• 18;

398 54 15
                                    

Yesung no podía estar tranquilo mientras se encontraba dando aquella clase de magia de elementos de nueva cuenta. El maestro había agarrado una fuerte gripa que lo había dejado tumbado en la cama, y entonces ahí tenía el que poner al corriente de los de primer año, incluyendo al salón de KyuHyun, justo donde estaba en ese momento.

Se encontraba dictando notando como todos estaban atentos y escribiendo a su ritmo de lectura, algo que le hacía sentir bien por tener el control de estos. Pero demonios, no podía dar una buena clase.

Le había comentado a su padre lo de su varita menos lo demás, este enojado (obviamente porque él fue quien se la obsequio) se la quitó de las manos diciendo que haría algo para poder repararla después de recibir un par de insultos más por ser un descuidado, pues era un regalo demasiado valioso que había recibido desde su niñez.

Por el momento, se hallaba con una varita totalmente ajena a la suya que este le había dado. No quiso decirle de quien era, solo que la tomara. No podía andar por ahí sin una varita para poder defenderse, pero en sus pensamientos estaba que claro que sí, pero no iba a seguir pensando en eso, ni mucho menos en ese tal mentado SiWon. El problema por el cual estaba pasando, es que no podía acoplarse a aquella varita, no porque no fueran compatibles o así, simplemente sentía que no estaba a su nivel.

Continuó dictando, llevándose de forma discreta la varita hacia su espalda para poder rascarse de nueva cuenta. Realmente se estaba cansando, estaba harto de estarse rascando y rascando más el maldito ardor leve que sentía.

Lo bueno es que no estaba solo, a su lado también se encontraba HeeChul quien estaba escribiendo unos hechizos con el pizarrón pero éste de vez en cuando se llevaba su mano hacia su hombro para poder rascarse con lentitud antes de seguir a lo que estaba haciendo.

—Aspergo, es un conjuro que afecta directamente cualquier fuente de agua cercana, haciendo que salte en una dirección determinada. —continuó dictando en voz alta para asegurarse que todos escucharán.

Cerró el libro provocando que todos alzarán la mirada para asegurarse que había terminado, así que también bajaron sus plumas y estiraron un poco sus cuerpos, brazos, lo que pudieran.

HeeChul se alejó del pizarrón para poder tomar un vaso de agua que había llevado consigo mismo, vaso que dejo a un lado de Yesung que se encontraba sentado en la silla del escritorio. Todos estaban demasiado atentos e interesados, pues era un hechizo nuevo que aprender después de tanta teoría que habían visto con el profesor.

—Aspergo..  —HeeChul habló seguro de si mismo mientras señalaba con su varita hacia la taza de agua.

Entonces ante la vista de todos, pudieron ver cómo la cantidad de agua que la taza retenía en su interior, se elevaba en forma de una esfera causando admiración en algunos quienes abrían su boca sorprendidos.

HeeChul volvió a mover su varita provocando que aquella esfera rodeará a Yesung quien de inmediato puso cara de pocos amigos pues no quería que la mirada de todos estuvieran en su persona. Por esa misma razón el mayor sonrió divertido antes de devolver la esfera de agua en aquella taza sin derramar una sola gota.

—Para poder invocar este hechizo no es cuestión de solo decir las palabras —El mayor murmuró recargandose en el escritorio—, deben de estar confiados en si mismos, que pueden hacerlo y no hay nada que les impida hacerlo. Sin temor a usar el hechizo.

Volvió a tomar la taza de agua para poder beber un pequeño trago de esta, volvió a dejarla sobre el escritorio pero esta vez justo en medio de este.

—Bueno, ¿Quien quiere ser el primero en pasar?

Todos los alumnos se miraron entre sí para ver quién iba a ser el valiente de poder lograr por primera vez aquello.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora