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Los días pasaron tan rápido tal cual como él quería desde que dejó el instituto, empezaría un nuevo año al igual que empezaría sus clases, lo que odiaba es que también empezará como un alumno nuevo y lo tuvieran que girar a ver con burla solo por ser eso, un nuevo. Esperaba que encontrará algo bueno con que entretenerse por el tiempo que tendría estar metido en ese lugar. 9 años para ser exacto, y otros más si decidía tener algún lugar en el ministro de magia.

Pero aún iba empezando como para estar pensando que quería realmente, pero estar con un uniforme le hacía sentir totalmente ridículo. Estaba bien que debían de tener algo que los identificará pero tampoco podía hacer otra cosa, no podía ir con ropa casual.

Después de haberse despedido de sus padres, bajó del auto para ver cómo este regresaba por el mismo camino. Sabía que los primeros días estos lo irían a dejar, pero con el paso del tiempo sería el chófer quien lo hiciera. Primero era la emoción, después sería una carga para ellos ya que tenían cosas que hacer, y eran cosas sumamente importantes.

Giró sobre sus talones para ver el inmenso Castillo enfrente suyo, a su lado pasaban muchos alumnos, algunos llevaban prisa porque hasta corriendo iban. Otros en cambio iban con la mayor tranquilidad del mundo. Así que tampoco planeaba quedarse cómo un tonto en espera de que alguien le ayudará, tenía que comenzar a avanzar antes de que le miraran raro.

Acomodó la mochila sobre su hombro mientras comenzaba a caminar, siempre viendo a su alrededor. Algunos que parecían más grandes, reían entre su y con sus varitas llegan a hacerse alguna que otra broma provocando la risa de sus acompañantes. Tampoco podía decir que no se daba cuenta de la mirada de superioridad que tenían cargada cada que miraban hacia el pasillo principal que daba rumbo hacia la entrada del castillo.

En unos meses ya estaría todo normal. Se decía así mismo mientras tragaba saliva y prefería seguir caminando sin ver a las personas que estaban alrededor.

En la entrada del castillo pudo ver que la habían adornado, a cada costado de la entrada estaba colgado mantas rojas que tenían el logotipo del instituto, era hermoso porque su tela parecía ser de una seda fina que llegaba a brillar cuando el sol la tocaba, era un brillo demasiado bonito que no lastimaba para nada. Se detuvo a unos cuantos cm de todos los estudiantes que estaban reunidos en ese momento eran un montón, no podía llegar hasta adelante.

Pudo divisar a JungSoo quien estaba parado en la entrada, la sonrisa en su rostro no podía faltar para nada. A su lado se encontraban 5 chicos y 5 chicas, ellos se veían de años avanzados, tenían una carpeta entre sus manos. Dispuestos a recibir una orden para obedecer.

-Bienvenidos al instituto Kairos -demonios, podía escuchar su voz como si estuviera a su lado aunque estuviera a metros-, soy su director Park JungSoo, y como verán, el encargado de este lugar. En este momento los maestros se están encargando de recibirles en sus respectivas aulas para el inicio de su formación académica mágica. Este instituto les ha abierto sus puertas para integrarlos como parte de una familia, magos, cambia formas, con algunos poderes diferentes, todos están aquí por algo. Es importante no romper las reglas, eso lleva a cabo una expulsión y todos no queremos eso.

Dio una mirada tan intensa que todos respondieron en coro que no era lo que querían. Si que sabía implantar autoridad ante todos.

—Eso es lo que quería escuchar. Así que, si tiene problemas, quejas. Siempre estaré para ustedes mis queridos niños. Luchen, estudien y salgan adelante. Que el futuro de la humanidad está en estas manos enfrente mío. Amén sobre todo, y no permitan que la oscuridad gobierne sus corazones, en esos casos, uno ya no podría hacer nada por salvarlos.

Junto sus manos quizás agradeciendo de estar ahí.

—Ustedes son el futuro, de ustedes depende muchas cosas. El bienestar, la paz y la prosperidad. Que nuestro mundo siga en la misma paz en la que ha estado por años. —volteó a ver a los chicos que estaban a su lado—, aquí hay 10 chicos que serán los encargados de llevarlos a sus aulas. Se les será entregados un mapa del castillo, con ese podrán caminar libremente sin necesidad de perderse en su camino a clases.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora