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Aquella mañana se encontraba totalmente perdido en sus pensamientos pero bastante seguro con la decisión que había tomado, admitía que le daba un poco de temor el cometer lo que tenía en mente pero solamente quería evitar la muerte de KyuHyun, porque eso no lo iba a permitir. Enfrentaría al mismo Hades de ser posible si su plan no servía.

Pero se repetía tantas veces que si iba a funcionar, debía de ser positivo y no echarse para atrás, no ahora.

Dirigió su mirada hacia KyuHyun quién se encontraba durmiendo tranquilamente a su lado, aunque ese tranquilamente se refiriera a un castaño durmiendo con la boca abierta y una pierna encimada sobre su cuerpo, impidiendo de aquella manera que se moviera de alguna forma. A la vez me daba risa, pero también ternura verlo dormir de aquella manera porque le daba la señal de que en verdad estaba descansando. Además, ambos se encontraban desnudos siendo tapados solo por una delgada sabana debido a que hacía mucho calor en aquella madrugada.

Con cuidado se encargó de no despertar a KyuHyun al quitarle la pierna que le impedía moverse, notó como este se había removido con cuidado provocando que se mantuviera quieto hasta que esté dejó de moverse, fue que suspiró con tranquilidad para ponerse de pie y comenzar a tomar su ropa tirada en el suelo para poder vestirse, incluyendo el ignorar el dolor de trasero que tenía, el menor era demasiado brusco cuando el clímax estaba cerca pero no sé quejaba, le encantaba esa faceta.

Caminó hasta el tocador donde abrió con cuidado el primer cajón sin hacer tanto ruido y tomar su varita que llevaba ya un tiempo ahí abandonada, estaba bien que podía usar magia sin necesidad de esta, pero no le gustaba. Se negaba muchas veces a usar la magia de aquella manera, no cuando su dragón había sido víctima de el.

—Demonios...— susurró con cierto remordimiento pero buscando más a fondo de aquel cajón.

Así que al encontrar ese maldito anillo, no dudó en ponerlo en su dedo anular para que no se le fuera a perder mientras volvía a cerrar aquel cajón con cuidado de no provocar algún ruido que fuera a despertar aquel castaño.

Sin esperar un momento más fue que salió de la recámara para bajar a pasos apresurados a la sala donde no pudo evitar soltar todo el aire que se había aguantado de soltar. Miró a sus lados para volver a dirigir su mirada hacia aquel anillo, por todos los magos, debía de hacer algo con aquella cosa. Sabía que LeeTeuk tenía el giratiempo o quizás ya lo había destruido, haciéndole recordar que el debía de hacer lo mismo.

Caminó hasta el patio que no era tan grande pero con un buen tamaño, así qué se acercó al gran árbol que se encontraba justo en medio, y estuvo a punto de conjurar un hechizo pero maldijo al momento de tan solo recordar que no podía. Pero la varita era de KyuHyun, si, pero la magia era suya.

Quejándose consigo mismo, guardó la varita y se regresó para ir por una pala.

Por otro lado, un castaño iba despertando mientras estiraba sus brazos para poder atrapar entre estos a cierto pelinegro, solo que al no encontrarlo, terminó abriendo los ojos de mala gana para confirmar que se encontraba solo.

Dirigió su mirada hacia la ventana para ver cómo la luz del sol se encontraba dándole los buenos días cuando se suponía que eso debía de hacerlo cierto pelinegro que no estaba en esos momentos.

El sonido de la puerta abriéndose, dejó ver a un Yesung totalmente mal humorado quién venía sacudiendo su ropa llena de tierra al igual que su cuerpo entero, las manos, parte de su rostro e incluso cabello mientras decía algunas maldiciones en voz baja. Y KyuHyun lo encontró divertido al observar como se quitaba la playera para dejarla en el suelo, seguido de sus pantalones los cuales trataba de sacar a patadas.

• Ya'aburnee; [ Kyusung ]    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora