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Justo en ese momento estaba demasiado feliz por muchas cosas, una; había dado un gran paso con aquella relación tan extraña que tenía con KyuHyun. Otra; su padre al fin le regresó su varita tal y como estaba antes, este le dio una mirada de reproche sin esperar un agradecimiento mientras se llevaba la copa de sangre hacia sus labios.

Su sonrisa parecía ser de la más sincera de las que había tenido en aquellos 20 años que llevaba viviendo. Todo iba normal, perfecto, como nunca antes lo había imaginado.

—Papá, ¿Puedo confiarte algo?

—¿Será la razón de esa sonrisa que te cargas desde hace unos días?

Asintió mientras se aferraba a su varita sin poder dejar de sonreír.

Su padre dió un largo suspiro antes de dejar la copa de sangre sobre la mesa y cruzar sus brazos. Pero mejor decidió otra cosa, se puso de pie. Dejó su asiento para poder acercarse hasta el otro extremo de la mesa donde su hijo estaba sentado. Así que tomó el asiento cercano a este para volver a cruzar sus brazos.

No sabía si reír o que, pues había puesto la expresión más seria que no le había visto en su vida.

Yesung se mordió el labio inferior tratando de encontrar las palabras correctas y es que no podía seguir ocultando muchas cosas. Si quería enfrentar al mundo, primero debía de hacerlo con su padre.

—Estoy enamorado de alguien a quien conocí en el instituto.

Su mayor frunció el cejo un poco pero no cambió su expresión, espero a que continuará.

—Es un hombre tal como piensas, al principio no le daba importancia porque jamás he tenido este sentimiento y eso. Fue nuevo para mi, el que él tuviera atención para mi persona, se preocupara por mi, me tratara tan bien y no como los demás hacían. El podría confiar conmigo con los ojos cerrados y sin importar el destino.

—Vale Yesung —Al fin había dicho algo pero su expresión seguía igual—, el amor no es fácil. Te hace cometer cosas que no quieres o incluso olvidarte de quien eres.

—Estoy muy seguro que todo va a salir bien.

—Eso lo dices tú, ¿Pero que hay del otro chico? ¿Esta seguro de esto?

Asintió lo más rápido que pudo, sabía que cuando se trataba de él. Su padre se ponía como loco, aunque muchas veces antes haya tratado de matarlo.

Su lema: Yo solo puedo hacerte daño, los demás no.

—¿Quien es?

Lo iba a decir tan rápido y sin pensar. Ya vería su reacción.

—KyuHyun Loup.

—¿Que?

—¿Qué? —Se hizo un poco el confundido girando a ver a sus lados.

Pero la reacción de su padre fue totalmente diferente a la que había pensado en toda la mañana. Porque esperaba un grito, un golpe o algo así, menos que su mayor soltara una gran carcajada y llevándose sus manos hacia su estómago.

Frunció el cejo tratando de encontrar lo divertido. Entonces no sabía si sentirse ofendido o que cosa.

—Y esos Loup que siempre presumen de su apellido bien puro —el mayor se secó unas lágrimas imaginarias—, sin ofender hijo. Pero de verdad que esos maguitos inferiores a mi, se creen la gran cosa en este maldito mundo que siempre dicen que su apellido estará en lo más alto.

—Eso siempre dice KyuHyun.

—Ya quiero ver sus caras cuando se enteren que su hijo está con el mío.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora