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Su mente había dado vueltas como si en realidad el tiempo hubiera regresado tan rápido que ni siquiera se había dado cuenta, pero tan pronto recordó que tenía a SiWon a escasos cm de tenerlo enfrente suyo, así que volvió a lo suyo para tratar de quitarle aquel anillo.

Pero en un descuido, este alzó su mano hacia a él logrando sentirse un dolor que comenzaba a nacer desde las plantas de sus pies.

Más sin embargo, no hizo otra cosa. Se quedó estático y mirándole con los ojos abiertos como si hubiera sentido morir en vida, o haber visto un fantasma aunque esto último no lo creía para nada. Así que aprovechando aquel descuido que había tenido, alzó la varita hacia a el para poder arrematar el ataque.

—Esto es por todo lo de Yesung —murmuró entre dientes y sin quitarle la vista de encima—, vete al infierno, Yuan.

Pero este había caído al suelo de rodillas mientras se tomaba del pecho con fuerza, casi enterrando los dedos en su piel en busca de algún alivio, exhalaba aire con fuerza notando como algunas gotas gruesas de sudor se encontraban recorriendo su rostro.

Había girado la mirada hacia un lugar en especial, justo detrás suyo. No sabía si lo estaba engañando, se estaba haciendo pasar, el tipo era un vil doble cara.

KyuHyun dirigió su mirada hacia donde SiWon miraba para llevarse la peor de las escenas que podía ver en su vida. Sintió como su corazón quería dejar de latir, la respiración se le entrecorto y un gran nudo en su garganta le impidió el poder gritar mientras seguía en shock con lo que estabas mirando.

Quería creer que todo era una mentira, que su mente le estaba jugando una mala broma porque no podía ser verdad.

LeeTeuk ni siquiera alzaba la mirada, y HeeChul se encontraba a lado de aquel chico que yacía tirado en el suelo. El mayor tenía los ojos llenos de lágrimas dejando que su cabeza descansara sobre el pecho ajeno, justo a lado donde aquella daga estaba atravesando su pecho.

—Yesung... —murmuró al tragar aire y moviendo sus pies al fin.

Comenzó a moverse, caminó de manera torpe hasta donde estaban para caer de rodillas a lado de este quién respiraba con dificultad.

—Yesung, ¿Qué hiciste? —aprovechó que HeeChul se había retirado para dejarle momento a solas, pasó la yema de sus dedos por aquella daga sintiendo un leve ardor al tocarla.— Resiste, vamos a llevarte con un mago... Y el te va a salvar.

Le siguió recorriendo con la mirada para ver el giratiempo destruido a su lado, se sorprendió así mismo de ver aquel objeto en ese lugar.

Recordó aquella sensación de mareo que había sentido al principio, entonces entendió que era lo que había hecho. Porque SiWon había reaccionado de aquella manera, nunca pensó que el chico tendría las agallas para matarse así mismo en busca de matarlo a él. Lo subestima creyendo que Yesung adoraba su vida, cuando siempre la había aborrecido desde el instituto.

Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas mientras le tomaba del rostro para que fuese capaz de verlo, su mirada estaba adormecida.

—Yesung no me dejes, mi pequeño Drácula no lo hagas —se acomodó para poder abrazarlo sin querer lastimarlo más—, no me dejes. No sé que voy a hacer sin ti, ¿Por qué? ¿Por qué de todos tienes que ser tú?

—Matalo...

Apenas escuchó murmurar al mayor.

—No... No....

—Va a seguir vivo. —este tomó una gran bocanada de aire viéndose adolorido—, no voy a vivir KyuHyun, debes hacerlo...

Se negó rotundamente dejando de lado a los que estuvieran presentes sin poder dejar de llorar.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora