ben cuando rosa se acercó a mi con una bolsita de mi medicina.
-Esto podría ser tuyo por el módico precio de decirnos todo.-ofreció, intente negarme pero de la adicción no puedes escapar así como así.

-Bueno, está bien...-suspiré.-bueno, no se donde está Cinco, no mentía sobre eso pero puedo decirles que no ha estado muy cuerdo desde que volvió.-dije lo más honesto que pude.
-Explícate.-azul cortó otro pedazo del chocolate.
-Ha estado actuando como un lunático.-confesé moviendo mis dedos nerviosamente.-Ha estado sentado en una furgoneta frente a un laboratorio o algo así buscando al dueño de un ojo. Uno de esos falsos.-alcé mis cejas mirando mis polvos por todo el piso.
-Eso no tiene sentido.-habló el azul.

-Espera, espera, dinos más sobre ese ojo y por qué es tan importante.-rosa se recargó en la mesa frente a mi.
-Dijo que tenía que ver con el fin del mundo o algo así.-expliqué y ellos se miraron.
-Jolene, vámonos.-gritaron y ella asintió.

You're Not Better Than Me | Número 5 Y Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora