Capítulo 11

22.9K 2.1K 404
                                    


Estaba en la sala leyendo el libro de Vanya de nuevo, aún no podía creer lo que había escrito sobre papá, nosotros y la academia.
Todavía recordaba las palabras de Diego en el "funeral" familiar de papá:
-¿Ya tienes suficiente material para la secuela?.

La mayoría de las cosas que dice este libro es una estupidez. Una arriesgada estupidez para revelar todos los secretos de la familia.
¿Qué si nos gustó? Para nada, creo que a nadie de la familia y si papá lo leyó, seguro lo odió y si no, seguro la razón de su muerte hubiera sido esta.

Se escuchó un portazo en la puerta principal de la mansión.
Y que subían rápidamente las escaleras para volver a cerrar una puerta.

-¿Qué demonios pasa en esta casa?.-susurré para mi misma y me transporté al pasillo de todos los cuartos. La única puerta que estaba cerrada era la de Cinco.

-¿Cinco?.-lo llamé pero nadie
contestó.-¿Cinco, estas ahí?.-caminé lento para no hacer resentir mi pierna y abrí la puerta.
Él se encontraba viendo hacia una ventana, parecía pensativo.

-Menos mal, me tenías preocupada.-suspiré y él se giró a verme.
-Perdón, me fui sin despedirme.-dijo y caminó hacia mi.
-Me quedé dormida, tal vez te parecía aburrido quedarte ahí.-bajé la cabeza.

-Bueno eso no es verdad pero tenía que hablar con Vanya.-aclaró mirándome.-quiero descansar un poco ______, ha pasado mucho tiempo desde que dormí bien.-metió las manos a sus bolsillo mientras volvía a caminar pero esta vez hacia la cama.

-Oh, Okey.-me transporté fuera de la habitación pero estaba muy cerca de la puerta.
Sabía que esto no estaba bien, Cinco tenía algo entre manos.

Escuché unos segundos de silencio para luego oír unos pasos que se acercaban al marco de la puerta justo donde yo estaba, pero antes de que supongo Cinco cruzará la puerta para salir, alcancé a escuchar a alguien o algo salir del armario y los pasos pararon bruscamente.

Hasta que se escuchó una voz entre todo el sonido que hacían las cosas que caían y no era Cinco.

-Es tan... Conmovedor. Todo esto de la familia, papá, el tiempo ¡Vaya!.
-exclamó Klaus, lo sabía.
-¿Te puedes callar?, te escuchará.-lo reprendió Cinco.
-Estoy húmedo.-chilló Klaus.
-Te dije que te pongas algo profesional.-sabía que Cinco lo estaría viendo mal.
-¿Qué?, esté es mi mejor atuendo.-habló Klaus.
-Busquemos en el armario de papá.-escuché pasos dirigirse hacia afuera muy rapido, me transporté ahora a un cuarto cerca del de papá.

-Lo que quieras mientras me pagues.-Cinco Y Klaus salieron, pararon cerca de las escaleras.
-Cuando terminemos.-respondió un poco molesto Cinco.
-Bueno pero quiero aclarar algunas cosas, sólo debo ir y fingir que soy tu padre, ¿cierto?.-preguntó Klaus haciendo un ademán con su mano.

¿Fingir ser su padre? ¿Qué demonios?

-Si, algo así.
-¿Cuál es la historia?.
-¿Qué? ¿De qué hablas?.-preguntó confundido.
-¿Era muy jóven cuando te tuve? ¿Cómo unos 16 años? ¿Jóven y... desencaminado?.-dijo de una forma dramática.
-Claro.-Cinco sin tomar tanta importancia, asintió.
-Tú madre esa zorra, quienquiera que haya sido, nos conocimos en...-pensó unos segundos.-la discoteca, ¿si?. Recuerda eso.-chasqueó sus dedos y luego cerró los ojos.-Dios mío. Y para el sexo era increíble.-dijo sacudiendo sus manos mientras las pasaba de arriba a bajo de su pecho.
-Qué visión tan perturbadora de eso que llamas cerebro.-dijo Cinco y caminó a la habitación de papá.
-No me obligue a castigarte.

Aproveché y antes de que Cinco diera otro paso, me transporté delante de él mirándolo mal.

-Cinco.-le di una mirada amenazadora.
-______, hola.-sonrío nervioso.
-Creí que irías a dormir, parecías muy cansado hace unos minutos.-hice una mueca.
-Es que Klaus, pidió mi ayuda.-Klaus lo miró extrañado.
-¿Con qué?, robar el armario de papá, supongo.-dije y me acerqué a Klaus.-dime que harían Klaus.-le sonreí.
-No lo sé, Cinco quiere que me haga pasar por su papá.-dijo despreocupado.

-Oh vaya, yo me apunto, sígueme Klaus.-intenté transportarme pero Cinco tomó mi brazo.
-Estás lastimada y aunque no lo estuvieras, no te dejaría ir.-dijo Cinco firme.
-Es un hospital, ¡que revisen mi pierna!.-sonreí.
-Son prótesis.-dijo mirándome raro.
-Pues mira, por si pierdo la pierna.-dije con tono gracioso.
-Eso no es gracioso, y no.-dijo molesto.
-¡Genial! Vamos.-afirmé.
-¡______, no!.-gritó Cinco.


Si se dan cuenta publico diario por ustedes 😪

You're Not Better Than Me | Número 5 Y Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora